Apenas eran las tres de la tarde, cuando el cielo se puso completamente negro. La tormenta de granizo que ha pasado de oeste a este, ha entrado por la línea de la A-92. Muchos conductores, vecinos de Arahal, se ponía en contacto con ABC para avisar de que la tormenta estaba llegando al pueblo.
El viento y el granizo que ha acompañado esta tormenta ha provocado incluso la desestabilización en los coches. «Me ha costado trabajo mantener el volante», decía Marco Antonio Álvarez al que le ha cogido la tormenta a su paso por el cortijo de Mejillán a unos dos kilómetros de Arahal.
El suelo, las plazas, los patios, los tejados, los vehículos aparcados en la calle, los tejados se han quedado en cinco minutos con una capa blanca de granizo, levantando expectación en la población que lo veía asomada en las ventanas o las puertas de la casa.
Los agricultores han empezado a reaccionar diciendo que esto supone la «ruina de Arahal». Aunque aún no les ha dado tiempo de ir a ver las tierras, es el pronóstico que ya adelantaban. La granizada seguro que ha perjudicado a los olivares y al cultivo recién sembrado.
Los vecinos comentaban que «nunca han visto una granizada como esta en Arahal». El pueblo lleva unos días de avisos y alertas por peligro de crecida en los ríos y arroyos. Y está a la espera de saber si esta granizada ha provocado más daños.
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