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Chaves Nogales, en 1935: «En el fondo de las cofradías hay anarcosindicalismo»
Llama «mamarrachos» a los «armados» y dice de los nazarenos que flirtean con las devotas o se van a tomar chatos durante la procesión
Chaves Nogales, en 1935: «En el fondo de las cofradías hay anarcosindicalismo»
«Los dos enemigos natos de la Semana Santa son el cardenal y el gobernador, el representante de la Iglesia y del Estado . El buen capillita se pasa la vida hablando mal de ellos y protestando contra sus decisiones. Claro está que, como ... el cofrade es por principio hombre religioso y ciudadano pacífico, no puede ponerse abiertamente en lucha con los representantes de la Iglesia y el Estado, pero en realidad, su obra, las cofradías, se ha ido haciendo a espaldas de ambos, y muchas veces a su pesar» .
Esta es la conclusión de uno de los reportajes publicados en 1935 en el diario «Ahora» por Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897, Londres, 1944) sobre la Semana Santa de Sevilla , que acaba de rescatar la editorial andaluza Almuzara en un libro. Aunque han pasado casi ochenta años, las opiniones del gran periodista y escritor sevillano resisten el paso del tiempo y siguen siendo tan válidas como entonces.
El periodista sevillano recuerda en uno de sus reportajes que la cofradía de la Macarena estuvo tradicionalmente en manos de «huertanos, entradores y asentadores de mercados, gente toda de ánimo rebelde» , y defiende en todos ellos el origen popular y humilde de la fiesta mayor sevillana, que responde, según él, a «la liturgia de los apetitos populares».
Y añade: «En tanto sirva para satisfacerlos, subsistirá con el máximo esplendor porque, en definitiva, al ciudadano le importa un bledo que se dé a su gula una significación litúrgica o un sentido pagano. Ocasiones para manifestarla es lo que desea. Y si la Iglesia se las proporciona ofreciendo al mismo tiempo la trascendencia teológica a su apetito, tanto mejor».
El escritor sevillano también se enfrenta a la retórica oficial de la Semana Santa de Sevilla con críticas aceradas, teñidas de humor e ironía, que le hubiera costado mucho publicar en algún periódico sevillano de la época. A los «armados» de la Macarena los llama en «Heraldo de Madrid », periódico del que fue redactor jefe, «mamarrachos» y «pueriles », y compara irónicamente sus doce horas de penitencia en la Madrugá con la misión del soldado de Maratón.
De los nazarenos de la Macarena se atreve a decir que aprovechan para flirtear con las más bellas devotas «por lo bajito» , o ir a tomar unos chatos en medio de la procesión al bar de la esquina, aunque en esto, como en todo, hay clases: en el Silencio , por ejemplo, dice Chaves Nogales , «se expulsaría al que osase articular una sílaba y y tampoco se permite siquiera ladear la cabeza».
Esta dualidad sevillana la expresa así: «Entre la cofradía del Silencio y la Macarena, el alma sevillana juega libremente todas sus apetencias y se llevar por los más varios requerimientos. El pie descalzo del penitente y la barriga llena del cofrade, el ayuno y las torrijas, la meditación y el vino».
David González Romero , editor de este libro, destaca la visión de Chaves Nogales «de que nadie gobierna la Semana Santa , porque él vio por vez primera «ese fondo de anarcosindicalismo de las cofradías» , como él lo llama. Y sigue siendo actual: no hay más que leer los periódicos y observar los pulsos que mantienen las hermandades con el arzobispo, da igual quien sea».
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