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ABC Cultural

ÓPERA

Un «Faust» anticrisis

La ópera de Gounod, interpretada por Beczala, Schrott, toyanova, Tézier y Deshayes, bajo la dirección musical de Vallet, abrió la temporada del Liceo

Un «Faust» anticrisis A.BOFILL

PABLO MELÉNDEZ-HADDAD

La inauguración de la temporada liceísta se llevó a cabo el viernes en completa coherencia con las directrices que marca esta grave crisis la cual, enquistada en nuestra sociedad, está obligando a artistas de toda índole –y a profesionales y trabajadores- a buscarse la vida ... en otras partes del mundo, allí donde se crean puestos de trabajo o donde hay sitio para la creatividad. Los recortes en el presupuesto del coliseo lírico barcelonés empujaron a sus responsables a cerrarlo durante el mes de septiembre: como consecuencia, esta primera ópera del curso 2011-12 debió representarse en versión de concierto, eliminando el previsto montaje escénico. Aun así los intérpretes, capitaneados por el olfato teatral del barítono Erwin Schrott –aquí, como Méphistophélès-, contribuyeron con un mínimo «atrezzo» a hacer más creíbles las escenas. Schrott evitó el frac y la pajarita y se puso un diabólico abrigo de piel negra, el único del reparto que prefirió darle color a su personaje. Pero este demonio en versión francesa no le va al cantante uruguayo, aunque sí por personalidad -eso se hizo evidente- pero no desde el punto de vista vocal: son muchas las frases solucionadas a medias, sin la afinación precisa, yerra en la búsqueda de un sonido uniforme y a ratos empuja, justo al otro extremo de lo demostrado por un inmenso Ludovic Tézier en el rol de Valentin, barítono modélico, expresivo, dueño de una voz de amplio espectro y siempre equilibrada. Ambos, en todo caso, arrasaron en el capítulo de aplausos.

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