Los vecinos de Espartinas se rebelan por el plan municipal de huertos en pleno núcleo urbano

La idea parte del grupo municipal de Izquierda Unida, que está liderado por el concejal José María Calado, quien ya ha protagonizado otra sonora polémica en esta localidad al anunciar que mientras él esté en el gobierno no se permitirá ninguna actividad taurina en Espartinas , cuna de maestros de la tauromaquia como la saga de los Espartaco. De hecho, Calado alegó motivos administrativos para impedir que Espartaco padre recibiese la medalla de oro del Ayuntamiento propuesta por el PP. Estas decisiones han provocado diversas manifestaciones en el pueblo que han sido multitudinarias, pero la ocurrencia de los huertos urbanos ha acabado ya con la paciencia de muchos vecinos y de la alcaldesa, la socialista Cristina los Arcos , que se ha sumado a la plataforma vecinal, ya que el Ayuntamiento es propietario de la finca en la que IU pretende llevar a cabo esta actividad.

Los miembros de esta entidad recién creada, que cuenta con la adhesión de todos los propietarios colindantes , han explicado a este periódico que ellos no se oponen a la creación de huertos urbanos, pero no en un espacio tan próximo al centro en el que actualmente se está llevando a cabo el desarrollo urbanístico del municipio . Pero lo que pretende IU es precisamente frenar ese proceso. De hecho, la idea se lanzó por primera vez en 2015, aunque hasta ahora no se ha tramitado en el Ayuntamiento desde las delegaciones que gobierna este partido.

Según su propuesta, «los huertos urbanos son terrenos públicos del municipio, los cuales van a ser preparados y gestionados por el Ayuntamiento de Espartinas para su uso como huertos» en un espacio que « estará dividido en 112 parcelas de unos 50 metros cuadrados cada una».

Izquierda Unida explica también que «la gestión de los huertos y las prácticas agrícolas que se llevan a cabo van a regirse por criterios de sostenibilidad , buscando la creación de un espacio no contaminante, propiciador de biodiversidad y que mejore la calidad ambiental del municipio» y que a esta oferta podrán concurrir familias, « discapacitados, asociaciones de vecinos, jubilados y escolares para complementar la educación ambiental con material didáctico preparado por el profesor y por trabajo realizado en el aula». La iniciativa insiste en que los huertos se harán en la finca Donaire, que tiene tres hectáreas, y que cada huerto tendrá una superficie de 50 metros cuadrados a repartir entre quienes los soliciten, todo ello con los supuestos objetivos de «recuperar espacios urbanos para uso público aportando diversidad al paisaje del municipio; ofrecer un espacio de esparcimiento y actividad para las personas ; fomentar la participación ciudadana; generar espacios de biodiversidad; y promover buenas prácticas ambientales de cultivo : gestión de los residuos, ahorro de agua, agricultura ecológica, recuperación de usos y costumbres de la agricultura tradicional, etcétera».

En su retahíla de fines se incluye también «el carácter educativo y lúdico de los huertos, las relaciones entre el medio natural y las actividades humanas, una alimentación sana y cambios de hábitos más saludables , un mayor conocimiento y respeto por el medio ambiente...». Pero los vecinos no quieren nada de esto en ese lugar y ya están promoviendo concentraciones contra el concejal José María Calado para evitar que frene el desarrollo del municipio. El problema, por tanto, lo tiene la alcaldesa, que tampoco quiere huertos en la finca Donaire, pero necesita el apoyo de IU para mantener el poder.