¿Por qué no debes resistirte al look leñador?

Prendas puramente rurales que aunque ya hace tiempo dieron el salto al terreno urbano, ahora quieren aparecer todas juntas en un mismo look para no adulterar su esencia y precisamente hacer de ese leñador su nuevo icono de estilo. Justin Timberlake , por ejemplo, publicaba hace un año su quinto álbum de estudio ‘Man of the woods’ inspirado íntegramente en esta figura no solo a nivel musical sino también estético. “La ropa es tan importante en el proceso creativo y en la actuación de un artista como la música misma”, dijo el cantante en ese momento cuando presentó además una colección en colaboración con Levi's que revisitaba algunas de las piezas más icónicas de la firma estadounidense que seguían en esta misma línea.

Una línea que también han seguido de cerca muchas otras marcas (como la relojera Tudor que vistió así a David Beckham en su última campaña) y famosos ( Bradley Cooper, Hugh Jackman y Ryan Reynolds son algunos de los habrás podido ver con estilismos similares en más de una ocasión) que han tomado el testigo de aquella corriente que recibió el nombre de “lumbersexuales” a comienzos de la década de los 2000. Entonces se hablaba de los “metrosexuales” y como oposición surgió esta estética descuidada que luego se transformaría en “hipster” y posteriormente en el tema que hoy nos ocupa. Una línea diferente aunque con los ingredientes básicos en común que han continuado colándose entre las propuestas de los diseñadores en mayor o menor medida desde entonces.

La actitud de cada uno frente al espejo importa, pero en este caso más aún lo hacen las prendas que se llevan y aquí éstas están perfectamente definidas. Hablamos de los blue jeans en su versión más pura por la resistencia que ofrecían para el campo, de la shearling jacket cuyo origen se remonta a los inicios de la domesticación de animales como la oveja, de las botas campestres propias de terrenos complicados, de gorros de lana tipo beanie que protejan del frío, de los pantalones de pana cuyo tejido estaba considerado en su origen el terciopelo de los pobres por ser el más utilizado por la clase obrera en la revolución industrial gracias a su durabilidad y, como no, de la camisa de cuadros (a ser posible de franela) que pasa a ser el elemento diferencial e indiscutible.

Todas ellas son las que en su conjunto dan lugar al verdadero estilismo leñador al que se trata de rendir homenaje este invierno. Un énfasis de masculinidad que queda remarcado con la omnipresente barba y una melena recortada (que no afeitada) algo más larga de lo habitual.