SALUD

Fernando Fabiani, médico: «Si nuestro cuerpo se pone moreno es que le estamos dando más sol de la cuenta»

Aunque para muchos sea un signo de salud y belleza, coger color es un mecanismo de defensa de la piel

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El Dr. Fernando Fabiani, médico de familia y divulgador sanitario @Fernandofabianitk

Con la llegada del verano, volver a la playa, a la piscina o simplemente pasear bajo el sol se convierte casi en una necesidad. Y es que el bronceado, para muchos, sigue siendo sinónimo de buena cara y salud. Sin embargo, detrás de ese ... color de la piel se esconde algo que no siempre se tiene en cuenta: cuando la piel se oscurece, en realidad está pidiendo ayuda.

El médico de familia y divulgador Fernando Fabiani lo ha explicado hace poco en Canal Sur de forma tan clara como directa: «Si nuestro cuerpo se pone moreno es que le estamos dando más sol de la cuenta. Es como si intentara protegerse de una agresión, y lo único que sabe hacer es ponerse moreno».

En otras palabras: cuando nos bronceamos, nuestra piel no se está «poniendo guapa», sino que se está defendiendo.

Ponerse moreno, la señal de que algo no va tan bien

Mucha gente sigue pensando que el bronceado es signo de salud. Y no es raro. Durante años se ha vendido la idea de que estar moreno es estar bien. Pero la realidad es otra. La piel, al recibir radiación ultravioleta, activa la producción de melanina, que es la que nos da ese color tostado. ¿Por qué? Porque la melanina actúa como un pequeño escudo que intenta minimizar el daño solar.

Así que, como recuerda Fabiani, si vemos que cogemos mucho color es que hemos pasado demasiado tiempo al sol. Nuestro cuerpo nos avisa de que se está defendiendo como puede.

El sol: necesario, pero con cabeza

Esto no significa que tengamos que huir del sol como si fuera nuestro enemigo. De hecho, lo necesitamos para producir vitamina D y disfrutar de sus efectos positivos en el ánimo. Pero, como casi todo en salud, la clave está en el equilibrio.

Tomar el sol de forma responsable es fundamental para evitar problemas a medio y largo plazo, desde el envejecimiento prematuro de la piel hasta un riesgo mucho mayor de cáncer de piel.

Pequeños gestos para tomar el sol de forma responsable

  • Evita las horas punta: entre las 12:00 y las 17:00, la radiación solar es mucho más intensa. Mejor buscar la sombra o aprovechar esas horas para comer tranquilo o descansar.

  • No escatimes con el protector solar: aplícalo generosamente, con un factor de protección adecuado (mínimo 30) y recuerda reaplicarlo cada dos horas, o antes si te bañas o sudas mucho.

  • Protégete con ropa y accesorios: camisetas ligeras, sombreros de ala ancha y gafas de sol no son un capricho, son una barrera más para cuidar la piel.

  • Vigila tu piel: cualquier lunar o mancha nueva que cambie de forma o color merece una visita al dermatólogo.

Disfrutar del verano sin descuidar la piel

Y es que ir a la playa, tumbarse en la hamaca o dar paseos al aire libre siguen siendo una de las mejores formas de disfrutar del verano. No hay que evitar estas situaciones, pero hacerlas protegiendo la piel es un gesto de autocuidado que a la larga agradeceremos.

Así que la próxima vez que veas que tu piel empieza a oscurecerse rápido, recuerda estas palabras de Fabiani: ponerse moreno no es un trofeo, es una señal de que tu piel se está defendiendo porque le hemos dado más sol del que necesita.

Disfrutar del verano sí, pero siempre con sentido común. Porque, al final, la mejor forma de lucir bien por fuera es cuidar lo que tenemos por dentro y también la piel que lo protege.

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