De 31 años, con estudios universitarios y de misa dominical: así son los jóvenes que participan en la JMJ de Lisboa

A fecha de este lunes, había 79.000 inscritos, aunque «somos conscientes de que el fin de semana se acercarán muchos jóvenes y familias, en esa previsión pensamos que superarán los 100.000», ha explicado el director de la Subcomisión de Juventud de la CEE, Raúl Tinajero.

«Es un gozo ver que entre los jóvenes, que muchas veces, a veces, los calificamos como gente pasota, que les importa poco el tema religioso, de compromiso, etcétera, ver que hay tantos jóvenes sedientos de una palabra de esperanza, de vida«, ha señalado el cardenal Omella sobre la presencia de jóvenes en el encuentro con el Papa, que se prevé en torno al millón de personas.

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Preguntado por si los jóvenes católicos que participan en la JMJ son «extraterrestres o bichos raros», Omella ha destacado que «son absolutamente jóvenes de su tiempo, van vestidos y se expresan igual que los demás pero tienen un gusanillo que les inquieta, de ser protagonistas de un futuro más humano y más justo», ha añadido el presidente del Episcopado. Como ejemplo, ha explicado la experiencia de 80 jóvenes de Barcelona, que están llegando a Lisboa después de caminar 1.270 kilómetros durante 40 días. «Esto no se hace por dinero sino porque hay algo en el interior«, ha señalado el también arzobispo de Barcelona.

En la rueda de prensa también ha participado el obispo auxiliar de Valencia y presidente de la subcomisión episcopal para la Juventud y la Infancia, Arturo Ros, que recordado la expresión de Juan Pablo II de que los jóvenes son «futuro de la Iglesia». «Y el presente», le ha apuntado por lo bajo el cardenal Omella. «El futuro y el presente», ha corregido Ros, quien también ha destacado que en este evento «los auténticos protagonistas son los jóvenes». Curiosamente, la rueda de prensa ha estado protagonizada por dos obispos y dos sacerdotes, pero sin la presencia de alguno de los casi ochenta mil jóvenes españoles inscritos.

«Los proyectos pastorales de los jóvenes hoy en España los elaboran ellos, son ellos los protagonistas, nosotros los acompañamos, pero son ellos quienes asumen la responsabilidad», ha puntualizado Arturo Ros. El obispo ha añadido que el evento se enmarca también en el camino sinodal establecido por el Papa Francisco.

Sobre la secularización de la sociedad española, Ros ha reconocido que hay «datos y realidades que contemplamos con mucha preocupación» pero ha añadido que la alta participación en la JMJ es «síntoma» de que «hay esperanza». «Con esta JMJ afirmamos que estamos vivos, hay que seguir sembrando para que haya cosecha», ha explicado. «No es aferrarnos a números sin más, pero es ver lo que hacen muchas diócesis y muchas congregaciones religiosas. No para combatir, sino para sembrar y caminar. Es verdad que queremos un futuro donde reine la fraternidad y la pureza del Evangelio».

El cardenal Omella también se ha sumado al símil de la cosecha, al explicar que «la gente de campo estamos acostumbrados a sembrar en septiembre o noviembre y esperar luego la cosecha, que a veces es de 100, de 60 o de 30, pero siempre hay». Para el presidente del Episcopado la JMJ «es signo de que hay mucho brote verde que surge«. «Hace más ruido el árbol que cae que los brotes verdes que surgen. Estos datos son signo de esos brotes», ha añadido el cardenal en referencia a la secularización y la escasa participación de los jóvenes en la vida eclesial.

Con una media de 31 años, con estudios universitarios y que participa los domingos en misa. Ese es el perfil de los jóvenes que participarán esta semana en la JMJ de Lisboa según una encuesta que Gad3 ha realizado entre 12.000 inscritos y que se ha hecho pública este lunes. Según los datos aportados, el 94% de los jóvenes acuden para «descubrirse a sí mismos a través de Jesucristo». A su vez, el 92% lo percibe como «una oportunidad para vivir nuevas experiencias» y el 89% entiende que así «pueden ayudar a difundir el mensaje de Jesucristo».

Así, casi la totalidad de los asistentes tiene un fuerte vínculo eclesial. El 98% se declara católico y el 83% participa en la misa dominical. Además, el 65% dedica tiempo a la oración diaria y un 62% pertenece a algún grupo parroquial. Unos datos que contrastan con los del último barómetro del CIS que estima, para el total de la población española (no sólo los jóvenes) un 52,9% que se manifiesta católico y un 15,5% que asiste todos los domingos a misa.

La encuesta también plantea que la edad media de los peregrinos es de 31 años. El 82% ha cursado estudios superiores y el 59% está trabajando. Una franja de edad que se manifiesta en el uso de las redes sociales. La más utilizada es Instagram (71%), Youtube (51%) y Facebook (43%). A la hora de comunicarse, la mayoría (un 96%) elige WhatsApp, a la par que Instagram (58%) y Messenger (36%).

El estudio también señala que para más de la mitad de los participantes (un 66%) esta va a ser su primera Jornada Mundial de la Juventud, un dato lógico ya que es la primera que se celebra después de la pandemia, tras la de Panamá en 2019. Por contra, el 47% estuvo en 2016 en Cracovia y el 37% fue a la JMJ de Madrid en 2011.