El empresario de la industria del lujo que ha desbancado a Elon Musk como el más rico del mundo

Durante un tramo del año 2023, Arnault ya fue el hombre más rico del mundo, pero Musk terminó el año en lo alto de la lista, posición que perdió cuando las acciones de Tesla cayeron y una sentencia de un juez de Delaware anuló el paquete salarial de 51.000 millones de dólares de Musk. Con dichos movimientos, Musk fue superado por Arnault, cuya fortuna está estimada en este momento en 229.800 millones de dólares.

El empresario francés, cuyo imperio dirigido desde París se levantó desde la localidad norteña de Roubaix, fronteriza con Bélgica y famosa por ser el final de una de las pruebas deportivas y ciclistas más famosas del planeta, la París-Roubaix, es una rara avis en la lista de las personas más ricas del mundo, puesto que está rodeado de empresarios norteamericanos de Silicon Valley.

Además de Musk, el top cinco de la lista lo ocupan Jeff Bezos, CEO de Amazon, con una fortuna de 195.000 millones de dólares; Mark Zuckerberg, que ha escalado puestos en la lista hasta situarse cuarto, con una fortuna valorada en 172.300 millones de dólares; y Larry Ellison, cofundador de Oracle, con 139.400 millones de euros de patrimonio. Bill Gates, durante muchos el más rico del mundo, aparece en séptima posición con una fortuna de 127.500 millones de dólares. En conjunto, las diez personas más ricas del planeta concentran casi 1,5 billones de dólares.

A modo de referencia comparativa, la persona más rica de España según Forbes, es el empresario Amancio Ortega, fundador de Inditex, con una fortuna superior a los 81 millones de dólares, veinte más de los 60 millones de dólares que tiene François-Henri Pinault, presidente y director del grupo Kering, cuarta persona más rica de Francia y empresario con intereses laborales similares al hombre más rico del planeta, ya que su conglomerado es propietario de firmas como Gucci, Balenciaga e Yves Saint Laurent, entre otras.

La persona más acaudalada del planeta lo es porque tiene en su poder más del 40% de las acciones del grupo LVMH, una compañía en pleno crecimiento en bolsa, cuyo valor actual supera los 400 millones de euros.

Pese a la trascendencia de la compañía a nivel internacional, pocas personas a pie de calle saben que bajo su paraguas conviven 76 marcas, la mayor parte de ellas archifamosas. La joya de la corona, o al menos la que supuso un cambio de inflexión en la vida de Bernard Arnault y su familia es Christian Dior, la firma que adquirió a través de la compra a finales de los años 80 de Boussac Saint-Frères, el conglomerado textil fundado por Marcel Boussac, a su vez socio de Dior en la fundación de su firma en 1946, que también era propietaria de los grandes almacenes Le Bon Marché.

Desde 1979, Bernard Arnault tomó el relevo de su padre como presidente de la compañía familiar, que previamente a la compra de Dior había hecho dinero en el negocio de la construcción, a través de la compañía familiar de la madre de Arnault, Ferret-Savinel. En 1987, Arnault invirtió en en LVMH, y el resto es historia: es la empresa de mayor capitalización de las que operan en la Bolsa de París y su presidente, que cumplirá en primavera 75 años, es la persona más rica del mundo. Arnault, además, tiene a sus cinco hijos entre sus personas de confianza. Entre ellas, Delphine, su primogénita, es consejera delegada del buque insignia de la casa, Christian Dior.

Cuando te escapes unos días a París y pasees por la avenida de Montaigne —donde está el despacho principal de la persona más rica del planeta— y alrededores, o cuando lo hagas por cualquier otra milla de oro de una gran urbe, y veas escaparates de Dior, pero también de Fendi, Celine, Givenchy, Louis Vuitton Tiffany, Bvlgari, Hublot o TAG Heuer, piensa que detrás de todos ellos está el grupo LVMH que dirige Bernault Arnault.

Haz lo mismo cuando bebas coñac Hennessy, uno de los más antiguos del mundo, o cuando brindes, si tienes la suerte, con Moët & Chandon, Krug o Dom Pérignon. O cuando compres cosméticos en tiendas como Guerlain, Benefit o Sephora, otras tres marcas que pertenecen al conglomerado empresarial familiar más potente del planeta, ese que explica por qué un hombre del norte de Francia especializado en ropa, cosméticos, relojes o champagne llega a ser la persona más rica del planeta en plena era de las tecnológicas, disputándole el trono honorífico de tú a tú a Elon Musk, probablemente el empresario más conocido del mundo.