POP CAAC 2024
Luz Casal: «No me hace ilusión empezar de cero, me gusta tener una cierta seguridad»
La artista llega como cabeza de cartel del ciclo de música sevillano que tiene como novedad el cambio de escenario a la pradera del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo
Los Planetas y Luz Casal, principales reclamos del Pop CAAC 2024

Al otro lado del teléfono la risa de Luz Casal estalla refrescante como una repentina lluvia de verano. La cantante ríe ante la premisa de que un centenar de conciertos para una gira no son precisamente pocos. Tras una primera vuelta con 55 citas, ... Luz Casal y su banda tienen agendados 37 conciertos en lo que va de segunda vuelta. Una de esas noches está reservada para Sevilla y el concierto que ofrecerán el próximo día 30 dentro del Pop CAAC 2024.
«Probablemente lleguemos al mismo número [de la primera vuelta]. Más que considerarlo como que 'uf, cuántos son…', me siento agradecida de que haya gente que quiera vernos y escucharnos y eso es mucho más sobresaliente que todas las comodidades, que las hay, de ser un músico ambulante que debe coger aviones, trenes, barcos, etc.», explica la artista gallega a ABC.
Luz Casal + Manola Pop CAAC 2024
-
Dónde: Pradera del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo
-
Dirección: C. Américo Vespucio, 2, 41092, Sevilla
-
Cuándo: 30 de agosto
-
Horario: 21:00 horas.
-
Precio: 35 euros
-
Entradas: ultimaentrada.com y crashmusic.es
-Tras un número de conciertos así, ¿se atisba un descanso? ¿O seguir?
-Bueno, parar… A ver (piensa). Tengo bastante control, aunque siempre es muy tentador aunque te llaman y esperabas que ese día fuera libre, pero parar para mí significa quedarte en ese momento en que estás de expresividad, de control de lo que haces, de todo ese tipo de cosas y cuando quieres volver al cabo de un año o dos tienes que casi comenzar de cero. No me hace mucha ilusión comenzar de cero, me gusta tener una cierta seguridad de controlar lo que hago: sé cuándo salir al escenario, en qué momento, cuándo me dirijo a la gente… ese tipo de cosas. No veo la necesidad de tener que parar.
-Parar significaría volver al estudio, con una propuesta distinta para el público y eso puede que guste o no guste.
-Efectivamente, bueno, esos temores los tengo superados. Puede parecer un poco arrogante, pero no es tanto eso, sino que, por ponerte un ejemplo distinto, es como el deportista de élite, traducido al músico profesional, de repente dejara de entrenar. Cuando quieres volver tienes que hacer un esfuerzo extra, los músculos pueden tener memoria, pero si no los activas necesitan un tiempo de activación.
-Por seguir con la analogía, está en plena forma.
-Estoy en un momento estupendo, así es (ríe). Supongo que hace cinco años o siete hubiera dicho lo mismo, pero es que es así, cuando tienes esa sensación no puedes decir lo contrario.
-Si la inspiración llega en medio de este ánimo de no parar, ¿cómo la gestiona?
-Intento, de manera sucinta, concentrarlo y no perder la idea. A veces tienes una frase chula que te parece que tiene interés y que si tiras del hilo puede desarrollarse, o escuchas un beat determinado, intento guardarlo. Luego ya vendrá el momento en que tienes que hincar los codos, desarrollarlo. La inspiración ya se sabe que es una cosa que puede aparecer en cualquier momento, pero de ahí a tener algo tangible que pueda ser una canción pasa, en la mayoría de los casos, por muchas horas de trabajo.
-¿Cómo se prepara un setlist para una gira con tantos conciertos y tantos formatos y aforos distintos?
-Teniendo en cuenta si vas a un festival o a un país donde hay canciones que han sonado más, teniendo una serie de cosas en cuenta. No ir con «esto es lo que hay». Adaptarte le da un plus diferente, no solo para los que vayan a verte y aprecien que hagas una determinada canción, sino para la gente que nos sigue a todos los conciertos, que saben que casi siempre hay algo que les sorprenderá.
-Hay canciones que no pueden no estar.
-Eso es, exactamente.
-¿Cómo se convive con canciones que tienen que estar pero con las que a lo mejor ya no se siente tan identificada?
-Las canciones que son imprescindibles las hago considerando que es el gusto que le das a la gente, más el añadido de que tú esa noche lo vas a hacer como sientes ese día. No se cambia la estructura o el tiempo de la canción, pero a veces la actitud hace que suene de manera diferente y la perciba así la gente.
Las que con el tiempo sientes que no te representan, si tienes una del último álbum que esté dentro de esa línea, pues la incorporas. Si tienes una canción del segundo y te has acordado que tiene características similares, y te apetece hacerla, se cambia y no pasa nada. Es una suerte tener un repertorio tan amplio con el que puedas quitar, cambiar, incorporar, recuperar, etcétera.
-La música es una carrera, como ocurre con otros trabajos, que por mucho talento y por mucho que trabajes, puede que no consigas el objetivo de llegar a ella. ¿Cómo cree que ha cambiado la forma de acceder a la escena, según su experiencia?
-Las cosas cambian. Con el acceso que hay tan inmediato a todo tipo de música eso ha sido un avance, a mi modo de ver, enorme. No hay que hacer casi ningún esfuerzo y unos segundos para encontrar una obra del clásico del rock de los noventa o del trap del último chico de dónde sea… eso es un grandísimo avance. Volviendo a la pregunta: se puede tener escaso talento y estar en el sitio adecuado y tener un triunfo, que a lo mejor es breve, pero no deja de ser un triunfo. Hay millares de ejemplos de gente con mucho talento, con entrega y profesionalidad que no han despuntado.
En realidad, considero que hay un porcentaje, en todos los trabajos, pero ciñéndonos a la música, hay gente que no tiene la estrella. El momento para hacer sus cosas y tener éxito. El que tiene talento y a ese talento le suma una gran vocación, de una o de otra manera triunfa. Nuestra profesión está llena de misterios, de preguntas que no tienen respuestas y cuando la tienen no necesariamente son lógicas. Creo que el que tiene talento, se esfuerza y tiene un poquito de suerte, siempre triunfa.
-Otra parte de ser artista en esta época es la exposición en redes. En sus redes hay recomendaciones de libros, visitas a museos, fotos del día a día… ¿Cómo lleva esa exposición?
-Si me permite una puntualización, no hago recomendaciones de libros sino que pongo los libros que leo.
-Es una puntualización muy buena.
-Una vez que acabo el libro pongo la portada y la contraportada. No hago juicio de si es una novela negra que abunda en la sangre o algo así, no doy opinión. Respecto a lo profesional, pues hay fotos más o menos divertidas, que me hacen llegar… No soy activa de estar todos los días poniendo cosas pero afortunadamente tengo una vida bastante intensa y un número de gente que se interesa por lo que hago, así que intento mostrar lo mejor, paso de poner una foto fregando platos (ríe).
Ahora, ¡también te digo! Un día me hacen una foto fregando platos y tiene cierta gracia o ironía, la pondría. Es una manera como otra cualquiera de relacionarte, pero no me hago selfies nunca. Me ciño a las cosas en relación al arte, la literatura, exposiciones que me parecen interesantes o espectáculos… Es información que cualquiera que me siga puede ampliar.
-Volviendo, al número de conciertos. Con tantas ciudades que visita igual no tiene tiempo para pasearlas o disfrutarlas como corresponde, pero en el caso de Sevilla, ¿qué es lo que más disfruta cada vez que viene a esta ciudad?
-Tiene muchísimas cosas que me llaman la atención. Me ha dado el título de un álbum, 'La Pasión'. El otro día recibí, no sé si del hermano mayor, ahora no recuerdo, para hacerme hermana de la cofradía [Hermandad de Pasión], y quiero responderle. Ese tipo de cosas ya te unen de una manera casi indeleble a una ciudad. Tengo maravillosos amigos y es una ciudad que me gusta pasear. Desde que fui la primera vez a Sevilla sentí que era algo cercano. Es verdad que cuando vas de concierto apenas tienes tiempo para hacer otra cosa: hotel, prueba de sonido, concentrarte para el concierto, acabas y te vas al hotel y te vas al día siguiente.
En el caso de Sevilla, siempre que tenemos actuación, intento tener un día antes o un día después precisamente para tener la oportunidad de patear las calles. Meterme en el barrio de Santa Cruz o la plaza de la Alfalfa, o meterme en la iglesia del Silencio, para percibir esos olores y fijarme en algunas imágenes. Sevilla me ha aportado muchas cosas y una de ellas es tener amigos para toda la vida. Eso no se puede decir de todos los sitios.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete