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Adrien Brody: el castillo, los coches y el complemento de lujo que marcan la diferencia en el estilo del ganador del Oscar

Como sus personajes en la ficción, el actor tiene gustos muy particulares, tanto que llegó a rehabilitar un antiguo castillo. Además, es un amante de la velocidad

Los relojes de lujo de la alfombra roja de los Premios Oscar 2025

Adrien Brody tras ganar su segundo Oscar gtres
Rubén García

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Adrien Brody ha ganado su segundo Oscar al mejor actor 22 años después de ser el más joven en conquistarlo por su trabajo en El pianista. Ahora ha logrado la estatuilla por su actuación en The Brutalist. Como sus papeles en el cine, casi todo es particular en el actor nacido en Nueva York en el año 1973. Desde su imagen, con esos inconfundibles rasgos picassianos, hasta la forma en la que ha llevado su carrera —con personajes poco convencionales de películas de los cineastas más importantes— y cómo lleva su vida privada, mucho menos expuesta que la mayoría de estrellas de Hollywood. Por este motivo sabemos poco de los lujos en la vida del flamante ganador del Oscar, pero Adrien Brody nos ha dejado pequeños resquicios a lo largo de su vida para saber algunos secretos que te confesamos en estas líneas.

El amarillo no le ha dado suerte a Timotée Chalamet. Tampoco el rosa, correa de su reloj Cartier incluido, que lució el día del preestreno de la película —A complete unknown, un biopic sobre Bob Dylan— con la que ha vuelto a quedarse con la miel en los labios en la gala de los Oscar el joven actor de 29 años. El motivo ha sido otro actor neoyorquino, como Chalamet, pero 22 años mayor que él: Adrien Brody, que ha ganado su segundo Oscar a mejor actor protagonista. La primera vez lo hizo justo con la edad de su máximo «rival» en esta edición: 29 años. Fue el más joven en lograr la estatuilla en esta categoría.

Seguramente Brody y Chalamet coinciden en pocas cosas más allá de su lugar de nacimiento y su profesión. Eso sí, a ambos les gusta la moda, los relojes y los coches de lujo. Otra cosa bien distinta es que compartan gustos, cosa que da la sensación de que no hacen. Sus respectivos looks en la alfombra roja de los Oscar no son la única prueba de ello, pero no vamos a trazar otras líneas comparativas entre el estilo y los gustos de ambos. Este es el momento Brody, seguramente el de Chalamet llegará en el futuro, porque tendrá nuevas ocasiones de brillar y optar al Oscar teniendo en cuenta su exitosa carrera en Hollywood sin haber llegado a la treintena.

Adrien Brody en la gala de los SAG Gtres

La vida de lujo de Adrien Brody

Si uno se cruza por las calles de Nueva York, su ciudad, con Adrien Brody, no pensará que esa persona es un multimillonario actor de Hollywood con dos premios Oscar. Probablemente luzca vaqueros y un jersey básico, seguramente coronado con un abrigo largo, muy de su gusto, quizá una bomber si opta por una opción más informan, y una gorra beisbolera o gorro de lana. Nada llamará la atención en él a simple vista más allá de su inconfundible rostro, que parece hecho a medida para posar para los artistas cubistas.

Sin embargo, como estrella de Hollywood que es, algún lujo se permite Adrien Brody en su vida. O, por lo menos, se los ha permitido en el pasado, en forma de casas, coches o relojes de lujo.

Sin ir más lejos, se da la casualidad de que Brody comparte con László Toth, el personaje de la película The Brutalist —dirigida por Brady Corbet— que le ha hecho ganar su segundo Oscar, su gusto por la arquitectura. Así lo ha reconocido en algunas entrevistas a lo largo de su carrera, y también en uno de sus proyectos más personales: Stone Barn Castle.

En 2007, el actor regaló a su entonces pareja, la actriz española Elsa Pataky, una mansión campestre en Cleveland, Nueva York. La finca, una granja que adquirió por unos 600.000 euros entonces, incluye un histórico edificio del año 1906 diseñado por Charles William Knight que fue abandonado durante la Gran Depresión de finales de los años 20. Además, un incendio en 1946 destrozó la construcción, dejando únicamente sus muros de piedra.

En 1969, el Dr. Robert Hugel y Alison K. Jockel reconstruyeron la mansión, dándole forma de castillo que mantuvieron abierto al público y disponible para ser alquilado para eventos hasta que adquirió la propiedad Adrien Brody. El actor contrató a equipo de diseño de interiores de Giorgio Armani y a la reconocida interiorista Joy Moyler para transformar la propiedad, como la propia Moyler se ha encargado de recordar este fin de semana de los Oscar en sus redes sociales.

Brody llegó a documentar la reforma del castillo con el cineasta Kevin Ford, un proceso que se alargó durante varios años, pero la película documental nunca llegó a ver la luz.

Se desconoce si en la actualidad mantiene la propiedad en su cartera de inversiones Adrien Brody, del que tampoco se conoce su vivienda principal, aunque en alguna entrevista con medios norteamericanos se hace referencia a que el actor tiene una vivienda amueblada con un estilo clásico en la zona de Hollywood Hills, en Los Ángeles.

Los coches de carreras, una de sus pasiones

Poca gente sabe —la verdad es que pega poco con esa imagen exterior de hombre tranquilo que muestra al mundo Adrien Brody— que el ganador del Oscar es un apasionado de los coches de carreras.

No en vano, el pasado año se dejó ver en las carreras nocturnas del E-Prix Diriyah de Fórmula E, una competición de bólidos eléctricos disputada en Arabia Saudí. Allí, Brody se puso al volante del coche de carreras Fórmula E GEN3, y no dudó en posar para el recuerdo.

Lógicamente, como actor al que le gusta el mundo del motor, no han faltado coches de lujo en el garaje de Adrien Brody. Hablamos en pasado de nuevo porque el doble ganador del Oscar lleva su vida privada con discreción, y hace tiempo que no se le ve presumir de coche.

A lo largo de su vida, ya como estrella de Hollywood, Brody, que participó como protagonista de una campaña internacional que homenajeaba al icónico Fiat 500, ha sido propietario de clásicos como el Chevrolet Corvette Z06, un modelo del año 96 que, según diversas fuentes, acabó siendo vendido hace muchos años. Brody visitó la planta durante su fabricación, firmando el bloque del motor con la inscripción «Killer Vette».

Ha llovido mucho desde entonces pero este es un modelo mítico de la factoría norteamericana, que lo sigue actualizando; de hecho, la última edición data de este 2025: está valorado en más de 110.000 euros y con sus 670 caballos de fuerza y transmisión de doble embrague, es un modelo para la carretera con alma de coche de carreras.

Hay quien publicó que Adrien Brody también poseyó un Ferrari F340, pero lo cierto es que sí se le vio pilotar otro clásico, en este caso europeo: el Porsche 911. Lo hizo, por ejemplo, hace más de 20 años, en 2004, cuando ganó las Gumball 3000, una competición organizada por el empresario Maximillion Cooper inspirada en las carreras Cannonball que tuvieron lugar en Estados Unidos en la década de los 70.

Broches de lujo más que relojes

Adrien Brody, a diferencia de lo que ocurre con estrellas contemporáneas del deporte o la música, no luce últimamente relojes en su muñeca. Eso no quita, de nuevo, para que los tenga en su poder o los haya lucido en épocas pasadas.

Sin ir más lejos, lo hizo durante la promoción de Blonde, la cinta en la que Ana de Armas se mete en la piel de Marylin Monroe. Por llevar, llevó hasta un Apple Watch en una de las alfombras rojas de aquella película. Nada que ver con el Bulgari Rettangolo de oro macizo —al parecer, un diseño de su abuelo— con el levantó su primer Oscar en 2002, ni el Cartier Tank Must de oro rosa que llevó en la gala del Met del 2022, o el Chopard LUC Flying T que paseó por el Festival Internacional de Cine de Venecia el mismo año (2022).

En años anteriores, Adrien Brody también ha lucido otros relojes de lujo como el Audemars Piguet Royal Oak Offshore o el Bulgari Octo Finissimo. Sin embargo, no son los relojes el complemento de lujo que define el estilo de Adrien Brody en la actualidad. El complemento más personal del actor ganador del Oscar es el broche. Concretamente, las piezas de alta joyería, auténticas esculturas, diseñadas por Elsa Jin.

La diseñadora, formada en Bellas Artes y apasionada de la gemología, es una institución en el mundo de la joyería —primer premio en los Couture Design Awards y Medalla de Oro por Diseño de Joyas en la Bienal de Florencia, por ejemplo—. Pues bien, entre los hombres, la artista tiene a Adrien Brody en su mejor embajador, ya que ha llevado en varias ocasiones sus broches, obras de arte en las que utiliza los materiales más lujosos.

En la gala del MET de 2024 gtres

Brody lució un diseño de Elsa Jin en el Festival de Cannes de 2023, lo hizo también en la última gala del Met y no ha dudado en repetir complemento (otro modelo diferente) en la alfombra de los Oscar, el día en el que ha recibido la segunda estatuilla de su carrera. Curiosamente, Adrien Brody ha recogido el Oscar luciendo el broche en la solapa de su esmoquin de Armani, el mismo complemento, aunque de un estilo completamente distinto, que llevó en 2024 Cillian Murphy cuando recogió su Oscar: entonces, la estrella de Peaky Blinders llevó el broche HS14 Gem Brooch de Sauvereign hecho a medida para él.

No lució broche alguno de Elsa Jin Adrien Brody en sus apariciones en las alfombras rojas de todos los premios de la temporada anteriores a los Oscar. En ellos, eso sí, el actor neoyorquino ha vuelto a dar una exhibición de elegancia minimalista con una serie de looks desnudos en los que ha mezclado esmoquin y traje con su clase habitual.

En los Critics Choice, por ejemplo, brilló con un esmoquin de Dior combinado con camisa blanca, mismo esquema que utilizó en los premios Bafta, pero con una pieza de J.Crew en aquella ocasión. Y lo hizo más si cabe en los Governors Awards, cuando su estilista Jason Rembert le invitó a lucir un look monocromático, todo de negro, firmado por Celine. Por cierto, mismo esquema también, pero con traje y camiseta, que llevó en el festival de cine de Santa Barbara, un contexto más relajado, en este caso firmado por Ferragamo.

Cuando se ha bajado del esmoquin para apostar por el traje, a Adrien Brody le gustan sobre todo los tres piezas de corte estrecho y ese aire vintage que también le sienta. Especialmente los diseños de Thom Browne, como el traje negro de corte clásico que lució en los Globos de Oro o el tres piezas, más original, que llevó para presenciar el último desfile del diseñador.

Así, con prendas impecables de los mejores diseñadores del planeta decoradas con un toque tan personal como las joyas de Elsa Jin, es como ha construido Adrien Brody su imagen de galán de Hollywood, territorio que ha vuelto a conquistar más de dos décadas después con su trabajo en la maratoniana The Brutalist, cinta que nos permite disfrutar en pantalla del actor norteamericano durante más de 200 minutos.

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