El «choque» de los aeródromos

Los gestores del primero dicen que de llevarse a cabo la construcción del aeródromo del Suroeste «ambos serían incompatibles» y que, por tanto, el suyo «desaparecería»; desde el Gobierno regional madrileño subrayan que «claro que ambos aeródromos son compatibles» . Y pone ejemplos ya conocidos como el del aeropuerto de Menorca y el aeródromo de San Luis, situados uno del otro «a menos de tres kilómetros»; o el de Madrid-Barajas y Torrejón de Ardoz, «a menos de cinco kilómetros de distancia».

Ambas partes coinciden en que en España el mercado de vuelos ejecutivos está aún por explotar, muy lejos del nivel de otros países. Hasta ahora este tipo de vuelos se vienen haciendo, por ejemplo, en la Terminal 3 del aeropuerto de Barajas. Pero, al ser esta una instalación de carácter comercial, no resulta acorde con lo que demanda el tipo de cliente de estos vuelos. Tampoco Cuatro Vientos reúne las condiciones y, además , no puede ampliarse por la cercanía de los núcleos urbanos.

Pues bien, ante esta disyuntiva, el Gobierno madrileño planteó hace unos años la posibilidad de construir un aeródromo que acogiera los vuelos ejecutivos que ahora tiene Barajas y, de paso, permitiera cerrar Cuatro Vientos. El lugar elegido fue «muy estudiado» y se sitúa en El Álamo, pero he aquí el problema: en esa misma zona está ya el aeródromo de Casarrubios, que lleva desde 1996 funcionando. Aquella idea del Gobierno regional, entonces presidido por Esperanza Aguirre , quedó en un cajón, pero fue resucitada el año pasado. Justo en el momento en el que el magnate norteamericano Sheldon Adelson eligió Alcorcón como el lugar donde construir su macrocomplejo de casinos.

Infraestructura «necesaria»

La familia Elduayen, propietaria del aeródromo de Casarrubios, siempre ha dejado claro que «no se opone» al plan de la Comunidad de Madrid. Es más, creen «necesaria» esta infraestructura para cubrir ese mercado por explotar de los vuelos ejecutivos. La empresa privada que gane el concurso público y acabe gestionando el aeródromo del Suroeste podría construir como tope dos pistas con una longitud máxima de 2.600 y 1.000 metros, respectivamente.

Desde Casarrubios insisten en que no se oponen a este proyecto en ningún caso. Sin embargo, no comparten la ubicación donde el Gobierno regional plantea construir el nuevo aeródromo. Por varias razones. Una de las más importantes es por que, en su opinión, colisionaría con el tráfico aéreo de la infraestructura ya construida, además de con la base militar de Getafe. Y además porque el nivel de decibelios soportable para un núcleo urbano —en este caso el de la zona de El Álamo— estaría por encima de lo permitido.

Lo que plantean desde Casarrubios es que la «única solución» posible es hacer un «proyecto conjunto» en el que el nuevo aeródromo del Suroeste «aproveche la pista de 1.000 metros ya existente en Casarrubios» y construya la de 2.600 metros en paralelo a ésta para evitar así la colisión en el espacio aéreo. Además, dicen que si desde el Gobierno regional optaran por esta opción ambas pistas podrían incluso alargarse y que no importa que entraran en territorio de Castilla-La Mancha, pues las pistas son «siempre de titularidad estatal, no regional».

Y de esto, ¿qué opina la Comunidad Madrileña? Pues sencillamente que no es posible lo que propone Casarrubios. Primero niegan la mayor de que ambos aeródromos no sean compatibles, pues «así lo recogió el acta de la Comisión Interministerial Defensa Fomento (CIDEFO) del 04/05/2011 en donde se informó favorablemente, tanto por parte del Ejército del Aire como por parte de AENA». En cuanto a la base militar de Getafe dicen que tampoco hay incompatibilidad, sino que lo único que se señala es que «los controladores de ambos aeródromos se tienen que poner de acuerdo».

Aviación ejecutiva

Segundo, que lo que pretende el Gobierno regional es «un proyecto completamente diferente» al que existe en Casarrubios, pues lo que se quiere captar son los vuelos de negocios —lo que se conoce como aviación ejecutiva— , «algo que no tienen ellos». Y tercero, contestan desde la Comunidad, «no nos podemos plantear entrar en Castilla-La Mancha, algo que por cierto ellos sí han hecho en Madrid de una manera ilegal».

¿Cuál es el plan de la Comunidad? «Obtener desde Aviación Civil la Licencia de Aviación General, es decir, la compatibilidad del aeródromo con el resto de la zona, y a partir de ahí hacer un concurso público en el que la empresa privada que gane decida qué construye». Lo máximo, ya se sabe según el Plan Director de la Comunidad, son dos pistas, una de 2.600 metros y otra de 1.000.

Eso quiere decir, aseguran desde el Gobierno regional, que los gerentes de Casarrubios podrían optar al concurso público y, en caso de ganarle, construir solo la pista grande, ya que al tener una pista de 1.000 metros no haría falta hacer otra. Pero, eso sí, la pista de 2.600 metros se construiría entera en territorio madrileño, no en ambas comunidades, que es lo que propone la dirección de Casarrubios.

De momento, y pese a las buenas palabras de ambas partes, el conflicto permanece enquistado y a la espera de la llegada de Eurovegas.