Mariola Cantarero se pone coplera

También el domingo, el Teatro de la Zarzuela contará con la presencia de la soprano granadina Mariola Cantarero , que ensaya estos días una nueva producción de la ópera «Marina» de Arrieta que se estrenará sobre este mismo escenario el 15 de marzo, con un reparto de lujo que incluye a Celso Albelo, Juan José Rodríguez y Simón Orfila, entre otros. La dirección musical será de Cristóbal Soler y la de escena de Ignacio García.

Cantarero hace un paréntesis para ofrecer un recital de copla -«para mí es como un divertimento», confiesa a ABC-, en el que, acompañada por el pianista Rubén Fernández, abordará títulos tan populares como «La Zarzamora», «¡Ay, pena, penita!», «Lola la Piconera», «Ojos verdes», «María de la O», «Tatuaje»..., todos ellos con música del maestro Quiroga, con letras de Antonio Quintero, Rafael de León y Salvador Valderde.

No es la primera vez que la soprano aborda este género. «El espectáculo fue idea de Emilio Sagi y ya lo hicimos hace dos años en el Teatro Arriaga», explica. Sin embargo, muchos reciben este proyecto con sorpresa. «Hasta mi familia se sorprendió», confiesa entre risas, para luego aclarar que no hay tanta distancia entre cantar zarzuela o copla.

«Es una música que no me resulta tan lejana. Sus coplas cuentan historias y dramas como los que puede haber en la zarzuela. Y yo nos la canto de distinta manera de como lo haría con Falla o Granados. Hemos realizado un gran trabajo a la hora de arreglar las partituras originales para adecuarlo a mi voz -indica-. Ha consistido en rescatar la copla como se hacia antiguamente. Imperio Argentina, Conchita Piquer... eran tiples en definitiva. Entonces se cantaba la copla de una manera mucho más pura, no había tanto quiebro. Hoy en día los flamencos, que también abordan este género, incluyen en él quiebros y quejíos que los incluyen en medio de la melodía. Hacen melismas, algo que antiguamente no se hacía porque se preocupaban de mantener melodías más largas. Eso es lo que nosotros hemos querido recuperar», matiza la soprano.

Entre todas las coplas que abordará este domingo, Cantero tiene también su favorita: «Me embrujaste». «Es de las menos conocidas del repertorio pero me he enamorado de ella porque me recuerda a la Semana Santa y me huele a Azahar».

En un momento en que los cantantes líricos prueban en otros géneros más populares, para la soprano granadina el objetivo de este proyecto no es acercarse a un mayor número de público ajeno a la ópera. «Al contrario, es acercar este tipo de repertorio al público operístico, dignificando el género y dándole el sitio que merece pues es un género lírico español cercano a la zarzuela. Incluso algunas sopranos de finales del XIX incluían al final de la zarzuela coplas», recuerda Cantarero que lucirá este domingo dos batas de cola confeccionadas por el Teatro de la Maestranza.

Considerada una de nuestras mejores voces líricas, con un extraordinario talento para moverse sobre el escenario, Cantarero reconoce que en estos momentos de crisis ella no se puede quejar. «Ahora estoy con Marina, un proyecto maravilloso y vengo de Shanghai de cantar Traviata... Soy una privilegiada porque tengo trabajo, hago lo que me gusta y no he notado tanto la bajada de caché pero sé que muchos compañeros lo están pasando mal. Ahora en los teatros programan de otra manera, menos títulos, y eso se nota. Espero que todos juntos podamos salir de esto y que la cultura se mantenga».

La soprano granadina tiene proyectos en el Teatro de la Maestranza, «donde participaré el próximo mes de junio en «Rigoletto», de Verdi; y en 2015, en el Liceo de Barcelona.«Todavía queda un poco», bromea. Sin embargo, en el Teatro Real no tiene nada a la vista. «No, no tengo nada previsto», contesta entre risas la soprano cuya última participación en el coliseo madrileño fue en el último «Rigoletto», con José Bros y Leo Nucci.