Trajes para invitados, más allá del clásico azul

Qué ponerte para un evento para no caer en lo mismo de siempre

Corbata y tirantes, infalibles a la hora de llevar traje Instagram @bostonwear

07/07/2022
Actualizado 08/07/2022 a las 12:30h.

La historia se repite por enésima vez con la llegada de la primavera. Tienes una boda y has ido al armario para preparar el traje de turno. Por supuesto, azul marino, el color que vale para un roto y un descosido . Pero ya no lo ves con los mismos ojos que cuando te hiciste con él. Estás aburrido de verte siempre igual cuando toca recurrir al traje . Además, es probable que tengas que arreglarlo porque el fit perfecto es clave para que cualquier traje siente bien y el tuyo ya no te da sensación de que lo haga. Conclusión: te apetece cambiar. Es hora de mirar trajes para invitados más allá del color azul.

Cuando la invitación del evento marca el dress code con claridad, esto no ocurre. Si “toca” chaqué, ya sabes a qué atenerte . Es cuestión de alquilarlo en un establecimiento de garantía y que quede lo mejor posible. También puedes comprarlo, por supuesto. Pero si el protocolo de vestimenta no está marcado por los novios, entonces es muy probable que te suceda la secuencia descrita anteriormente. No es que el azul ya no te guste (o sí), es que simplemente necesitas mirarte al espejo y no ver “la secuela de la secuela”. Ya está el cine para hacer terceras partes y reboots, como para que tu también las hagas de tu estilo boda tras boda. Que Tom Cruise solo hay uno. Él puede ponerse otra vez la chaqueta de aviador para recuperar a Maverick en ‘Top gun’ y ponerla de nuevo de moda. Nunca le veremos mal ni repetitivo con ese look. Pero eso no ocurre con el resto de terrícolas.

Bromas aparte, a continuación te proponemos algunas opciones alternativas a las de siempre que funcionaran igual de bien o mejor que esta. Eso sí, el ajuste tiene la misma importancia con independencia del tono, tejido o estilo de metraje que escojas —recuerda que elegir prendas holgadas no significa hacerlo de dos tallas más grandes—. Debe ser impecable, al igual que la limpieza y planchado del mismo. Y también es importante un matiz que con el azul no cobra tanta trascendencia: el contexto de la boda . Tanto el grado de formalidad como la época del año en la que se celebre.

Tonalidades clásicas

El gris es una genial opción. No necesariamente tiene que ser marengo, la tonalidad más conservadora dentro de este tono. Puedes ser un poquito más original sin necesidad de arriesgar si optas por el gris antracita o el pizarra, por ejemplo. Es verdad que el más oscuro es también el más versátil en lo que se refiere a la época del año. Si escoges un gris muy claro, como el perla, sus posibilidades se reducen al verano. Teniendo este detalle en cuenta, cualquier traje gris es una opción ideal para acudir a una boda como invitado.

El marron chocolate es uno de los colores que se puso de moda en la sastrería en años recientes, tal y como ocurrió con el granate, y funciona a las mil maravillas. La diferencia entre ambos es que si bien el segundo tuvo una popularidad más bien pasajera, el marrón chocolate llegó para quedarse. Tanto que en este momento es una de las alternativas más originales a los colores clásicos de la sastrería masculina sin renunciar ni un ápice a la elegancia.

También podemos no hablar de un color sino de un estampado alternativo a la raya diplomática o los cuadros , que suelen ser las dos opciones más utilizadas por quienes recurren al print como alternativa a los diseños clásicos lisos. El príncipe de Gales alcanzó hace ya mucho tiempo la categoría de atemporal. Solo hay que acertar con la combinación de colores y con el estilo de traje, puesto que funciona especialmente bien con chaquetas de doble botonadura, cruzadas.

El beis y toda la gama cromática de tonos tierra es otra gran alternativa al azul marino en los trajes de invitado… en verano. Hay una sutil pero gran diferencia entre esos trajes claros propios de otro tiempo y un traje claro contemporáneo . La clave es el tejido, que debe ser liviano para que parezca lo que es, un traje moderno y actualizado (el lino o la lana fría), sin forro interior. Es la opción ideal para ir cómodo y elegante a una boda de verano si quieres huir del azul por una vez.

Como última opción más atrevida y de temporada, nos quedamos después de mucho pensarlo con el amarillo pastel o empolvado. Pensarás que estamos locos yendo de amarillo a una boda, pero todo depende del contexto del enlace y de tu manera de entender la moda. Bueno, y que el novio o la novia sean o no supersticiosos porque si lo son, lo mismo no te dejan entrar… El amarillo es uno de los colores de la temporada en su tonalidad más apagada —también se ven trajes amarillos más vivos, pero el riesgo aumenta exponencialmente a medida que elevas la intensidad del color—, no tan lejana de los tonos tierra, funciona sorprendemtenete bien en un dos piezas ligero y veraniego.