Beneficios del salmón ahumado y qué cantidad es recomendable consumir a la semana
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Puede que un guiso no nos apetezca los meses más calurosos del año, pero el salmón ahumado se alza como el protagonista en una mesa navideña y en la más veraniega también. De hecho, si me preguntan por mis dos alimentos favoritos, el salmón ... ahí está. Su sabor fresco, su versatilidad para acompañar numerosos platos y su fácil adquisición -es un pescado que siempre está disponible- lo convierten en una opción necesaria en las neveras de millones de personas, como ocurre en la mía.
Este pescado, catalogado como uno de los alimentos más saludables por ser rico en proteínas de alto valor biológico y en ácidos grasos esenciales para la salud, es uno de los pescados azules más consumidos junto con el atún. «Es un alimento con ácidos grasos omega 3 y 6 que son muy saludables. Además, tomar salmón es una buena forma de comer pescado», cuenta Daniel Ursúa, dietista-nutricionista de Nutrihabits.
Las bondades del salmón
Pero sus beneficios se cuentan con más dedos de los que tenemos en las manos. Volviendo al omega 3, este ácido graso es esencial y fundamental para preservar en buen estado nuestra salud cardiovascular, así como regular la presión arterial. En otras palabras: mantendrá nuestro organismo con un sistema arterial flexible en pro de la prevención de enfermedades cardiovasculares.
También es rico en proteínas de alta calidad biológica, esenciales para mantener la masa muscular y tener un buen rendimiento deportivo. De hecho, el consumo de salmón se asocia con una mejor composición corporal. Y seguimos... Es fuente de vitamina A, D, vitaminas del grupo B y nos aporta una buena cantidad de minerales como el calcio, selenio, potasio, fósforo y magnesio, entre otros. Todo ello contribuye a mantener en perfecto estado nuestra visión, así como nuestros huesos y cartílagos.
Mowi, compañía de la cría del salmón, cuenta que este pescado azul es perfecto para llevar una dieta equilibrada y llena de sabor y el salmón, se ha posicionado como una de las opciones más saludables. Además, hay un aumento en la preferencia de dietas ricas en pescado y mariscos, impulsada por la percepción de que son más saludables en comparación con otras proteínas.
Además, las mejoras en las técnicas de acuicultura han permitido una producción más sostenible y eficiente del salmón, haciéndolo disponible durante todo el año a precios más accesibles. Las certificaciones y los sellos de calidad de la acuicultura han asegurado a los consumidores sobre la seguridad y sostenibilidad del salmón que compran.
Los beneficios del salmón ahumado
Pero vayamos a algo más concreto... ¿El salmón ahumado es igual de beneficioso para la salud? ¿Podemos consumirlo diariamente?
El salmón ahumado tiene mucha fama, quizá más que el propio pescado. ¿El motivo? Su sabor es adictivo para todos aquellos a quienes les gusta, pero es que además la cocina de numerosas culturas lo incluyen en muchos platos. Si en sushi se nos hace irresistible, los huevos benedictinos -donde también cobra protagonismo- no se quedan atrás. O las tostas donde el aguacate se convierte en su mejor acompañante. Y no hablemos del tartar de salmón... De hecho, es indispensable contar con el salmón ahumado en todo brunch que se tercie.
Según datos de la Bedca, el salmón ahumado es rico en calcio (19 mg por cada 100 gramos), potasio (420 mg) y vitamina E, principalmente, cuyos activos previenen y ayudan a la regeneración de la piel creando un efecto protector frente a los rayos UVA. Al ser rico en ácidos grasos, favorece a la reparación de las membranas celulares, previene la sequedad y evita la inflamación o hinchazón logrando combatir al temido acné.
Y esta noticia te gustará si eres fan del salmón ahumado: se recomienda tomarlo al menos dos veces por semana ya que cubre nuestro requerimiento de omega 3. Ana Colomer, dietista-nutricionista, indica que los experto lo recomendan entre 1 y 2 veces el consumo de pescado azul «ya que aunque tiene números beneficios, es un pescado bastante graso».
No hay que pasarse en su consumo
Sin embargo, todo en su justa medida. Tal como indica Ana Colomer, «hay que tener cuidado con su alta cantidad de sal. Es importante limitar el consumo de salmón ahumado en personas con problemas de circulación y/o hipertensión».
También en el salmón ahumado la industria para mejorar su conservación suele añadir bastante cantidad de azúcar, aunque a día de hoy hay muchos salmones ahumados que ya no lo contienen, por ello es muy importante que comprobemos la lista de ingredientes, sobre todo las personas diabéticas.
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