«El templo de Astarté gaditano no era igual que el del Carambolo»

—¿Cádiz es fundada por la necesidad de los comerciantes fenicios del siglo XI a de C de buscar nuevos mercados?

–Hay una época oscura en la historia de los fenicios orientales donde una crisis profunda obliga a los comerciantes a buscar nuevas rutas mediterráneas hasta más allá de las columna de Hércules.

–Pero la Gadir fundacional se ubica en una de las tres islas del archipiélago gadirita. ¿Por qué en la isla de Erytheia?

–Buscan enclaves estratégicos protegidos y cercanos a vías fluviales y rutas terrestres hacia el interior. Y Erytheia cumplía con todos esos requisitos.

–¿Qué queda hoy de Erytheia?

–Es el actual casco antiguo de Cádiz, en torno a lo que es la torre Tavira. Y fue un lugar estratégico para controlar el flujo mercantil del Mediterráneo y el Atlántico, principalmente para el intercambio de metales. Ejercieron un monopolio comercial durante siglos.

–Usted ha estudiado aquella ciudad fundacional. ¿Cómo era?

–Las últimas excavaciones nos la dibujan como una ciudad de pequeñas dimensiones, con viviendas construidas de arcilla y barro, dentro de un entramado urbano de calles estrechas que bajan desde la actual torre Tavira hacia la plaza de las Flores, lo que fue en su día parte del canal de Ponce.

–Sorprende que un foco comercial y económico tan potente tuviera un urbanismo tan dependiente del tapial. ¿Cuándo aparecen materiales más nobles en el urbanismo de Gadir?

–Los materiales nobles están vinculados a edificios monumentales como los templos y a monumentos funerarios. La piedra ostionera se utilizó para dinteles de puertas, cimientos y zócalos y cantoneras.

–La religión, que entonces estaba muy ligada al comercio, tiene en la isla de Erytheia un supuesto templo a Astarté. ¿Dónde se ubicaba?

–El templo debió de ubicarse en la actual Punta del Nao, en el arrecife norte de la playa de La Caleta. Desconocemos su arquitectura, pero en intervenciones subacuáticas se han hallado numerosos exvotos vinculados a este culto: figuras en arcilla representando divinidades y quemaperfumes.

–¿Había alguna relación entre los templos de Astarté en Gadir y el del Carambolo en Sevilla?

–La diosa es la misma. Y el Carambolo es un santuario fenicio en el interior. Debieron tener sus relaciones, tanto comerciales, como astronómicas, marítimas, territoriales… Son distintas poblaciones que comparten una misma cultura.

–¿Y pudieron tener semejanzas arquitectónicas ambos templos?

–El templo gaditano era un santuario marino. Por lo que tendría, aunque fueran templos fenicios, características distintas a las del Carambolo.

–La isla de Kotinoussa albergaba uno de los templos más visitados de la antigüedad ¿Era el mismo que siglos después de su construcción visitaron Aníbal y Julio César?

–Sí. Su arquitectura, que desconocemos, las fuentes la vinculan con el templo de Salomón, construido por los fenicios. Era uno de los puntos religiosos y comerciales más importantes de occidente, sobre todo para controlar el círculo del Estrecho. Roma lo adoptó para darle culto al Hércules egipcio.

–¿La tercera isla, Antípolis, a qué se dedicaba?

–Es una zona industrial vinculada al mundo de la alfarería y otros usos. De época púnica quedan numerosos alfares de cerámica. Antípolis está en lo que es hoy San Fernando.

–¿Dónde estaba el puerto comercial de la Cádiz fenicia?

–Se desconoce. Pero el canal de Ponce era el sitio ideal para las instalaciones portuarias del momento.

–¿Fue ciudad amurallada?

–No lo sabemos. Pero Gadir significa lugar cercado o reducto. No sabemos más.

–La calle más fenicia de la actual Cádiz que podamos pisar ¿cuál es para usted?

–Sin lugar a duda, San Miguel. Allí están los restos fenicios más antiguos de Gadir.

–¿Y el ADN fenicio más gaditano quién lo tiene?

–(Risas) Fernando Quiñones. Cien por cien fenicio de la Caleta. Que gustaba pasear por donde estuvieron los templos de Gadir.