Maquillaje para hombres: todo lo que no te contaron

Sobra decir que los egipcios maquillaban sus ojos tanto con finalidad estética como medicinal y que en el siglo XVIII era habitual ver a los varones con los labios pintados. No es nada nuevo que los hombres también quieran mostrar su mejor cara. Prueba de ello es que el mundo de la cosmética esté dando pasos de gigante en este terreno, aunque el del maquillaje vaya mucho más despacio. De hecho, llama la atención que Guerlain, por ejemplo, retirara del mercado la versión masculina de su famoso Terracotta que creó hace unos años; de la misma forma que Yves Saint Laurent se despidió del L’Homme Radiant de Touch Eclat. Será por esa tendencia hacia la simplificación, lo cual se traduce en un neceser más reducido en el que cada vez hay más espacio para fórmulas “multibeneficio” y válidas para ambos sexos con las que pasar menos tiempo delante del espejo. Porque si hay algo que hace que el género masculino se muestre reticente en el terreno beauty, además de por el temido y odioso “qué dirán”, es por la pereza.

Correctores, perfiladores, bases y polvos bronceadores forman parte de los básicos de cada vez más personas del género masculino que buscan mejorar su aspecto. Algunos incluso se atreven con la máscara de pestañas, el perfilador de cejas o el eye liner, aunque son los menos. Eso sí, todos y cada uno de estos productos tienen como denominadores comunes las texturas fluidas, la ausencia de fragancias y el llevar una etiqueta de unisex .

Y es que al final, ganar en luminosidad o disimular la sensación de cansancio suelen ser los principales propósitos de cualquiera. No se busca una apariencia artificial sino todo lo contrario. Se trata simplemente de esconder las imperfecciones y hacer que la piel quede uniforme. El efecto ’ no make up ’ es el objetivo.

Esto se consigue mediante la elección de productos del tono adecuado. Olvídate de querer parecer más moreno de lo que eres y limítate a escoger la intensidad que mejor vaya con tu tono de piel. Ese es el verdadero secreto de un acabado natural que no entiende de géneros.

Lo primero y fundamental antes de comenzar es preparar la piel. Si sigues una rutina de belleza como la que te propusimos aquí , seguro que sabes de lo que estamos hablando: gel limpiador o agua micelar, sérum, contorno de ojos y crema hidratante deberían formar parte de tu día a día. Una vez lista, es hora de pasar a la acción.

Un maquillaje natura l (incluso imperceptible si se hace correctamente) es el que se inicia con una buena base. Extiéndela suavemente con la ayuda de una brocha plana evitando la zona de la barba pero sin olvidarte de hacerlo por el cuello, las orejas, la mandíbula o la línea de crecimiento del pelo para evitar los tan temidos ronchones.

Aplica después el corrector de ojeras con un pincel, una pequeña esponja o las yemas de tus dedos y, para terminar, fija con polvos matificantes que neutralicen los brillos que aparecen por el exceso de grasa en la zona de la frente, la nariz y la barbilla. Recuerda: en la sutileza está la clave.