TURISMO
El edificio Generali en la Plaza Nueva se reconvertirá en un apartahotel
La mayoría de los inquilinos de este centro de negocios se ha desplazado a otros inmuebles del entorno
Aunque el negocio turístico está aún muy lejos de la normalidad, todos los analistas apuntan a que entre mediados de 2022 e inicios de 2023 esta actividad regresará a las cifras de viajeros de 2019. Y al calor de estas previsiones ha vuelto a reactivarse ... el ritmo de inversión hotelera que vivía Sevilla antes de la irrupción del Covid 19. Esta misma semana se ha presentado el proyecto de KKH en la Fábrica de Tabacos y en los últimos meses también se están acelerando nuevas iniciativas en el centro de la capital hispalense. Es el caso del edificio Generali —en los números 11 y 13 de la Plaza Nueva— que ya ha iniciado los trámites para su próxima reconversión en apartahotel.
Su propietario —el fondo de inversión Shaftesbury— ha notificado a las empresas que ocupan el inmueble que deben buscar una nueva ubicación, ya que en la mayoría de los casos vencía el contrato en 2022. Ha sido el paso previo para la ejecución del nuevo proyecto hotelero y la búsqueda de un operador especializado . De hecho, en este momento quedan ya muy pocos inquilinos en el edificio (conocido más popularmente como ‘Vitalicio’).
Según las fuentes consultadas por ABC, la estructura y la estética del edificio Generali no se va a modificar sustancialmente a pesar del cambio de uso. Se mantendrá parcialmente la entrada y los actuales locales comerciales (entre los que figuran negocios tan señeros como la sastrería O’Kean, la joyería Shaw o la relojería Durán). En la entreplanta habrá una zona específica para restauración y establecimientos comerciales, mientras que en las cuatro plantas restantes estarían los apartamentos.
Con ello continuaría la reconversión del entorno de la Avenida de la Constitución , donde edificios que acogían oficinas, entidades financieras y centros comerciales están cambiando su uso de manera acelerada. El proceso comenzó con la sede del Banco de Andalucía (en la que ya hay un hotel concluido) y prosiguió con uno de los centros de El Corte Inglés y la sede del Banco de Granada en la Plaza de la Magdalena (donde próximamente se inaugurará un Radisson). La antigua tienda de Fnac , a su vez, albergará un hotel Soho Boutique (cuyas obras también están muy avanzadas) y en la antigua sede de Bankia en la Plaza de San Francisco habrá un hotel de la cadena Alma.
Y la perspectiva es que la planta hotelera crezca aún más en el futuro inmediato, ya que el edificio de oficinas de la Unión y el Fénix (también junto a la Plaza Nueva) ha iniciado el proceso de desocupación y la búsqueda de un inversor para reconvertir el inmueble. Y a estos se le suman otro rosario de nuevos proyectos en zonas muy próximas del centro (como los de la clausurada comisaría de la Gavidia , el antiguo edificio de los sindicatos en el Duque o la antigua sede de la Cámara Agraria).
Un edificio con historia
En el caso del edificio Generali, se trata de un inmueble singular construido en los años cuarenta del pasado siglo. Tiene unos 4.500 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas , la primera de ellas con los citados locales comerciales a pie de calle.
El edificio está en un magnífico estado de conservación ya que fue reformado hace apenas diez años. Hasta ahora mantenía bufetes de abogados, compañías especializadas en renovables y las dependencias de otras firmas del sector financiero (como Bankinter). Salvo alguno de estos inquilinos que aún negocia su salida, la mayoría ya se ha desplazado a otros edificios próximos.
Esta manzana es, además, una de las más características de la Plaza Nueva. Se construyó en la posguerra sobre el solar que ocupó en su día el Hotel Royal. El promotor de la obra fue el banco catalán Vitalicio, que encargó el diseño al arquitecto Galnares Sagastizábal, uno de los máximos exponentes del racionalismo en Sevilla (también diseñó el edificio Elcano, la Delegación de Hacienda o la Facultad de Bellas Artes).
Más allá de sus formas racionalistas, la nota distintiva del edificio promovido por Vitalicio son las columnas salomónicas pintadas en su fachada , así como las formas barrocas y cortinajes que adornan las ventanas sobre el fondo rojizo del muro, que fueron obra del pintor sevillano Juan Miguel Sánchez.
En 1991 fue cuando Vitalicio se integró en Generali, de ahí que esta aseguradora italiana fuera hasta el pasado 2017 la propietaria de este activo. En aquel año el grupo Shaftesbury se hizo con el inmueble (cuya ocupación era del 100%) por un importe aproximado de 20 millones de euros.
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