MWC 2014: Ford desvela su proyecto de coche sin conductor para ir contra Google

El vehículo está equipado con cuatro sensores infrarrojos de luz llamados LiDAR (Light Detection and Ranging) que escanean en todas direcciones alrededor del coche para detectar, en un radio de 70 metros, objetos como vehículos, peatones, ciclistas e incluso animales pequeños. Los sensores generan un mapa 3D en tiempo real rebotando la luz infrarroja en cualquier objeto con el que tropiecen en au rango de alcance, y calculando al mismo tiempo la distancia entre el vehículo y esos objetos a un ritmo de 2.5 millones de mediciones por segundo. El funcionamiento se parece bastante al de un radar, pero en LIDAR el sonido se sustituye por luz.

Para poner a punto su vehículo, Ford ha colaborado durante los últimos años con instituciones como las universidades de Michigan o Sanford o el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT). Con ellos, la firma ha logrado poner a punto nuevos sensores inteligentes y también nuevos algoritmos que permitan al coche predecir cuál será la posición futura de un obstáculo en movimiento, como un peatón o un animal que se cruza de repente en la calzada.

En Europa, Ford también ha anunciado un nuevo proyecto de investigación con la Universidad RWTH Aachen, para estudiar el desarrollo de interfaces hombre-máquina en las tecnologías de conducción autónoma, que se comunican con claridad con los conductores, y permiten a los conductores recuperar el control con facilidad y anular las funciones autónomas en cualquier momento. Una de las herramientas más importantes de estos estudios será un simulador de conducción altamente sofisticado.

Frutos de esa década de investigación hacia la conducción autónoma son, por ejemplo, los actuales sistemas que permiten a los coches aparcar solos, entender órdenes verbales, detectar situaciones de conducción peligrosa y ayudar en las frenadas de emergencia. Todas esas mejoras están ya instaladas en los últimos modelos de la compañía, y durante los próximos años veremos cómo

Los sistemas de sensores, que en la actualidad ayudan a los vehículos de Ford a aparcar, entender las órdenes por voz de los conductores, detectar situaciones de conducción peligrosa, y ayudar en las frenadas de emergencia, son la base para una conducción autónoma total. Pero los pasos siguientes hacia el vehículo autónomo ya están en marcha.

Actualmente, por ejemplo, Ford trabaja para desarrollar funciones que avisen a los conductores sobre atascos y accidentes; que ayuden durante el aparcamiento y la conducción en situaciones de tráfico lento; y todo enfocado hacia la consecución de una navegación y aparcamiento totalmente autónomos.

«En el futuro, la conducción autónoma podría ayudarnos a mejorar la seguridad del conductor y controlar inconvenientes como el tráfico y la congestión global, aunque aún hay muchas cuestiones que necesitan respuesta y estudio para hacer esto una realidad», afirmó Paul Mascarenas, director jefe técnico y vicepresidente de Ford Investigación e Innovación. «Con el coche autónomo de investigación, nuestro objetivo es probar los límites de la autonomía total y determinar los niveles adecuados para su despliegue a corto y medio plazo».