El Supremo permite a los padres que sus hijos salgan de clase cuando haya contenido LGTBI
Un grupo de padres cristianos y musulmanes de Maryland había presentado una apelación para impedir estas lecturas por motivos religiosos
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El Tribunal Supremo de EE.UU. ha dado su respaldo a los padres que exigen que sus hijos salgan de clase cuando se impartan contenidos LGTBI, en otra gran victoria para los activistas de la libertad de religión en la primera potencia mundial.
El ... caso que llegó al alto tribunal proviene del sistema de colegios públicos del condado de Montgomery, el mayor distrito escolar del estado de Maryland. En 2022, el distrito adoptó un currículum para los niños desde preinfantil hasta el quinto curso que incluía la lectura de cuentos con contenido LGBTQ. Por ejemplo, ‘Uncle Bobby’s Wedding’, sobre una boda entre personas del mismo sexo; ‘Pride Puppy’, sobre un cachorro que se pierde en un desfile del orgullo gay; o ‘Born Ready’, sobre un niño transgénero.
En un principio, el distrito escolar daba aviso a los padres sobre cuándo se iban a tratar esos contenidos y les daba la posibilidad de que los hijos no acudieran a esas clases. Pero dejaron de hacerlo porque daba lugar a mucha ausencia en clase y creaba un riesgo, según los educadores, de estigmatizar a los estudiantes que podían sentirse representados con esos contenidos.
Según los padres que demandaron al distrito, esos contenidos vulneraban la protección de la libertad de religión que impone la Primera Enmienda de la Constitución.
Para el juez es «una verdadera amenaza»
El Supremo les ha dado la razón. El juez Samuel Alito redactó la sentencia y estableció que el distrito escolar atentó contra los derechos de los padres por «someter a sus hijos a una educación que supone ‘una verdadera amenaza de afectar’ a las creencias y prácticas religiosas que los padres quieren inculcar».
La sentencia se encuadra en una ampliación de la interpretación de esa enmienda desde que se ha reforzado la mayoría conservadora del tribunal. En la actualidad, hay seis jueces nominados por presidentes republicanos (incluidos los tres que Trump tuvo la oportunidad de elegir en su primer mandato) y tres nominado por presidentes demócratas. En esta sentencia, como en muchas otras, votaron por bloques y ganó una mayoría de 6-3.
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