Rebelión docente contra la nueva prueba oral de catalán: «Está diseñada para obtener malos resultados y avalar que la lengua retrocede»

Los docentes acusan a la Generalitat de «sobrecargarlos» con una prueba, que, a diferencia de las que ya se realizan para evaluar las competencias básicas en el final de etapa, deben corregir ellos mismos en plena época de exámenes. «No nos avisaron con suficiente antelación, todo ha sido improvisado. Es una prueba que les interesa a ellos pero no está diseñada pensando en los alumnos y en comprobar sus competencias lingüísticas«, coinciden varios profesionales de la enseñanza consultados por este diario.

Algunos, añaden nuevas críticas al señalar «la clara diferencia entre el nivel de dificultad de esta prueba con respecto a la de castellano«, que no es censal y se lleva a cabo, al igual que la de lengua extranjera, en una muestra reducida de centros, tal y como adelantó ABC en su edición del 17 de noviembre de 2022. »Parece estar diseñada para que los alumnos cometan errores al tener que improvisar hablando en catalán sobre un tema de cierta complejidad. En cambio, a los alumnos que hacen la prueba oral de castellano, que son menos porque son solo una muestra, se les examina sobre un tema más accesible para que demuestren un mejor dominio de la competencia oral en castellano y así poder avalar lo que siempre se dice de que el catalán retrocede y que entonces hay que justificar las políticas para la promoción y defensa del catalán«, denuncian en declaraciones a este diario profesores de instituto que están realizando estos días las pruebas a alumnos de 4º de ESO y forman parte de la asociación Docentes Libres.

«Están diciendo constantemente en los últimos tiempos que el catalán está retrocediendo, que cada vez se habla menos entre los jóvenes, y parece que esta prueba esté orientada a sustentar esta teoría», mantienen los docentes. «Sabemos que aquí entramos en el terreno de la especulación, pero vamos, tiene toda la pinta porque además nosotros ya desde Docentes Libres publicamos un breve comunicado en el que nos quejamos del hecho de que las pruebas de competencia oral en catalán fueran censal y en castellano no», subrayan.

Otra de las críticas en las que coinciden los denunciantes es en la improvisación en que se ha planteado el examen y la falta de tiempo que conceden a los profesores para corregirlo. «Imagínate qué supone organizar todo esto en mitad de la semana de exámenes y evaluaciones, con tan poca antelación. El personal está que trina, incluso los más fervientes defensores del catalán que además no entienden muy bien la propia estructura de la prueba, los criterios de evaluación y las circunstancias en las que se va a evaluar sin prácticamente tiempo y haciéndolo todo de manera muy improvisada«, precisan desde Docentes Libres.

Desde un instituto de Gerona, un profesor que prefiere mantener el anonimato critica en declaraciones a este medio el poco tiempo que les ha dado la Generalitat para organizarlo todo. «Tenemos en total unas tres o cuatro semanas para organizarlo todo. A mí, como jefe de departamento se me avisa el 27 de febrero y empezamos hoy las pruebas», señala en declaraciones a ABC.

El docente expresa sus recelos sobre la necesidad de esta nueva evaluación del Govern. «No creo que sea conveniente y menos organizada con esta falta de rigor», dice el profesor que considera que la evaluación debería ser censal también en castellano. «Si se hacen en catalán, como mínimo deberían hacerse en castellano. Pero no me parecen necesarias. Todo está encaminado a decir que los alumnos hablan muy mal el catalán», apunta.

«Los profesores implicados y la dirección de centro llevan días renegando, así que nadie parece muy contento de tener que hacer esto en medio de exámenes y evaluaciones», concluye.

Por su parte, Lourdes, profesora de instituto en Barcelona, coincide con sus compañeros en sus alegaciones. «En mi centro ya se ha hecho y nos dieron solo un mes para prepararla», indica. Subraya la necesidad de que «ya que se hacen, se extiendan para todos los alumnos también en castellano».

Por su parte, la profesora Sonia Sierra, ex diputada de Cs, considera la prueba «una falta de respeto más del consejero Josep Gonzàlez-Cambray al profesorado«. »Y además, -añade- quiere dejar en evidencia que el español, lengua oficial y materna de la mayoría de los catalanes, merece el tratamiento de una lengua extranjera«.

Según ha podido saber ese diario, la prueba, que se hace por parejas y dura unos 15 minutos, se divide en dos partes. En una primera, se les somete a preguntas breves sobre un tema establecido, y en una segunda los dos participantes mantienen un debate que tienen unos dos minutos para prepararse.

«En una primera fase se les hacen algunas preguntas breves a cada uno de los alumnos de la pareja y entonces tienen que contestar, pero en realidad son preguntas que no dan para mucho desarrollo. De hecho, en las directrices que nos envían nos dicen que si los alumnos contestan de manera demasiado breve que los animemos a hablar«, explican desde Docentes Libres.

«En la segunda parte de la prueba tienen entre un minuto y dos para prepararse el debate. Al ser algo que no pueden prepararse bien y ser de manera tan improvisada, yo tengo la sensación de que los alumnos no van a poder demostrar su verdadero nivel de competencia oral. Primero porque, median un poco los nervios y segundo porque se van a encontrar con que quizás no tienen acceso a determinado léxico específico dependiendo del tema del que les hacen hablar», aseguran desde la asociación, la primera que representa a profesores de Educación Primaria y de Secundaria.

Los docentes advierten también sobre el hecho de que corrijan los exámenes los propios profesores y no sea una evaluación externa. «Al ser evaluados los alumnos por profesores del mismo centro, claro, en algunos casos los profesores evaluadores ya conocen más o menos el nivel que pueden tener de castellano o de catalán los alumnos y no sé hasta qué punto eso puede desvirtuar la evaluación de cada uno de ellos. Incluso el trato personal que se pueda tener con cada uno de ellos puede influir. De hecho, cualquier otra prueba de este tipo, como las pruebas de competencias básicas las corrigen aplicadores externos, es decir, profesores de otros institutos, para no condicionar la evaluación por la cercanía en el trato», apuntan desde Docentes Libres.

El sistema de evaluación «delirante» tampoco facilita la tarea, según alegan los evaluadores. «Es un poco delirante. Nos pasan una tabla con hasta ocho ítems que hay que evaluar entre el 0 y el 4. Esto requiere un nivel de atención y una inversión de tiempo excesiva. Si tenemos poco tiempo para evaluar a los alumnos, digamos que la rubrica de evaluación no facilita la tarea», aseguran.