El irreverente "Appetite" de Anthony Bourdain

“No hay nada innovador en las recetas de este libro. Si lo que buscas es a un genio culinario que te traslade a la tierra prometida del siguiente nivel de creatividad, busca en otra parte. Ese no soy yo”, afirma Bourdain en la introducción.

Su larga experiencia grabó en él “la necesidad de ser organizado y tener un plan”, sus viajes alrededor del mundo le añadieron una buena dosis de fusión a la hora de elegir y mezclar ingredientes, y su “tardía” experiencia como padre (tuvo a los 50 a su pequeña Ariane, eje omnipresente en esta obra) lo impulsó a “intentar recuperar el tiempo perdido” con platos evocadores, familiares y muy efectivos .

Así, Bourdain dedica “Appetites” a presentar recetas que todos deberíamos conocer, cocinar y servir a nuestros invitados. Todo ello aderezado con su estilo mordaz y rompedor . Empieza por los desayunos (“soy bueno preparando desayunos y brunchs. Durante los períodos más oscuros de mi historia laboral, esta habilidad fue tanto una bendición como una maldición”) y continúa con ensaladas, sopas y sándwiches , sin olvidarse de recomendar el maravilloso açai, el “fruto milagroso de la selva del Amazonas” influído por la alimentación de su exmujer Ottavia Busia, luchadora de artes marciales.

Un capítulo aparte merecen sus recomendaciones para organizar fiestas , en las que destila su peculiar humor práctico y su crudeza. “No importa lo que sirvas, lo bien presentado que esté, la guarnición, el exotismo o el lujo (…), lo que todo el mundo quiere, lo que todos los comensales están deseosos de probar, son los putos saladitos de salchicha congelados”, ironiza el también presentador de televisión.

Pasta, pescado y marisco (habrá que probar sus almejas con chorizo y puerro), aves, carnes, acompañamientos, aliños y recetas especiales para Acción de Gracias pasan por la lupa mordaz de Bourdain. Menos los postres … “que les jodan a los postres”, declara el chef neoyorkino y nos arroja directamente al queso como final perfecto de cualquier menú. Quién se atreve a oponerse.