En busca del verdadero origen del cava
Sant Sadurní d'Anoia concentra la mayoría de productores de este vino espumoso, el segundo del mundo en consumo tras el champán
En busca del verdadero origen del cava
Bienvenidos al país del Cava. El cartel con este saludo a la entrada de Sant Sadurní d'Anoia invita a una ruta entre viñedos. A unos 50 kilómetros de Barcelona , Sant Sadurní concentra la mayoría de productores de este vino espumoso.
Esta localidad es ... también el inicio de un recorrido por la comarca catalana del Alt Penedès a través de carreteras que discurren por un paisaje de pendientes sembradas de hileras de vides, de bosques de pinos, de pueblos diseminados y, como telón de fondo, a veces nítida, a veces entre brumas, la inconfundible silueta grisácea del macizo de Montserrat.
En estos parajes mediterráneos nació el Cava según el método de elaboración del champán francés. Fue en 1872, cuando Josep Raventós i Fatjó, de la histórica casa Codorníu, elaboró las primeras 3.000 botellas de Cava siguiendo el proceso de la segunda fermentación en botella.
Iniciamos la ruta junto a la estación de trenes de Sant Sadurní, donde descorchamos el primer nombre propio que sabe a fiesta: Freixenet. Su sede, histórico ejemplo del arte modernista, construida en 1927, exhibe en su fachada bellísimos azulejos con motivos vitícolas. Freixenet es, junto con Codorníu, el mayor productor español de Cava.
Ambas empresas cuentan con instalaciones que se recorren en visitas guiadas a través de kilómetros de galerías bajo tierra -las cavas de donde toma el nombre este tesoro líquido-, donde reposan, inclinadas y a oscuras, las tradicionales botellas de vidrio que guardan y maduran el zumo de las uvas.
En toda la comarca del Penedès hay, sin embargo, hasta 185 grandes, medianos y pequeños productores adscritos al Consejo Regulador del Cava . Muchos de los nombres de estas bodegas corresponden a los apellidos de las familias propietarias de los viñedos.
Vivencias modernistas en Sant Sadurní
La visita al centro del pueblo depara un encuentro con el legado modernista que pervive en algunas de sus casas, con sus vidrieras y sus balconadas de hierro forjado. En la plaza de Manuel Raventós hay una enoteca donde detenerse mirando las etiquetas de sus estanterías: Cal Feru, fundada en 1934. En la calle Hospital, donde está la oficina de turismo, vemos varios establecimientos con solera.
A la vuelta de la esquina sale al paso la plaza del Ayuntamiento. Este espacio acoge varios de los actos de la Semana del Cava, que se celebra cada año tras la vendimia, durante la segunda semana de octubre.
Antes de alejarse del centro del pueblo, algunas recomendaciones más. La primera, en el número 1 de la plaza Pau Casals, es Món del Cava, un centro profesional de viticultura donde se pueden adquirir desde unas copas de flauta, las mejores para beber cava, hasta muebles y accesorios para montarse una bodega. Hay que efectuar también una visita a la cautivadora iglesia románica de Sant Benet d'Espiells, de una sola nave.
Saliendo de Sant Sadurní vamos en dirección a Vilafranca del Penedès por la C-343A. En la corta distancia que les separa, la vista se pierde entre océanos de cepas, desnudas en invierno y cuajadas de hojas y de racimos en verano.
En Vilafranca, famosa por sus castellers, hay que pasear por la Rambla de Sant Francesc, escenario cada enero de la fiesta de la xató, un plato típico de la zona, elaborado con productos de la huerta y el mar, aderezado con una salsa a base de frutos secos, tomate, aceite, ajos, etc., que admite múltiples variantes. Recorrer las calles en torno a la iglesia y al claustro de Sant Francesc es como echar un pulso al paso del tiempo.
También se pueden subir las escaleras de caracol que ascienden hasta el campanario de la iglesia de Santa María para contemplar el paisaje de la zona, o perderse en el Museo del Vino y pasear y admirar la Plaza Jaume I.
Sant Martí Sarroca
Dejando Vilafranca hay que dirigirse por la BP-2121 a Sant Martí Sarroca. Por el camino encontraremos el desvío a las bodegas Ramagosa Torné o Rovellats, entre otros ejemplos del sector elaborador vitivinícola de la zona.
En Sant Martí Sarroca se puede ir directamente con el coche hasta el espectacular e imponente conjunto que forman el castillo de Sant Martí, del siglo X, y la vecina iglesia de Santa María, del siglo XIII, una joya del románico por el interés de su decoración escultórica. Fue restaurada a principios del siglo XX por el arquitecto y político Josep Puig i Cadafalch y está catalogada como Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional. Desde la atalaya natural del castillo de Sant Martí, las vistas de los pueblos y paisajes de la comarca son espectaculares.
Con las panorámicas de los viñedos en la retina, hay que volver sobre los pasos dados para cerrar la ruta.
Muy cerca de Vilafranca, tomando la dirección hacia Igualada, por la C-15, puede hacerse un desvío a Sant Pere de Riudebitlles para contemplar el palacio de los marqueses de Llió (siglos XIII-XIV). Retomado el camino por la BP-2151 a Sant Sadurní, a la izquierda, pasado Torrelavid, está la heredad Segura Viudas, que cada vendimia organiza jornadas de trabajo y catas.
Tras dejar atrás el desvío a los campos de viñedos de Agustí Torelló i Mata regresamos a Sant Sadurní. La ruta puede acabar con una copa de Cava en la mano degustada, por ejemplo, en el pueblo de Sant Pau d'Ordal, a escasos cinco kilómetros de Sant Sadurní.
El producto: rincón del cava
Denominación de Origen (D.O.). Para elaborarlo se utilizan, de forma monovarietal o mezcladas. Los tipos principales de uva son la macabeo (produce un vino de aroma delicado), la parellada (aporta aroma floral y sutil) y la xarel.lo (aporta consistencia y acidez). Además se han sumado otras como la chardonnay, la malvasía de La Rioja o la trepat, ésta última sólo para elaborar Cava rosado
Lo que hace de este cava un producto único son las especiales características de las tierras del Penedès; el reposo del jugo de las uvas en grandes cavas subterráneas; el mimo con el que se las cultiva, cuida y recoge; y la tradición y técnicas de elaboración de los bodegueros.
Fundación Española de la Nutrición: Su contenido de alcohol y azúcares determinará su valor calórico: alrededor de 87 kcal./100 ml. Un consumo moderado disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Su principal componente es el agua, aunque contiene diversos compuestos en pequeñas cantidades de interés nutricional, como ácidos orgánicos, vitaminas, minerales y antioxidantes.
Productos de la zona
En el Penedès son famosas las cocas enramadas, una masa de pan afinada sobre la que se pone cebolla, patata muy fina, pimiento rojo, tocino o butifarra y piñones (en El Vendrell se elaboran con longaniza o arenque). Pero el plato que despierta pasiones y que se ha convertido en un atractivo turístico de esta comarca y la vecina del Garraf es el xató, una ensalada a base de escarola y bacalao desmigado acompañada de una salsa y que en cada población se prepara con alguna variante. Entre los dulces destacan las catanas de Vilafranca del Penedès, almendra recubierta de chocolate y cacao en polvo. Los sábados son días de mercado en Sant Sadurní y en Vilafranca.
Qué comprar
Lo más representativo del Penedès son los viñedos, así que la mejor compra que se puede hacer es cava y vino en las mismas bodegas y, también, licores como la ratafía. En las vinotecas se pueden adquirir decantadores, copas y utensilios para la bodega de casa, además de chapas de cava para coleccionistas. Otros productos de la zona son el aceite de oliva de la variedad arbequina, las almendras y las avellanas.
Visita obligada
Es la catedral del Cava. Desde el año 1551, la bodega Codorníu ha vivido para y por el Cava. El conjunto está situado a las afueras de Sant Sadurní. Es un magnífico edificio modernista obra del arquitecto Puig i Cadafalch, declarado Monumento Histórico -Artístico. El centro de visitantes parece realmente un templo, con sus arcadas y sus vidrieras. Un laberinto de galerías subterráneas, con arcadas de ladrillo, que ocupa 200.000 metros cuadrados. La visita guiada se hace en un tren eléctrico.
Sorpresa
Caminar entre los viñedos es posible y placentero. Camins del Vi i del Cava son diez senderos de pequeño recorrido que suman más de 370 km. a lo largo y ancho de toda la comarca. Están señalizados, dependiendo de su dificultad, con diferentes colores. Algunos de los caminos llevan el nombre de las distintas variedades de uva. Hay empresas especializadas que organizan recorridos guiados que acaban, inevitablemente, en una bodega.
Fuente: Guía Repsol .
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