La candidatura de Juan Ávila pide la nulidad del congreso provincial del PP de Sevilla por irregularidades

«Los partidos politicos deben ser imagen y espejo de las garantías, la limpieza y el fomento de la participación y la democracia. Sin embargo, este proceso es justo lo contrario: opaco, con clara limitación de derechos y ausencias de garantías democráticas », según un comunicado remitido a este periódico. Todos estos hechos serán denunciados e impugnados ante los órganos del Partido de manera sistemática, se apunta. Así, desde la candidatura de Ávila se asegura que «hay en juego mucho más que la elección de un presidente provincial, lo que está en juego es la concepción de la democracia interna en el PP».

La impugnación viene motivada porque según las personas que la presentan, la votación de los acuerdos del congreso no se produjo acorde a lo establecido en el reglamento nacional de celebración de órganos colegiados. «En éste se advierte, expresamente, que, en primer lugar, había que llamar a los miembros de junta que quisieran expresar un voto negativo. Hecho que no se produjo contraviniendo abiertamente lo establecido en el reglamento e imposibilitando la emisión del voto negativo a los asistentes que hubieran deseado hacerlo», añade el comunicado.

Otra de las principales causas de impugnación es que, según los estatutos nacionales, corresponde a la junta directiva provincial -y no al comité organizador, como ha ocurrido- decidir si el congreso se desarrolla de manera telemática o mixta. Además, el comité organizador, «a día de hoy, aún no decidido al respecto lo que condiciona todo el desarrollo del congreso». «Queda claro, por tanto, que una decisión crucial sobe la forma de celebrar el congreso la adopta un órgano incompetente para ello. Esto vulnera los derechos de participación, transparencia y neutralidad por parte del aparato provincial que dirige una de las candidatas al congreso», se indica.

En cuanto a los avales presentados por Virginia Pérez , la candidatura de Juan Ávila «tiene noticias de la recogida de avales antes de la convocatoria del congreso; también, que el aparato ha operado sobre el listado de posibles electores y que la mayoría se han recogido bajo la falsa afirmación de que solo había una candidatura». Para esta candidatura, «lo mínimo que hay que decirle a los afiliados en un proceso interno es la verdad y que el congreso no acabe convirtiéndose en un gran fraude».