Finlandia ya no es el paraíso de la educación: «Han ido demasiado lejos al mezclar Matemáticas con Historia»
El padre del informe PISA advierte de que el país nórdico lleva años de declive
Reconoce que han implantado un currículo moderno «alejado de la realidad» en el que los profesores dan varias asignaturas a la vez
Una profesora española en Finlandia cuenta cómo son los horarios en el colegio y la asignatura estrella: «Les prepara para la vida»
El espejismo del éxito educativo del modelo finlandés; por Gregorio Luri
Alumnos finlandeses trabajan en grupo en una clase
Cuando el conocido como padre del prestigioso informe PISA, Andreas Schleicher, fue preguntado por ABC por el descalabro de Finlandia en la última edición del estudio, al alemán no se le movió ni una ceja. «No me han sorprendido los resultados, es ... una tendencia que llevamos viendo hace tiempo. No es reciente lo que está ocurriendo; desde el 2000 Finlandia está sufriendo un declive. Algunas de las ideas que han perseguido no se han implementado bien», sentenció Schleicher.
Y puso como ejemplo un error del sistema educativo finlandés muy claro: «Han ido demasiado lejos y han acabado alejados de la realidad. Han intentado desarrollar un currículo muy moderno, de forma que todas las materias estén conectadas y para ello se les pidió a los profesores que enseñen por proyectos y que impartan las disciplinas de forma cruzada.
El problema es que los docentes no están preparados para hacer esto», zanjó el experto. Por poner un ejemplo concreto: «Imagina que tú eres profesora de Matemáticas y yo de Historia y propones lo siguiente: «Yo no sé lo suficiente de Historia y tú tampoco de Matemáticas, ¿por qué no enseñamos las dos materias a la vez?». Eso es lo que hicieron. Si bien la idea es buena porque quieren que los estudiantes aborden los problemas desde distintas perspectivas y que adquieran un pensamiento crítico en la práctica no funciona».
La cuestión es que el Ministerio de Educación de Finlandia publicó un comunicado tras conocerse los últimos resultados de PISA en el que no hizo una solo mención a esto. Sí que reconocen la caída de resultados. Por ejemplo, señalaron que los alumnos de 15 años obtuvieron 484 puntos en Matemáticas, 64 puntos menos que su mejor año, 2006, cuando obtuvieron 548.
Para intentar explicar la debacle se 'escudaron' en los efectos de la pandemia y en la caída generalizada que sufrieron casi todos los países en el informe (la misma 'excusa' que usó el Ministerio de Educación de Pilar Alegría). «Ha sido excepcional el número de países en los que se deterioraron los resultados del aprendizaje. La puntuación media en conocimientos matemáticos descendió hasta en 41 países o economías, de los cuales 35 son países de la OCDE. Entre los países de la OCDE, el rendimiento de los alumnos sólo mejoró en Japón y Corea. La pandemia de Covid obligó a posponer PISA un año y afectó a los alumnos participantes a lo largo de toda su educación secundaria», señala el citado comunicado.
Pocas explicaciones
«No he visto ninguna explicación sobre el tema del currículo», apuntó por su parte Schleicher que, además, contradice el análisis finlandés y dice claramente que «el problema de Finlandia no ha sido la pandemia». De hecho, el informe PISA es bastante más duro en el análisis: «Los resultados medios de 2022 bajaron respecto a 2018 en Matemáticas, Ciencias y lectura. En las tres materias, el rendimiento medio fue más bajo en 2022 que en cualquier evaluación anterior: el pronunciado descenso de las puntuaciones medias entre 2018 y 2022 confirmó y reforzó un declive que comenzó mucho antes. Durante el periodo 2012-2022, el rendimiento de los estudiantes disminuyó más de 20 puntos de media en las tres asignaturas».
El informe del 'mea culpa'
Sí hubo un 'mea culpa' hace unos meses atrás, en enero –bastante antes de conocerse PISA– en el que el Ministerio de Educación de Finlandia publicó un informe de 300 páginas muy crítico con su propia labor. «El desarrollo del sector educativo en las últimas décadas puede dividirse en dos fases principales. El periodo comprendido entre los años 50 y principios de los 90 se caracteriza por un fuerte desarrollo del sector educativo [...] Los resultados del aprendizaje ascendieron a los primeros puestos de la clasificación internacional, y el nivel educativo de los adultos jóvenes subió a lo más alto de los países desarrollados [...] El periodo de la política educativa desde los años 90 se caracteriza por una contención efectiva del gasto y la financiación del sector educativo ha seguido una trayectoria ligeramente descendente en relación con el PIB. Con el estancamiento de la expansión del sistema educativo, la proporción de jóvenes con estudios superiores ha alcanzado hasta ahora su máximo en el caso de los nacidos en 1975. Los resultados educativos se han estancado y empiezan a empeorar finalmente con el cambio de milenio», admite el informe.
Además, el comunicado que presenta este trabajo, agrega, sin paliativos: «A escala internacional, el descenso de los resultados de aprendizaje alcanzados, que comenzó a principios de la década de los 2000, ha sido excepcionalmente rápido en Finlandia, y la caída de la competencia en lectura y Matemáticas observada en varios estudios corresponde al aprendizaje alcanzado en un año –incluso dos años, según algunos datos–. A pesar del notable descenso, los resultados de aprendizaje alcanzados por los jóvenes siguen siendo buenos en la comparación internacional, como indican muchas evaluaciones internacionales. Las diferencias en los resultados de aprendizaje relacionadas con el origen social se han hecho más pronunciadas que antes. Además, las diferencias entre género son excepcionalmente grandes desde una perspectiva internacional, y han seguido aumentando en el siglo XXI».
Pero si el declive viene de tantos años atrás, ¿por qué Finlandia fue alguna vez una referencia? ¿Pudo haber sido culpa de los medios? «Sí», responde Schleicher que, en cualquier caso, no desmerece la situación del país nórdico que, como ellos mismos dicen, siguen sacando buena posición en las clasificaciones internacionales: «Finlandia lo sigue haciendo bien pese a todo, aunque hay señales de alarma: si vas demasiado rápido con los cambios y no cuentas con los docentes, con los estudiantes y con los padres es lo que pasa». Cabe resaltar que si bien en la última edición de PISA cayeron en las tres áreas que analiza el informe siguen en la parte alta de la tabla con 490 puntos en lectura, 484 en Matemáticas y 511 en Ciencias.
Población inmigrante
Titulares inflados aparte, para Ismael Sanz, experto en educación y profesor de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos, detrás de los resultados de Finlandia hay también algo de 'dejarse estar'.
«Se han dormido en los laureles. Los primeros resultados eran muy buenos, se convirtieron en un reflejo para el resto de los países, se vanagloriaron de que se fijaban en ellos como ejemplo de buenos resultados y buen sistema y eso, quizás, ha tenido un efecto negativo. El 'elogio debilita', dicen y, además, creo que las reformas no han sido las necesarias. Por ejemplo, han bajado el nivel de exigencia en cuanto a la rendición de cuentas. El hecho de que no haya un mayor número de pruebas estandarizadas y que los resultados no se hagan públicos les ha pasado factura porque fue también en su día una cosa distintiva. Los centros educativos han dejado de estar vigilantes», opina Sanz.
Coincide con Andreas Schleicher en la mala gestión de la integración de la población inmigrante. «El sistema finlandés funciona muy bien cuando todos son iguales, tienen las mismas ideas y perspectivas pero ahora hay una población más diversa. Por primera vez muchos estudiantes son inmigrantes y el país no está preparado. Esto no es responsabilidad de los que llegan. En Canadá o Reino Unido ocurre lo contrario y, de hecho, en este último país los inmigrantes lo hacen mejor que los locales. Aquí el problema está en que Finlandia no ha sabido responder a la nueva población», analiza el padre de PISA.
Por otro lado, Sanz también avisa de que Finlandia está perdiendo otra de sus 'medallas': la equidad. «Esta caída se está centrando sobre todo en los estudiantes rezagados, es decir, que en conjunto están bajando todos pero aún más los que van peor, de manera que las diferencias entre los mejores y los peores estudiantes están aumentando de forma significativa». Esa proporción de estudiantes rezagados que están por debajo del nivel 2 –el que la OCDE considera que es el necesario para la inserción social y laboral– ha aumentado en 13 puntos en Matemáticas y en 10 en Ciencias y lectura, avisa Sanz.