«Recuerdos de Jane Austen»: la biografía de un sobrino muy agradecido

James Edward Austen-Leigh ya era un hombre de 70 años cuando emprendió aquella aventura, la de escribir la que fue la primera biografía sobre la vida y milagros de su tía, aquella escritora serena y discreta, aquel seudónimo que firmó obras como «Sentido y sensibilidad» (1811), «Orgullo y prejuicio» (1813), «Emma» (1815) o «Persuasión» (1818, póstuma), aquella novelista llamada Jane Austen .

Así pues, el sobrino James (hijo del hermano mayor de Jane) se puso a la tarea, y lo hizo con tanto tino, eficacia y cariño como los que le inspiraba el recuerdo de su tía novelista.

«Ha pasado más de medio siglo desde que yo, el más joven del cortejo fúnebre, asistí al funeral de mi querida tía Jane , en la catedral de Winchester; y ahora que soy anciano me preguntan si mi memoria será capaz de rescatar del olvido episodios de su vida o rasgos de carácter que satifagan la curiosidad de una generación de lectores nacidos tras su fallecimiento. Su vida estuvo singularmente desprovista de incidentes...», comenzaba James su obra.

Pero el agradecido sobrino salió airoso del empeño y ahora llega en hermosa edición de Alba (con delicada y deliciosa traducción de Marta Salís ) este libro sencillo pero primoroso, «Recuerdos de Jane Austen» .

Para escribirlo, el sobrinísimo James Edward se valió de sus propios recuerdos en primera persona, también de los que le aportaron otros familiares y conocidos de la tía Jane , cartas, escritos juveniles, y hasta la divertida aportación de un «Esquema de una novela atendiendo distintas recomendaciones».

Material todo él con el que reivindicó no solo al tierno personaje de carne y hueso sino también a la genial escritora, ante cuyas obras la crítica y la sociedad aún andaban divididas. «Sus novelas son como fotografías en las que los rasgos no se suavizan», escribió James Edward Austen-Leight. O como la propia Austen decía : «Tres o cuatro familias en un pequeño pueblo es justo aquello con lo que hay que trabajar»

Durante generaciones, las obras de Jane Austen acompañaron nuestros primeros pinitos como lectores. Ella nos enseñó con palabras sencillas y nítidos trazos los rincones de las vidas cotidianas de familias casi siempre normales, casi siempre corrientes.

Repasar lo que fue la vida de «nuestra» tía Jane es casi un deber para cualquiera de sus lectores, porque de bien nacidos es ser agradecidos. Y los libros de Jane Austen , dos siglos después de ser escritos nos siguen haciendo compañía.