Una corte propia de un zar en el hotel más caro
Con unas arcas públicas vacías que obligan a recortar servicios sociales, el líder de CiU y su esposa pernoctaron entre mármoles y obras de arte
MARÍA JESÚS CAÑIZARES
Ser sobrio, pero también parecerlo. Sobre todo cuando se tiene un cargo público. Que Artur Mas utilice la compañía de bajo coste Vueling para desplazarse a Moscú y que luego se aloje en un hotel de lujo es, cuando menos, desconcertante. E irresponsable, ... según PP, Ciutadans y PSC, que piden explicaciones por la decisión del presidente catalán de hospedarse en una suite de lujo que, como ayer publicó ABC, cuesta 1.600 euros la noche.
Con unas arcas públicas vacías que obligan a recortar servicio sociales en Cataluña, el líder de CiU y su esposa decidieron pernoctar en Moscú entre mármoles, obras de arte y perfumes dignos de la Reina de Inglaterra.
Es lo que tiene el debate de la independencia, que distrae de otros problemas acuciantes. Pero la oposición se ha encargado de dar un baño de realidad al mesías del soberanismo tras aterrizar en Barcelona. A su juicio, buscar acuerdos empresariales en Rusia es legítimo. No tanto acudir a un fastuoso hotel con una comitiva de ochenta persona propia de un zar, cuando ni siquiera se ha podido cumplir con la agenda prevista: entrevistarse con cuatro ministros, un viceministro y el diario oficial ruso, que declinaron encontrarse con Mas, tal como publicó ABC. Tampoco puede calificarse de éxito el acuerdo para instalar una sucursal del Museo del Hermitage en el puerto de Barcelona, proyecto que ha pillado al alcalde, Xavier Trias (CiU), en fuera de juego, pues no ha tenido arte ni parte en la negociación.
Así fue el viaje de Artur Mas a Moscú:
- El cortejo de Mas
Sólo la comitiva de la Generalitat incluía a una veintena de personas: el propio «president», su esposa, protocolo, comunicación y demás altos cargos.
- Alcaldes
Acudieron alcaldes de los ayuntamientos de Barcelona, Masquefa, Cambrils, Reus, Gerona, Mataró, Calella, así como representantes de patronatos de turismo, hasta completar una lista de 80 personas.
-Una suite de 1.600 euros
Una habitación del hotel de lujo Radisson Royal de Moscú no baja de los 300 euros, pero Mas y su esposa se alojaron en la suite Ambassador, que cuesta 1.600 euros la noche (64.000 rublos).
-Boutiques y joyerías
El establecimiento, de cinco estrellas y que fue el lugar preferido de la «nomenklatura» comunista, dispone de 26 boutiques con las mejores marcas y seis joyerías.
-Rolls Royce y yates
El Radisson Royal ofrece a sus clientes VIP un concesionario propio de Rolls Royce y una flota de cinco yates de cincuenta metros de eslora, provistos de restaurante y una enorme cúpula panorámica.
-Jabones de la Reina
El cuarto de baño del suite en la que se hospedó el presidente catalán y su esposa, Helena Rakosnik, dispone de jabones y perfumes de la firma Penhaligon’s, proveedora oficial de la Corte Real Británica.
-Restaurante con vistas
En los pisos 29 y 30 del hotel está situado el restaurante italiano «Buono», que ofrece una vista inmejorable de la capital rusa.
-Mármol, spa y arte
El mármol reviste las paredes del Radisson Royal, que contiene un millar de obras de arte, spa, piscina cubierta estilo romano. En total, 505 habitaciones distribuidas en 35 plantas.
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