Los tulipanes crecen torcidos. No logran enderezarse en vísperas de su estreno del viernes ante España en Salvador de Bahía. A las bajas del lateral Van der Wiel, el medio Strootman y del enganche Van der Vaart se suma la preocupación por el estado físico de Robin Van Persie, el máximo goleador holandés de todos los tiempos, por delante de Patrick Kluivert, con 41 tantos en 79 partidos. Una grave lesión de rodilla le condenó al ostracismo en los dos últimos meses de temporada con el Manchester United. Desde que ganó la contrarreloj de la recuperación, sólo ha actuado en seis partidos como titular y nunca acabó los 90 minutos. Se retiró en el descanso del último amistoso ante País de Gales y saltaron las alarmas en el inexperto grupo que conduce Van Gaal con el reto de revertir la nefasta actuación del combinado de Van Marwiijk en la Eurocopa de Ucrania y Polonia, donde no superaron la primera fase, y soñar con repetir la hazaña del subcampeonato sudafricano.

"Tranquilos, es sólo una irritación en la ingle", explicó Robin para calmar a esos seguidores que ya han montado su tradicional campamento 'oranje' en Brasil. Pero el lunes surgió un nuevo contratiempo en la turística playa de Ipanema. Van Persie y su compañero Janmaat resultaron ligeramente heridos al chocar accidentalmente con un kitesurfista cuando se paseaban por la fina arena después de comer, según informó la Federación Holandesa (KNVB). "No hay motivo para preocuparse. No ha sido nada grave", describió un portavoz de la en el hotel del equipo, precisando que los dos jugadores sólo sufrieron "algunos rasguños". "La tabla pasó a dos dedos de mi cabeza. Afortunadamente, ha sido más un susto que otra cosa", relató Janmaat a unos periodistas de NOS, la televisión pública holandesa.

Junto a Robben, Van Persie es pieza clave en este equipo neerlandés. Y asume el papel de capitán. "Afronto mi tercer Mundial y tengo la certeza de que mi bagaje será muy importante para la conexión necesaria entre los jóvenes y los veteranos como yo", explica. De indiscutible calidad y enorme artillero en el Feyenoord, el Arsenal y el Manchester United, las lesiones le han mermado a lo largo de su carrera. Confiesa que casi no recuerda lo que es poder competir al 100%. "Estoy bien, preparado para comenzar el Mundial pero con dolores que me persiguen en los últimos cinco ó seis años", reconoce el ariete, de 30 años.

Observa con recelo el choque ante España, "ya que aún tiene una de las mejores selecciones del mundo, aunque hay curiosidad por ver cómo llegan sus futbolistas a esta Copa del Mundo". Anticipa que "será un choque muy complicado. Claro que deseamos la revancha de la final de Johannesburgo, pero han demostrado estos últimos años que son un equipo extraordinario. Se trata de un examen duro para nosotros, pero tenemos muchas esperanzas y sabemos que podemos vencer a cualquiera. Para conseguirlo tenemos que ser fuertes, jugar unidos y dar lo mejor de nosotros".

Robin se crece ante la responsabilidad. Tras recoger de Sneijder el brazalete de capitán en junio del pasado año, el delantero marcó seis goles en los últimos cuatro partidos de la fase de clasificación, lo que le convirtió en máximo realizador europeo con 11 dianas. De paso, logró un hito: "Convertirse en el máximo goleador holandés de todos los tiempos es muy especial. Kluivert poseyó el récord durante 10 años, y poder celebrar mi gol número 40 con él fue muy bonito", recuerda Van Persie. "Ahora soy el capitán y lo asumo con orgullo, pero en el terreno de juego mis tareas siguen siendo las mismas. La única cosa que ha cambiado es mi edad y que me han salido más canas", bromea el punta de Rotterdam en una entrevista a la FIFA.

Los recuerdos de Sudáfrica se grabaron en el 'disco duro' de Van Persie. "Estuvimos a punto de alcanzar la cima y fue una experiencia sensacional. La clave de todo fue que existía buena química en el grupo y el cuerpo técnico era brillante. La mayoría éramos compañeros desde hacía un par de años y ya estábamos compenetrados. Entonces, cuando marcó el gol Iniesta, lo sentí como una gran decepción pero ahora creo que fue un gran éxito. Para un país pequeño como el nuestro, fue un orgullo lo que hicimos ante rivales de enorme categoría".