48 millones de euros: el Ferrari GTO de 1962 se convierte en el más caro de la historia del Cavallino Rampante
La casa Sotheby’s de Nueva York ha subastado el Ferrari más caro de la historia
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Ferrari 330 LM / 250 GTO de 1962
Las subastas de automóviles de lujo están adquiriendo una notoriedad casi a la par de las de arte, que son las que tradicionalmente se llevaban todo el interés mediático. Pero no todos los días, por ejemplo, se pone a la venta un Ferrari que ... ha estado guardado como oro en paño en el garaje de Fernando Alonso, y todavía ocurre con menor frecuencia —el piloto asturiano también vendió recientemente su McLaren Elva— que el protagonista de una subasta sea un coche que es casi único en el mundo.
El vehículo en cuestión es un Ferrari 330 LM / 250 GTO de 1962. Con su número de chasis registrado (3765), el coche que se ha subastado por la casa RM Sotheby’s fue la novena unidad de este modelo que se construyó en la factoría del Cavallino Rampante. En total, solo se fabricaron 34 unidades de este modelo, con idéntica carrocería, la denominada Tipo 1962. Toda una rareza.
Por este motivo, entre la prensa especializada en motor, a nivel internacional, se había especulado con la posibilidad de que se convirtiera en el coche por el que más dinero se fuera a pagar de toda la historia, superando los 135 millones de euros que alguien abonó por un Mercedes Coupé 300 SLR Uhlenhaut de 1955 el año pasado. Esta cifra es casi tres veces mayor que el Ferrari más caro de la historia; precisamente, un Ferrari GTO que se vendió en el año 2018 por una cifra de 45,4 millones de euros.
Para serlo, el comprador que puje por este Ferrari de los años 60 deberá superar los 135 millones de euros que alguien pagó por un Mercedes Coupé 300 SLR Uhlenhaut de 1955 el año pasado. Esta cifra es casi tres veces mayor que el Ferrari más caro de la historia (hasta ahora); precisamente, un Ferrari GTO que se vendió en el año 2018 por una cifra de 45,4 millones de euros.
Finalmente, tal y como ha confirmado la casa de subastas RM Sotheby’s, el Ferrari GTO de 1962 ha sido vendido por 51,7 millones de dólares, unos 48,3 millones de euros al cambio. Esto es, se ha convertido en el Ferrari más caro de la historia, pero no en el vehículo más costoso, honor que seguirá llevando a sus espaldas el citado Mercedes Coupé 300 SLR Uhlenhaut de 1955.
Una joya casi única en el mundo del motor
Tal y como explica RM Sotheby's, el Ferrari GTO que aspiraba a convertirse en el coche más caro de la historia es una joya (casi) única en el mundo porque estuvo equipado «con el único motor de 4 litros jamás instalado en un GTO oficial». Lo habitual era que estuvieran equipados con un V12 de 3.0 litros y una potencia de 300 CV, mientras que esté V12 de 4.0 litros producía 90 CV (390 CV) más.
Las normas de competición de 1962 permitieron a Ferrari montar este motor de 4 litros en el GTO. La casa de subastas explica que este fue «un experimento apropiado de la Scuderia Ferrari que demostraría ser digno», ya que el coche se comportó con muy buenas prestaciones en algunas carreras. Muy pocas, eso sí, porque la normativa cambió a corto plazo, pero suficientes para probar sus prestaciones y para que el coche enriqueciera su valor histórico. Por ejemplo, el coche terminó segundo en la general en su primera salida en los 1000 KM de Nürburgring de 1962.
Poco después, Ferrari participó con el GTO con motor de 4 motos (con seis carburadores Weber 42 DCN, puntualizan desde la casa de subastas) en las 24 horas de Le Mans, siendo esta icónica prueba el final de aquella temporada y de los eventos en los que podía competir la clase de 4 litros. En aquella prueba, el Ferrari no cruzó la línea de meta por un problema de sobrecalentamiento del motor, precisamente.
El Ferrari consiguió otros buenos resultados, teniendo una carrera corta pero exitosa. “Cuenta con una historia impresionante. Sólo su pedigrí en carreras incluye lograr una victoria en su clase y un segundo puesto en la general en los 1.000 km de Nürburgring de 1962. Fue pilotado por Mike Parkes y Lorenzo Bandini para la Scuderia Ferrari en las 24 Horas de Le Mans de 1962, y también consiguió el segundo puesto en el Campeonato de Montaña de Sicilia de 1965”, destacan desde la casa de subastas en el anuncio de su venta.
Tras un cambio de normativa en el marco competitivo, el Ferrari GTO nunca más pisó un circuito para una carrera oficial. Y por este motivo, sufrió una transformación, convirtiéndo el coche la casa italiana en un vehículo para uso privado.
Para ello, “su motor de carrera de 4 litros fue reemplazado por un motor de desarrollo GTO de 3 litros, con el que todavía está equipado hoy”, señalan desde RM Sotheby’s. Esta era su configuración habitual, la que tenían todos los GTO de la época a excepción de las citadas 34 unidades entre las que se encuentra esta que ahora se subasta. “Para asegurarse de que se completó correctamente, Ferrari hizo que John Surtees, campeón del mundo de Fórmula 1 y motociclismo, probara el coche en el Autódromo de Módena”, añaden.
La mística en torno a esta unidad de Ferrari GTO de 1962 crece si cabe un poco más al ser la primera vez en casi cuatro décadas que el coche se pone a la venta. Se sabe que ha pasado por distintos garajes; el último de ellos ubicado en Ohio, Estados Unidos. Fue en el año 1985 cuando recaló en manos del que ha sido su último propietario, presidente del Ferrari Club of American, según confirma RM Sotheby’s, que puso a punto el coche encargando una restauración a Shelton Ferrari en Florida.
Desde entonces, acumula distintos premios en salones de coches clásicos de distinto prestigio. Uno de ellos, el Best-of-Show del Amelia Island Concours d’2011, donde se impuso a otras doce unidades de Ferrari de su misma familia, los GTO. Este es uno de los concursos de “belleza” dentro del sector del automóvil más prestigiosos en Estados Unidos. También ganó, informa la casa de subastas, “un premio FCS Platinum y la Coppa Bella Macchina en el Cavallino Classic, y quedó segundo en la clase GTO en el Pebble Beach Concours d'Elegance 2011”.
Siendo una de los 34 unidades elegidas para montar de origen el motor de 4 litros, habiendo pisado el asfalto de los circuitos europeos más prestigiosos como Nürburgring y Le Mans, con premios de relumbrón a sus espaldas y al permanecer en estado de conservación envidiable tras permanecer 38 años fuera del mercado, la expectación en torno a la subasta del Ferrari en la sede de Sotheby’s en Nueva York era máxima. Y viendo la belleza del coche en cuestión y conociendo su increíble historia, no era para menos.
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Pero el Ferrari GTO del 62 se ha quedado lejos de la cifra récord de 135 millones para convertirse en el coche más caro de la historia. Es, eso sí, y no es poco, el Ferrari por el que más dinero se ha pagado hasta la fecha. No hay mejor despedida que la que le ha dado la casa de subastas tras su venta: “Ciao, Bella”. Ojalá su destino sea mostrarlo, de la forma que sea en público, y no haya sido esta la última vez que podemos ver semejante belleza hecha coche.
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