José Manuel Gallardo, médico neumólogo: «Vapear puede no generar enfermedades crónicas como el tabaco, pero sí infecciones»

Aunque no genera las enfermedades crónicas asociadas al tabaco, sí puede provocar infecciones severas y cuadros de neumonía que requieren hospitalización.

El especialista explica que la diferencia fundamental entre fumar y vapear radica en el mecanismo de daño al pulmón. En el caso del tabaco, la combustión orgánica provoca una inflamación directa en los bronquios y las vías respiratorias.

En cambio, el vapeo no genera esa inflamación, pero sí altera la humedad natural de la mucosa bronquial: «Al aumentar la humedad de la vía respiratoria, el aparato respiratorio se vuelve más proclive a tener infecciones», apunta Gallardo.

El neumólogo recuerda que varios estudios en Estados Unidos ya constataron este riesgo: «Se demostró que gente joven que vapeaba tenía una tasa de neumonías mucho mayor que la población de su misma edad«, señala.

Lo preocupante, subraya el doctor, es que algunas de esas neumonías resultaron particularmente graves, obligando incluso a ingresos hospitalarios.

Gallardo admite que el vapeo probablemente no provoque a largo plazo enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC o el cáncer de pulmón, patologías íntimamente ligadas al consumo de tabaco.

Sin embargo, eso no significa que se trate de una alternativa segura: «Aunque no haya una combustión que inflame los bronquios, el problema es que se generan infecciones respiratorias de cierta importancia«, aclara el neumólogo.

El especialista insiste en que la mejor medida preventiva es evitar tanto el consumo de tabaco como el uso de cigarrillos electrónicos. «Es recomendable no fumar ni tabaco ni vapear, y en general, evitar todo lo que altere la mucosa bronquial«, concluye Gallardo.

El testimonio del doctor Gallardo coincide con las últimas encuestas de salud pública que alertan del creciente consumo de vapeadores entre adolescentes y jóvenes adultos. Su accesibilidad, los sabores atractivos y la creencia de que son menos dañinos que el tabaco tradicional han impulsado su popularidad.

No obstante, cada vez más expertos llaman la atención sobre sus efectos a corto y medio plazo, aún poco estudiados en comparación con el tabaco, pero que ya muestran signos preocupantes, especialmente en lo relacionado con infecciones respiratorias y neumonías.

El mensaje del neumólogo José Manuel Gallardo es claro: aunque el vapeo pueda parecer una opción menos dañina que el tabaco, no está exento de riesgos. La alteración que produce en las vías respiratorias favorece infecciones que pueden complicarse y derivar en neumonías graves. Su recomendación es tajante: ni fumar, ni vapear.