2015: «Annus horribilis» para Bankia

La reina Isabel II de Inglaterra dijo en 1992, con ocasión del cuatrigésimo aniversario de su ascenso al trono, que ese había sido un «annus horribilis» («año terrible») por las numerosas preocupaciones que asaltaron a la familia real británica. Pues bien, el 2015 será el «annus horribilis» para Bankia por los numerosos frentes jurídicos que tiene abiertos, como consecuencia de una mala gestión.

A las demandas civiles de preferentes que ya tiene la entidad en los juzgados, se unen ya cientos y cientos demandas por la venta acciones, que seguirán in crescendo de aquí hasta el 25 de mayo de 2015; ya que la acción para reclamar el dinero invertido en acciones por responsabilidad en el folleto prescribe a los 3 años desde que se tiene conocimiento de la falsedad de las cuentas, momento que pudo ocurrir en mayo de 2012 con la intervención de la entidad. Se espera que la gran mayoría de los afectados por las preferentes de Bankia y las acciones de Bankia recuperen su dinero.

Si estos frentes judiciales sirven para que Bankia reflexione y sea consciente de que el proceso de creación del grupo en 2010 y su salida a Bolsa en verano de 2011, fueron un auténtico desastre, bienvenido sea este annus horribilis 2015, porque no sólo la sociedad española tendrá la oportunidad de descubrir muchas cosas sobre la entidad, sino que los accionistas minoritarios podrán recuperar su dinero por la vía judicial.

Desde luego, lo que está claro a estas alturas es que la fusión de las siete cajas fundadoras del grupo (Caja Madrid, Bancaja, Ávila, Segovia, Canarias, Rioja y Laietana) estuvo llena de luces y sombras y que los resultados publicados en 2010 y 2011, antes de su rescate en mayo de 2012, también. Los errores contables reflejados en las cuentas de la entidad y con los que salió a Bolsa han acabado de rematar el panorama financiero. El informe redactado por los peritos del Banco de España y conocido a principios de diciembre, determina que los resultados de BFA-Bankia de 2010 y 2011, incluidos los resultados reformulados por el equipo gestor liderado por el actual presidente José Ignacio Goirigolzarri al tomar las riendas de la entidad en 2012, contienen errores contables graves. Los estados financieros no reflejaban la imagen fiel de la entidad, al no ajustarse a la normativa del Banco de España en cuestiones como la valoración de créditos, participaciones accionariales en filiales promotoras, inmuebles o contabilización de los activos fiscales diferidos.

El informe, además, afirma que los gestores de Bankia tenían ya en 2011 y 2012 suficiente información para calibrar el quebranto de los activos del grupo y que retrasaron el reconocimiento del deterioro.

Esto ha provocado, como es lógico, una avalancha de demandas en los Juzgados de lo Mercantil de personas que compraron acciones en la salida a Bolsa de la entidad y que quieren recuperar su dinero. Porque si algo está claro a estas alturas es que las conclusiones del informe pericial son un espaldarazo de cara a las posibles reclamaciones de los inversores, ya que Bankia va a tener muy pocas posibilidades de rebatir las demandas, como bien explicó para La Sexta TV nuestro abogado Juan Manuel Ibáñez .

Avalancha que se suma a la que Bankia ya tiene en los juzgados de lo civil por la mala comercialización que hizo de las preferentes. Como recordarán, el banco, en la mayoría de los casos, vendió las preferentes sin explicar a sus clientes que era un producto híbrido (a caballo entre la renta fija y la variable), complejo, de riesgo y que no estaba garantizado por Fondo de Garantía alguno.

Si a todo esto unimos que en la Audiencia Nacional Bankia tiene otras causas penales abiertas como las tarjetas opacas de Caja Madrid o la compraventa por parte de Miguel Blesa del City National Bank of Florida, antigua filial de la caja madrileña, sin duda, vemos que este va a ser un annus horribilis para Bankia y no se sabe si la situación podría alargarse incluso hasta el 2016.

Bankia tiene colchón económico suficiente para cubrir el daño causado con las acciones y las preferentes, lo ha dicho recientemente su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, pero no podrá confiar en que el año 2015 les depare un alivio de su angustia.