Sevilla tendrá a finales de este siglo mes y medio a más de 40 grados
Actualmente son unos 12 días por encima de esas temperaturas, con medias similares a las de Arizona
El calentamiento supondrá que la media sea de 23 grados en 2100 y más de 65 noches serán tropicales
El calor de verano ya está aquí: Sevilla estará dos días en alerta por altas temperaturas
Sevilla
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Iniciar sesiónLos expertos llevan años advirtiendo del calentamiento global. Hay datos científicos que exponen a las claras que las consecuencias del cambio climático están más cerca de lo que muchos piensan. El Mapa del Clima que ha elaborado la Junta Andalucía con ... proyecciones sobre el futuro presenta un panorama desolador en base a cómo serán las temperaturas en los próximos años en Sevilla.
Ahora que el calor empieza de nuevo en Sevilla hay que saber que el resumen de ese escenario futuro, realizado por expertos y con datos del sexto Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es que la provincia tendrá cada vez más días de calor extremo, con temperaturas superiores a los 40 grados, también más noches tropicales y que la temperatura media seguirá subiendo, por lo que cabría esperar también mínimas de más de 30ºC durante las olas de calor mientras las precipitaciones van a la baja.
De hecho, ese estudio de futuro concreta que el valle del Guadalquivir, y más concretamente Sevilla capital, debido a su isla de calor urbana es uno de los puntos más cálidos de la comunidad autónoma. La ciudad seguirá la tendencia del resto de Andalucía aunque aún más acentuado. Con un clima asociado a la desertificación, vinculado a temperaturas cada vez más elevadas, será una ciudad en la que se endureceran las condiciones de vida a causa del tiempo. En las proyecciones del clima que se han hecho y que pueden consultarse en la página web se han barajado varios escenarios teniendo en cuenta también variables socioeconómicas y sobre cada municipio se refleja que los días de calor extremo aumentarán.
A finales de siglo, en torno al año 2100, Sevilla tendrá que soportar más de 42 días al año en los que la temperatura supere los 40 grados. Eso ocurrirá en un escenario pesimista, si no se actúa y se siguen emitiendo gases de efecto invernadero. Llama la atención que un siglo antes, en torno al año 1990, sólo había en Sevilla unos tres días en los que el termómetro subía por encima de 40 grados. Estos datos ponen de manifiesto que esos días de temperaturas extremas se multiplicarán en los próximos años casi por cuatro con respecto a las actuales si se tiene en cuenta que ahora son unos 12 días al año en los que los termómetros superan esa barrera de los 40 grados. Será una subida de temperaturas progresivas ya que en el año 2050 serán 21 días con esas temperaturas, en 2027 unos 25 días y en el año 2080 serán unos 30 días y en 2090 más de 35.
Sevilla sufrirá junto con Córdoba y Jaén olas de calor extremo. En general, se superarían los 45 grados durante 8 días por año en todo el territorio de estas provincias bajo los escenarios más pesimistas, y en la zona del valle del Guadalquivir se podría superar este umbral entre 15 y 20 días al año. Incluso se podría llegar a los 25 y 30 días al año según los escenarios más pesimistas.
Pero ahí no acaban los datos preocupantes que hablan de un futuro con un calor extremo. Las noches tropicales, es decir, el valor medio del número de días por año cuyas temperaturas mínimas se sitúan por encima de los 20 grados también irán en aumento a medida que vayan pasando los años.
En la provincia
Ese mapa concluye que ese aumento de las temperaturas no se dará sólo la capital hispalense sino que se extenderá a todos los municipios de la provincia ya que se indica que el valor más elevado de temperaturas máximas de toda la comunidad autónoma se alcanza en las vegas bajas del Guadalquivir y en general en la campiña sevillana.
En ese contexto Sevilla tendrá hasta un total de 65 noches tropicales a finales de este siglo. Una cifra que supone también un considerable aumento con respecto a las 23 noches actuales.
Es decir, esas noches tropicales se multiplicarán por tres con respecto a las que se soportan actualmente. Un dato que también revela cómo ha cambiado el panorama en los últimos años. Porque, según el mapa de la Junta de Andalucía, en el año 1990 en Sevilla sólo había cinco noches tropicales cada año.
La temperatura media también subirá. Se pasará de los algo más de 19 grados actuales a superar los 23 grados a finales de siglo, lo que implica una subida de más de cuatro grados de media.
Más bajas
En el extremo opuesto se sitúa Constantina, el municipio de la provincia Sevilla con la temperatura media más baja ya que pasará de los 16,7 grados actuales de media a superar los 20,9 grados a finales de siglo.
La previsión también recalca que la situación más extrema se dará en el valle del Guadalquivir. De hecho, los escenarios ya muestran aumentos de días de olas de calor superiores a los 50 días, mientras que bajo el escenario más extremo de lo que ocurrirá en el futuro se proyecta que se superarán los 40ºC entre 75 y 90 días cada año.
Además se indica que las temperaturas medias del mes más cálido de la campiña sevillana asemejarían al que podemos encontrar en el interior de Arizona (Estados Unidos) en el mes de julio. Y también se habla de que cada vez hay señales más claras de la tendencia futura a la desertificación de la región andaluza. «Tendremos que adaptarnos y preparar las casas para el calor», dicen los expertos.
El Levante
Esto ocurrirá también por la presencia de Levante durante episodios de calor que anulan o dificultan la entrada de la brisa tierra adentro, superándose con facilidad los 36º grados. Y eso provocará que en todo el valle del Guadalquivir y, sobre todo en la campiña sevillana, habrá una ausencia de régimen de brisas que permitirán que las localidades de esa zona se vuelvan «verdaderos hornos». Ese calentamiento también tendrá otra consecuencia. Habrá menos precipitaciones de manera que las medias anuales descenderán en un veinte por ciento. Y el déficit hídrico se dejará sentir en la campiña. Si entre 1961 y 1990 se recogían 498,4 milímetros de agua al año, en el año 2100 serán sólo poco más de 403 milímetros anuales. Un importante descenso de las precipitaciones.
El único parámetro en el que la situación tiende a mejorar es en el de las emisiones de gases efecto invernadero, el denominado GEI. En este punto, aunque hay menos datos, se observa como las medidas parecen estar dando sus frutos.
En 2005 la emisión de GEI era de 3.535.980 toneladas de CO2 equivalente. Una cifra que supone más del doble de la que se emite actualmente; 1.732.413. Un dato que supone una pizca de aire fresco entre tanto calor sofocante.
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