¿Qué va a hacer Tráfico con los patinetes eléctricos, los scooter, los segways y las bicis de pedaleo asistido?

También se someterá a quienes los manejen a controles de drogas y alcoholemia e impedirá que lleven auriculares y vayan por la calzada a más de 25 km/h. En cambio, no se les exigirá el seguro hasta una segunda tanda de reformas, confirmó ayer a ABC el subdirector de Movilidad de Tráfico, Jorge Ordás.

Ordás ratifica lo que es un hecho a la vista de todos en las ciudades. Hasta hace dos años, los patinetes eléctricos apenas se divisaban en los espacios urbanos. Pero de ese tiempo acá, el fenómeno ha eclosionado de tal forma que ha puesto en un brete a las normativas municipales y a la propia norma estatal, que se limita a una instrucción de 2016 y que se ha quedado totalmente obsoleta. A finales de este año, la DGT tendrá ya redactado el Real Decreto que regula el nuevo reglamento de vehículos y, por otro lado, también el de circulación, que contempla cambios importantes hasta en el carné de conducir. Se espera que ambos entren en vigor, tras su tramitación parlamentaria, el 1 de julio de 2019.

En el Real Decreto se especifica una nueva clasificación acorde con los vehículos de movilidad personal (VMP) que transitan por las vías urbanas. Se reforma el epígrafe 121/5 del Reglamento de Circulación. Tal y como explica Ordás, en esta categoría entrarán los vehículos de «propulsión eléctrica». Solo podrán ir por las aceras con el usuario andando y a velocidad de peatón. Ordás sí explicita que el patinete eléctrico es de una sola plaza, por lo que la estampa más que habitual de dos personas montadas en el mismo dispositivo estará prohibida en la norma básica estatal que se ultima.

La regulación de la DGT deja en manos de los ayuntamientos varios apartados: lo concerniente a las multas y sanciones expeditivas por circular de modo indebido, los elementos de protección (como los cascos) que tiene que llevar el usuario, la edad mínima para conducirlos y la parte de la calzada por la que circularán los patinetes. Lo que sí hace Tráfico es introducir en la norma estatal varias recomendaciones: «Estamos de acuerdo con la edad mínima que ha establecido la ordenanza de Madrid , por ejemplo, a los 16 años; también recomendamos que vayan por la zona de carril bici o la zona limitada a 30 km/h, más próxima a la acera, pero esto lo regularán los consistorios», dice el subdirector de Movilidad. «La Policía municipal, además, les echará el alto si incumplen, como lo hacen a quien lleva un ciclomotor», recalca Ordás.

El guirigay que provocan los patinetes, segways, bicis de pedaleo asistido y otras modalidades funcionales se encuentra todavía en un limbo legal , a falta de esta norma estatal. Ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia han establecido sus propias normas, que deberán hacer compatibles con la regulación de la DGT.

Tras confirmarse la primera muerte en el país por atropello por un patinete, una anciana que falleció en una rambla peatonal en Esplugues de Llobregat (Barcelona) el pasado mes de agosto, la DGT reconoce la necesidad de acelerar la norma, mientras el propio ayuntamiento recoge el guante lanzado en octubre por la Guardia Urbana para 36 municipios del Área Metropolitana de Barcelona y confirma que regulará el uso de estos vehículos.

Ordás confirma que, en primer lugar, se regulará la «logística»; en una segunda batería de medidas, que no tiene fecha, se acogerán a lo que ya anunció el ministro Fernando Grande-Marlaska , después de que se produjese en Sabadell (Barcelona) la primera muerte de una mujer en un patinete eléctrico, quien fue arrollada por un camión. Los usuarios de VMP deberán tener un seguro para manejarlos y no quedarán desamparados, de esta forma, en caso de atropello, anunció el titular de Interior.

Con esta laguna jurídica, han emergido, además, APP móviles, con las que los usuarios trucan la velocidad a la que llevan el patinete con motor eléctrico de más de 250 vatios y alcanzan incluso los 80 km/h. También se han producido las primeras denuncias por el uso por dos personas de un VMP monoplaza o de su incursión en autovías, poniendo en riesgo a los usuarios de estas vías.

La última dificultad con que choca la DGT recala en la necesidad de hacer un inventario de estos vehículos. Ni siquiera en la ciudad condal, donde estos vehículos alternativos se han hecho un hueco como transporte habitual y donde hace año y medio se puso en marcha una ordenanza pionera, tienen cifras estimadas del número de patinetes que coexisten en la ciudad. El Ayuntamiento regido por Ada Colau solo tiene datos de los vehículos de uso comercial: según cifras actualizadas facilitadas a ABC , están registrados 683 patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal como segways o trixis. Por el contrario, se desconoce cuántos se usan a nivel privado, aunque el Consistorio prevé instalar próximamente un sistema de recuento de estos artilugios, como los que ya existen para calcular las bicis, informa A. Cabeza.

Ordás detalla que un servicio técnico externo extenderá un etiquetado a cada vehículo para que se comercialice dentro de una categoría específica. Los patinetes se identificarán con un código bidi. Con la información de dicha etiqueta, se diferenciará la normativa a la que se acoge el vehículo.