Pilar Jurado: «Los más puristas ya han dejado de criticarme»
La artista presenta el martes en el Coliseum de Madrid su nuevo disco, «Una voz de cine». «Componer una banda sonora» es uno de los sueños que le quedan por cumplir, asegura la soprano y compositora
SUSANA GAVIÑA
Cuando no se ha cumplido un año de la presentación de su primera ópera, «La página en blanco», que la convirtió en la primera mujer en estrenar en el Teatro Real, Pilar Jurado ofrece un nuevo registro dentro de su dilatada y versátil trayectoria. Se ... trata de la publicación del disco «Una voz de cine», una recopilación de algunos de los temas más populares del Séptimo Arte. Un crossover que tiene más que ver con «PJ Project», una grabación en la que combinaba los sonidos clásicos con la electrónica, que con «L'Arte della Coloratura», donde demostró su virtuosismo en el dominio del bel canto.
Con este disco, que sorprenderá por su magnífica factura y el toque de glamour que recuerda a los años dorados del cine de Hollywood —incluso se ha teñido de rubia—, Jurado ha cumplido algunos de sus pasiones infantiles. Para realizar «Una voz de cine», que se presentará el próximo día 22 en el teatro Coliseum de Madrid y que recalará después en Barcelona, Ávila y Bilbao, la artista ha contado con la colaboración de Tony Carmona, guitarrista y arreglista además de su pareja desde hace dos años, que le ha ayudado a imprimirle a este disco el toque del musical y el aroma del jazz.
Pilar Jurado habla con ABC sobre la gestación de este disco, que supone también un trampolín internacional, pues será presentado en Nueva York y Miami. «Tengo una agencia que me ve no como una cantante, una directora o una compositora, sino como una artista global, que es lo que más interesa en Estados Unidos», afirma orgullosa y emocionada la soprano, un día antes de viajar a la Gran Manzana para concretar algunos detalles. El vehículo para este salto internacional es, en palabras de la soprano, es este trabajo «tremendamente comercial pero con mucha calidad».
—Usted se ha caracterizado por abordar, sin ningún pudor, proyectos muy diferentes, ¿por qué este giro ahora hacia el cine?
—Realizar «PJ Project» me animó a hacer de vez en cuando trabajos que se salieran un poco de los márgenes de la música clásica. Siempre me ha gustado combinar las cosas más intelectuales con otras asequibles, y no encasillarme. Lo importante para mí es abordarlo todo con calidad y alcanzado un nivel. Este disco me ha permitido además encontrar partes de mi voz que desconocía, formas de cantar que eran muy distintas a la mía, pero en ningún caso he intentado emular a otras canantes. Me ha permitido ser yo e ir más allá de mis propios límites dentro del terreno de la música clásica.
—Como intérprete de música contemporánea, género muy complejo vocalmente, usted ya ha puesto a prueba su voz en muchas ocasiones...
—Sí, he interpretado cosas muy diferentes, y eso es lo que he intentado hacer aquí, aplicar diversas técnicas vocales.
—¿Cuál es su relación con el Séptimo Arte?
—Desde la infancia siempre me ha motivado mucho el cine, que es mi otra pasión junto con la música, aunque ésta es mi modus vivendi . Además, cuando estudié composición también estudié composición de música de cine y uno de mis profesores fue Ennio Morricone. Espero que con el tiempo se cumpla uno de mis sueños, que es componer una banda sonora.
—Resulta curioso que diga esto, pues algunos compositores de música clásica que crearon numerosas bandas sonoras para el cine, han renegado después de esta etapa creativa...
—Yo no reniego de nada de lo que hago pues juego a caballo ganador en todas las aventuras en las que me involucro. Da igual que sea un género u otro, lo que importa es si está bien hecho. Es cierto que algunos compositores optaron por este camino como medio de vida. Yo, gracias a Dios, todavía no he tenido que hacer nada por dinero o por necesidad. He tenido mucha suerte y he podido vivir de lo que quería, y me ha permitido incluso asumir la producción de este disco, que no es barata, ya que tiene una promoción muy potente y ha nacido con carácter internacional.
—¿Ya no le preocupan las críticas de determinados sectores por hacer algo tan comercial?
—Creo que Pilar Jurado ya no es criticada por los más puristas (se ríe), porque ya saben quien soy. He construido una imagen y una trayectoria que me permite disfrutar de esa libertad a la hora de elegir los proyectos.
—¿Cómo ha elegido las canciones del disco?
—Siempre he tenido canciones favoritas, como «Over the rainbow» o los temas de «Sonrisas y lágrimas», que cantaba ya con diez años, y, por supuesto, todos los musicales americanos, por eso me hacía mucha ilusión este trabajo. Cada tema tiene su propia historia. «Cinema paradiso» es de Ennio Morricone y está claro porqué la he elegido; «La vie en rose», que canté cuando estudiaba en Bélgica; «O mio babbino caro», de «Una habitación con vistas», que me gusta mucho; «Libertango», donde hago una mezcla entre Nina Hagen y Grace Jones (se ríe). También está «My favorite things», de «Sonrisas y lágrimas», que la eligió Tony y para la que ha hecho la versión más bonita que he escuchado nunca, o «L'amour», la habanera de la ópera «Carmen», que aparece en muchas películas y a la que le he dado un toque de jazz pero que, sin embargo, es posiblemente el tema en el que estoy más lírica.
—Uno de los handicap de los crossover interpretado por cantantes de ópera es precisamente el exceso de lirismo...
—En este aspecto ha tenido mucha importancia Tony Carmona, productor de esta historia y que aparece en mi vida hace dos años en el momento justo que yo quería abordar este proyecto. Un trabajo en el que además de la música escrita para el cine me interesaba aquella que se había hecho popular gracias a él, y que yo he querido recrear fusionando el musical, la música clásica y el jazz.
—Este disco supone también su lanzamiento internacional, ¿era el momento para ello?
—Siempre he dicho que me he dejado fluir como la vida, y ésta me ha dado la razón. Estos dos últimos años han sido de no poder respirar, llenos de sorpresas y siempre intentando estar a la altura de todos los retos. Por eso estoy preparada para afrontar ahora esta carrera internacional y ya tengo una agenda muy apretada, en la que debo compatibilizar el lanzamiento de este disco con mis compromisos como compositora. En todos mis viajes me acompaña un teclado para trabajar, y sigo escribiendo en los aviones, en los hoteles... Pero también tengo que decir que estoy muy contenta con todo lo que está pasando.
—¿Trabajar con su pareja ha resultado fácil?
—Ha habido momentos de discusión (se ríe), pero lo cierto es que él ha sido determinante. Sin Tony sí existiría este disco pero sería muy distinto.
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