La Alta Velocidad, cada vez más lenta y con retrasos y parones

«Nos dijeron que como están reparando la vía en Córdoba está habiendo muchos problemas y no están acertando en la planificación. De hecho mi tren retrasó su salida porque era el mismo que tenía que venir de Madrid y no pudimos salir hasta que no llegó», explica este joven que ha reclamado la devolución del dinero del billete y aún espera la transferencia.

El retraso de ese tren es sólo un ejemplo de las decenas de incidencias que se están produciendo en los últimos meses en la línea de Alta Velocidad entre Sevilla y Madrid y que se han acentuado desde que a mediados del pasado mes de mayo comenzaron las obras para renovar la línea, la primera de España que se inauguró en abril de 1992 pero que ahora necesitaba una modernización.

Sin embargo esas obras están provocando un gran número de incidencias y retrasos y rara es la semana en la que no hay numerosas quejas en las redes sociales. Los viajeros denuncian cada vez más a menudo que los trenes no salen a su hora, que van más lentos o se paran. Y que la puntualidad de la que presumía Renfe cuando puso en marcha el AVE es cada vez menos frecuente.

Aunque ni las compañías ferroviarias (ya circulan en ese corredor los AVE y los Iryo además del Avlo, el tren low cost de Renfe) ni Adif facilitan los números exactos de incidencias, las quejas de los usuarios reflejan que en el último mes se han producido aproximadamente una decena de estos. Algunos ejemplos son los que se produjeron el 30 de mayo o los días 3,5, 15, 16, 22 y 25 de junio y que quedaron plasmados en las redes sociales. A ellas se unen otros testimonios que llegan a ABC vía telefónica.

A veces los trenes, que desde que comenzaron las obras han modificado los horarios y ya se anuncian en las web de las distintas plataformas con trayectos que duran media hora más de lo normal, sufren retrasos adicionales. Es decir, si el recorrido entre Sevilla y Madrid solía durar dos horas y media como mucho, ahora el mínimo son tres horas a las que hay que añadir los habituales retrasos.

El pasado 16 de junio, por ejemplo, hubo viajeros que tardaron cerca de cuatro horas en hacer ese recorrido, un tiempo que recuerda las cerca de seis horas que tardaban los antiguos Talgo entre Sevilla y la capital de España antes de que llegara el AVE.