Así es la mansión de lujo de David Lynch: una obra de arte a la venta por 13 millones de euros

Sobre una extensa ladera de 9,3 hectáreas, entre los números 7029 y 7029 de Senalda Road, una calle en pendiente típica de las colinas de Hollywood como las que tantas veces hemos visto en las películas de dicho sello, están ubicados la vivienda y el estudio de trabajo en el que pasó 40 años David Lynch, que dio forma aquí a todas sus genialidades surrealistas.

La familia de Lynch ha puesto a la venta el complejo, formado por varias parcelas y edificaciones que el director fue adquiriendo y ampliando desde que llegó al vecindario a finales de los años 80. Ahora, gracias al vendedor inmobiliario (de casas de lujo) Marc Silver, de The Agency, hemos podido conocer cómo son es la histórica vivienda de David Lynch y qué guarda su casa estudio de estilo brutalista, la misma que el director utilizó para el rodaje de Lost Highway, con la característica escalera que da acceso al interior, en la que sus fans dejaron flores y recuerdos en su honor cuando falleció el director.

En total, el complejo residencial y profesional de David Lynch, ecléctico como pocos como vas a comprobar a continuación, incluye hasta siete edificios: entre otros, su residencia, con una pequeña casa de la piscina junto a la pileta, una casa de huéspedes de dos plantas y la casa estudio, repleta de áreas de trabajo diferentes.

En 1987, David Lynch adquirió la Beverly Johnson House, una vivienda diseñada por Lloyd Wright, hijo del popular arquitecto Frank Lloyd Wright, autor de obras maestras de la arquitectura como la Casa de la cascada (Fallingwater) y el edificio que alberga el museo Guggenheim de Nueva York.

La vivienda, que data del año 1963, está reconocida por Historic Places LA, que cartografía el patrimonio histórico de la ciudad californiana. «Es un excelente ejemplo de arquitectura residencial orgánica/moderna de mediados de siglo», dice de la casa esta fuente especializada en patrimonio artístico de Los Ángeles.

No es para menos, ya que la casa de David Lynch es realmente especial, como sus obras. Destaca especialmente la presencia en todo el exterior de la vivienda, con continuidad en los espacios comunitarios interiores, de unos grandes bloques de hormigón con patrón de chevron (en forma de zig zag) que decoran espacios como la piscina, los muros de la ladera o la enorme chimenea interior.

Estos bloques de hormigón fundido son un motivo recurrente en la obra de Lloyd Wright, y el elemento estético principal de la vivienda junto al hormigón rosa de la fachada, de ahí que Eric Wright, hijo del arquitecto y nieto de Frank Lloyd Wright, lo utilizara también en la zona de la caseta de la piscina, un espacio ampliado a la residencia original en 1991. David Lynch contrató a Eric Wright para hacer esta ampliación poco después de adquirir una vivienda que en su interior evoca a finales de los años 20, combinando su estructura orgánica, que se funde con la naturaleza gracias a sus enormes ventanales, con un estilo interior muy particular, que no rompe con su imagen exterior únicamente por la citada decoración del hormigón en zig zag.

La casa, por la que Lynch pagó unos 560.000 dólares en su momento, tiene una superficie de 180 metros cuadrados, y está repleta de tragaluces que acentúan ese estilo orgánico al que hacíamos referencia. Un estilo que se mantiene en el área de la piscina diseñada por Eric Wright, que incluyó una pequeña casa y una zona de descanso dando continuidad al diseño original.

Nada tiene que ver con la residencia privada de David Lynch su estudio, una casa de estilo brutalista que el director compró en 1989 por 542.000 dólares, según diversas fuentes. Tras añadir otro edificio en el complejo en 1995, la casa estudio (por 346.000 dólares), Lynch completó así la sede de su productora, Asymmetrical Productions, donde dio forma a la inmensa mayoría de su obra. Tanto pictórica como musical y cinematográfica.

Lynch modificó significativamente ambas propiedades —se encargó el estudio bau:ton, ahora nonzero\architecture) en 1997— para adaptar su interior a sus necesidades profesionales. Por ello, la casa brutalista cuenta, por ejemplo, con una sala de producción y otra de proyección realmente especiales, únicas, como aprecias en las fotos. Sobre todo, teniendo en cuenta qué películas se trabajaron y proyectaron ahí antes de estrenarse. Por otro lado, la discreta casa estudio de Lynch fue convertida en un espacio de trabajo con un taller muy especial incluido, una gran biblioteca y con un luminoso estudio de pintura donde Lynch dio forma a buena parte de su obra pictórica.

No ha cambiado, sin embargo, un ápice la vivienda brutalista en lo que respecta a su característico aspecto exterior. La estructura tiene líneas casi surrealistas, con delgadas ventanas verticales y un techo angular realmente llamativo. En su interior, destaca la continuidad por ese estilo de aire industrial, con paredes revestidas en un yeso gris oscuro.

Se desconoce quién será el comprador de este complejo único propiedad de David Lynch hasta su muerte, un espacio que muchos de sus fans están reclamando que sea protegido y convertido en una casa museo, al estilo de tantas otras que hay repartidas por el mundo de artistas que desarrollaron su legado artístico en ellas.