Una utrerana en el corazón de la ingeniería mundial al servicio de la Fórmula 1

La fábrica se encuentra en las cercanías de la ciudad inglesa de Birmimghan y de allí salen la gran parte de los sistemas de frenos y de embragues que utilizan los coches que participan en el campeonato mundial de Fórmula 1 , así como materiales que usan coches en otras disciplinas importantes como el mundial de rallies. Esta ingeniero técnico industrial mecánica, dirige un departamento que se encarga según ella misma explica de «diseñar la forma en la que se van a medir las diferentes piezas que fabricamos, y decidir como vamos a exigirle a los proveedores que fabriquen esas piezas».

Antes de tomar la decisión de hacer las maletas y marcharse a las Islas Británicas, Lola trabajó para empresas como Motorhispania o Sayca, mientras que su primera aventura en tierras inglesas fue formar parte de la plantilla de Jaguar Land Rover . Con talento, tesón y sacrificio, fue cumpliendo el sueño que había tenido siempre, consiguiendo un hueco en el siempre complicado mundo de la competición de élite. «Toda mi vida he sido muy aficionada a la Fórmula 1 y siempre he intentado trabajar en algo relacionado con el tema, lo que hago actualmente no es exactamente lo que yo quería, pero estoy muy contenta de lo que estoy haciendo», cuenta la utrerana.

En Inglaterra la Fórmula 1 es un deporte que cuenta con una gran tradición, ya que es un país que ha tenido históricamente míticos pilotos y fantásticas escuderías. Además, en la propia comarca en la que se encuentra Lola, en West Midlands, es posible encontrar la sede de algunos de los equipos más importantes que participan en el mundial, como pueden ser Mercedes, Red Bull, Williams o Renault . A excepción de Red Bull y Toro Rosso, los sistemas de freno y embrague que salen de la factoría en la que trabaja Lola, son usados por todo el resto de equipos que participan en el campeonato internacional de Fórmula 1.

En cuanto a las claras diferencias que existen entre la vida en el sur de España y en Inglaterra, la utrerana explica que «después de seis años aquí, ya estoy acostumbrada, tengo mi rutina y mi vida. Aquí tengo a mi pareja, a mis amigos y mi casa». En cualquier caso Lola Navarro resalta que «echo mucho de menos a mi familia, y la facilidad que hay en Andalucía para vivir y disfrutar de la calle , como por ejemplo para salir a cualquier hora a disfrutar de un rato de ocio, algo que aquí es muy difícil».

Debido a la pandemia generada por el coronavirus Covid 19, la empresa para la que trabaja la utrerana también ha visto afectada en gran medida su actividad, cerrando en primera instancia de manera completa durante dos semanas y obligando a que la gran parte de sus trabajadores hicieran su labor desde sus hogares. La paralización momentánea de la competición, se ha dejado notar en esta factoría, que poco a poco va volviendo a la vida y a su frenética actividad, ya que la competición en el «gran circo» vuelve el 3 de julio con el Gran Premio de Austria.

En la actualidad, el piloto favorito de Lola es el joven Lecrerc, que da muestras de su buen hacer al volante de un Ferrari , aunque confiesa que «no me atrevería a decir cual puede ganar el mundial una vez que se reanuden las carreras». Un mundo, el de la Fórmula 1, que claramente desde que Alonso dio un paso a un lado, ha perdido muchos aficionados en España, un fenómeno que la utrerana asegura que le da «un poco de rabia, porque en España siempre hemos tenidos a muy buenos pilotos en todas las disciplinas, y ahora también tenemos a Carlos Sainz».

Lola Navarro es una muestra más del talento utrerano , defendido en este caso por una utrerana que ha sido capaz de hacerse con un hueco en un mundo tan competitivo y especializado como es la tecnología al servicio de la alta competición, dominado además históricamente por hombres.