Hyperloop: cuenta atrás para conseguir que el tren supersónico lleve sello español

Por un lado, cinco estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) componen el equipo Makers UPV Team . Por otro, trece jóvenes del programa GAIA, un Máster online de la Fundación Universidad Empresa (FUE) junto con la Universidad de Alcalá (UAH), forman el GAIA Hyperloop Team . Ambos grupos participan en la « Hyperloop Pod Competition », el concurso organizado por Space X en el que se dan cita más de 1.000 estudiantes de 20 países para diseñar y construir el mejor prototipo de una cápsula o vaina que viaje a través del tubo .

Desde el pasado mes de septiembre estos jóvenes trabajan sin descanso para presentar el proyecto. El miércoles 20 de enero finalizó el plazo de presentación del diseño final del prototipo y ahora esperan impacientes a los días 29 y 30. Ahora, les toca enfrentarse a la prueba de fuego: exponer el diseño final y defenderlo ante el jurado en Texas.

«Han sido días muy intensos y hemos aprendido muchísimo», reconoce Juan Vicent Balaguer , uno de los estudiantes de la UPV. Se han enfrentado a jornadas maratonianas de trabajo que, además, tenían que compaginar con sus estudios y prácticas profesionales. «Desde las 06:00 que me levantaba, no paraba», reconoce César Hidalgo , del GAIA Hyperloop Team.

Si de algo presume Luis González , capitán del equipo de la UAH, es del compromiso, dedicación y esfuerzo de los alumnos . «Cuando nos enteramos de que Space X convocaba este concurso quisimos presentarnos. Para ello, necesitábamos formar un equipo muy comprometido y la verdad es que la respuesta fue muy buena», asegura. A pesar de que todos los miembros del GAIA Hyperloop Team están trabajando, ninguno ha fallado en su compromiso. «Es un equipo muy joven y cada uno se ha hecho responsable de su parte», asegura. Aunque el grupo de WhatsApp les ha sido de gran ayuda para estar en contacto, « la respuesta de los chicos ha sido estupenda », reconoce el capitán.

Aunque ninguno de los equipos ha querido desvelar en qué consiste su prototipo -toca esperar a la final-, aseguran que no van a defraudar. «Nos tocará presentar el proyecto ante un jurado muy exigente, y estamos preparándonos duro. Tras haber redactado el documento técnico, ahora toca impresionarles. Buscaremos impactar a la audiencia , tratar de demostrar que bajo los cálculos y las cifras hay detrás un equipo decidido, joven y dinámico, con mucho potencial», asegura Juan Vicent.

«El diseño de nuestra vaina tiene cosas muy interesantes», afirma por su parte Luis González, «y estamos muy orgullosos de los subsistemas que presentamos: levitación, propulsión y navegación segura ». Precisamente, en los dos primeros han utilizado «una tecnología secreta», asegura Jorge Trallero, otro de los jóvenes miembro del equipo, de la que no puede desvelar nada.

Todo es secreto hasta la fase final. En caso de ser elegidos, pasarían a la fase de pruebas: construir la auténtica vaina a partir de febrero.

« Nos clasifiquemos o no, vamos a seguir haciendo lo que más nos gusta: crear e inventar cosas nuevas », adelanta Juan Vicent. «Lo que sabemos a ciencia cierta es que, pase lo que pase, habremos aprendido un montón de la experiencia, nos lo habremos pasado genial y habremos hecho un montón de contactos. Con nuestro trabajo también esperamos motivar a más estudiantes a que se muevan y participen activamente en grupos de estudiantes, pues se aprende muchísimo trabajando en equipos multidisciplinares para concursos como estos», afirma.

En la misma línea optimista se sitúa el GAIA Hyperloop Team. « No dejaremos de lado la ilusión de intentar hacer cosas nuevas », adelanta César Hidalgo.

Ahora, sólo esperan poder clasificarse y plantar cara a quienes califican de «locura» e «irrealidad» el proyecto de Elon Musk. «Muchos otros grandes inventos de la humanidad han parecido imposibles durante años. La tecnología es posible, solo faltan los recursos », asegura Juan Vicent.

« Son jóvenes que quieren escribir la historia, no leerla », concluye Luis González. Y el Hyperloop puede ser el primer capítulo que ellos mismos firmen sobre la revolución del transporte terrestre.