«Es un tema muy doloroso y lamentable, porque romper la comunión eclesial de esa forma y declararse en cisma es muy lamentable». «Hablar de cisma nos parece más de la historia de la Iglesia, y sin embargo se vuelve a poner en primer plano esta situación», ha explicado a título personal.
García Magán ha defendido la actuación de la archidiócesis de Burgos, responsable de la situación en la medida que la santa Sede ha nombrado comisario pontificio a su arzobispo, Mario Iceta. Para el portavoz de los obispos, Iceta ha actuado con «claridad, caridad y con paciencia, mucha paciencia», y ha recordado como «ha tendido la mano a las religiosas en infinidad de ocasiones». Por todo ello, considera «incomprensible lo que ha ocurrido con las religiosas y con los personajes que han estado en el entorno»,
Con respecto a eso, ha recordado que «la pertenencia a la Iglesia no se le impone a nadie, ni se le puede impedir cuando uno decide salir». Y ha señalado la gravedad de que hayan «roto la comunión con la Iglesia» siendo clarisas, pues sus fundadores, san Francisco de Asís y santa Clara, «vivieron una época eclesial con crisis peores que ahora». Y añadió que fueron «grandes reformadores de la Iglesia, pero lo hicieron desde dentro, no desde fuera».
«La diferencia entre Lutero y san Francisco, santa Clara, san Ignacio de Loyola o santa Teresa de Ávila, es que estos últimos se quedaron dentro y Lutero se quedó fuera». Por esa razón «es muy triste que unas hijas de san Francisco y santa Clara se planteen esta vía para romper con la Iglesia», ha finalizado.
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