El Papa cita en Roma a los obispos españoles para decidir el futuro de los seminarios

El objetivo, sobre el papel, es abordar «las conclusiones del trabajo realizado por los obispos que realizaron la visita a los seminarios de España», que se realizó a comienzos de este año. Sin embargo, si ya era inusual que el Papa ordenara una visita apostólica a los 45 seminarios españoles – no se realizado en ningún otro país–, más lo es que toda una Conferencia Episcopal, con casi 80 obispos en activo, sean citados en Roma, apenas cuatro después de estar reunidos toda una semana.

Según el cardenal Omella, «el informe es positivo, aunque siempre hay algo que revisar», mientras que otras voces señalan que se ve a proponer el cierre de varios seminarios. Aunque ni siquiera una decisión tan dura, parece justificar este encuentro, en el que previsiblemente participará el Papa y en el que se podrían tratar otros asuntos, como las conclusiones de los informes de abusos, tanto el del Defensor del Pueblo, presentado la semana pasada, como el encargado por los obispos al despacho de Cremades & Calvo Sotelo.

También podría servir a Francisco para apuntalar sus preferencias entre los obispos de cara a la renovación de la cúpula de la conferencia, prevista para marzo, y en cuya carrera ha aparecido con fuerza la figura de José Cobo, encumbrado en apenas unos meses a arzobispo de Madrid, cardenal y miembro de dos dicasterios, entre ellos el de Obispos, que tiene la decisión final sobre los nuevos prelados.

El argumentario de la visita recuerda al que se utilizó en abril de 2022 cuando la cúpula de la Conferencia Episcopal visitó al Papa. El presidente, el cardenal Juan José Omella, el vicepresidente, el cardenal Carlos Osoro, y el, entonces, secretario general, Luis Argüello, se desplazaron a Roma para, según la versión oficial, «rendir cuentas al Papa a mitad de su mandato».

Sin embargo, tampoco estas visitas son habituales. En la práctica, acudieron a buscar el respaldo de Francisco a su decisión de encargar una auditoría sobre los abusos en el seno de la Iglesia al despacho de Cremades & Calvo Sotelo. Unos días después, debían presentar su decisión ante una Asamblea Plenaria que, apenas seis meses antes, había aprobado justo lo contrario, y descartaban que en la Iglesia española se realizara una investigación de este tipo. De esta forma, al llevar a todos los obispos la decisión con el respaldo del Papa consiguieron acallar las opiniones discordantes.