Especial I+D+i
Drones que se inspiran en el grifo mitológico
Aníbal Ollero, una eminencia andaluza, pilota un grupo de 80 investigadores que desarrolla la nueva generación de robots aéreos
E. Freire
El «grifo» es un animal mitológico que combina las cualidades del águila y el león. Esta criatura poderosa, sobre cuyas alas se montó Harry Potter para llegar volando a la casa del profesor Dumbledore, inspira el proyecto GRIFFIN , uno de los trabajos de ... investigación más seductores que se llevan a cabo en el laboratorio de Robótica de la Universidad de Sevilla. El prestigioso ingeniero sevillano Aníbal Ollero (Premio Rey Jaume I y Premio Andalucía de la Ingeniería, entre otros títulos) , catedrático de Robótica de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Hispalense, dirige el equipo de 80 personas que desde Sevilla está creando los drones del futuro, que volarán a grandes distancias y podrán interaccionar con las personas.
«En GRIFFIN se está desarrollando una nueva generación de robots aéreos bioinspirados (ornitópteros), con inspiración en la naturaleza, en los pájaros, capaces de batir las alas, planear, posarse, plegar las alas y manipular todo ello de forma completamente autónoma. Van a ser capaces de volar mucho tiempo, utilizando las corrientes de aire para mantenerse durante kilómetros sin gastar energía, y también van a poder posarse con las garras en un lugar preciso sin señal de satélite, realizando sus propios mapas del entorno, y ejecutar operaciones, por ejemplo, de toma de medidas o interacción con las personas», explica Aníbal Ollero.
Añade que estos ornitópteros se posarán en la mano o el cuerpo de una persona y operarán en sitios en los que no es posible que trabajen los drones actuales. «Podrán, por ejemplo, acceder a personas que estén en situaciones de catástrofe, posarse en su cuerpo para medir parámetros vitales y realizar acciones de emergencia», describe.
Los ornitópteros volarán grandes distancias usando las corrientes de aire
Rodeado de prototipos alados dentro de la gran cancha azulada, protegida por redes, donde se prueban los robots aéreos, el profesor exhibe sus criaturas observado de cerca por jóvenes doctorandos del Grupo de Robótica, Visión y Control de la Universidad de Sevilla que participan en la investigación. La gran mayoría tiene contratos con empresas a las que transfieren la tecnología. En este momento este Grupo está ejecutando una Advanced Grant del European Research Council (GRIFFIN), doce proyectos del Programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea , cuatro de investigación españoles y doce contratos con empresas.
«Conseguir estos proyectos no ha sido fácil ya que actualmente solo entre un 5 y un 10 por ciento de las propuestas a la Comisión Europea en las áreas en las que nosotros trabajamos son financiadas, y se presentan los mejores centros de investigación europeos. Desde el año 2001, la CE nos ha aprobado más de veinte proyectos. Todos han acabado en éxito y nos han premiado por sus resultados», detalla.
Con un presupuesto de 2,5 millones de euros, GRIFFIN comenzó en noviembre de 2018 y tiene una duración de cinco años . «Dentro de algo más de tres años tendremos esa nueva generación de drones», avanza Ollero.
Un segundo proyecto destacado, AERIAL-CORE, se enmarca en el programa Horizonte 2020 de la CE y arrancó en diciembre de 2019 . Aquí, Aníbal Ollero coordina un consorcio de 15 entidades europeas (empresas, centros de investigación y universidades), entre las que se incluyen las más importantes en Europa.
«En esta investigación estamos desarrollando robots aéreos capaces también de volar kilómetros, fuera de la línea de vista, y a su vez de realizar aterrizaje vertical en sitios muy restringidos, manipular posados en un cable y realizar tareas para ayudar a los trabajadores en altura», apunta.
«Estamos considerando como aplicación de validación la inspección de líneas eléctricas . Nuestros drones van a poder volar sobre la línea kilómetros y posarse en ella o en los postes para realizar mediciones y tareas de mantenimiento, como, por ejemplo, colocar los salvapájaros, que son unos marcadores que impiden que las aves colisionen con la red eléctrica y por tanto mueran en ese choque o por electrocución. Las empresas eléctricas tienen que colocar cada pocos metros gran cantidad de ellos, y nuestros drones van a ayudar a hacerlo automáticamente. Además de eso van a realizar otras tareas de medida de tensión o de condiciones de aislamiento en la propia línea, poner separadores y una serie de tareas que ahora hacen las personas en trabajos en altura peligrosos o bien desde un helicóptero, lo que es costoso», detalla el investigador.
Trabajo con Endesa
Estas funcionalidades y el sistema integrado se probarán en la inspección y mantenimiento de líneas de Endesa , compañía que también participa en el proyecto que supone una inversión cercana a nueve millones. Los primeros ensayos se realizarán en la instalación ATLAS de la Fundación Andaluza para el Desarrollo Aeroespacial en Villacarrillo, Jaén, donde la compañía eléctrica tiene varias líneas.
El Centro Avanzado de Tecnologías Aerospaciales (CATEC) participa en AERIAL-CORE y coordina Piloting, otro proyecto europeo del Horizonte 2020, que comenzó en enero pasado y del que el Grupo de Robótica de la Universidad de Sevilla es también socio.
Esta iniciativa permitirá probar las tecnologías robóticas desarrollados en el laboratorio hispalense en instalaciones industriales y otras infraestructuras, conjuntamente con numerosas empresas de distintos países.
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