Le pillan copiando con unas gafas 'inteligentes' en un examen de Derecho en Sevilla

Ha ocurrido en la convocatoria extraordinaria de septiembre, hace unos días, en un examen de la facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, cuando los profesores que vigilaban la prueba sorprendieron a un alumno que llevaba unas sofisticadas gafas y además era el único que tenía la mascarilla puesta pese a que ya no es obligatorio su uso. Evidentemente la llevaba para ocultar el mecanismo con el que estaba intentando cometer fraude.

Nada más comenzar el examen, dos profesores se acercaron al estudiante y le quitaron las gafas para comprobar que era un modelo inteligente de una conocida marca que lleva incorporada una cámara con la que hace fotos y vídeos y en la patilla, de mayor grosor de lo normal, también tiene un pinganillo para poder comunicarse con el exterior. El modelo en cuestión permiten hacer fotos, grabar clips de vídeo de hasta 60 segundos, escuchar música o hablar por teléfono. Respetan la privacidad y apenas añaden peso y grosor respecto a los modelos normales, según se anuncian y se pueden adquirir en muchas ópticas en Sevilla a un precio de poco más de 300 euros.

De esta manera el estudiante, que al parecer rondaba los cuarenta años, podía hacer fotos de las preguntas del examen y luego recibir las respuestas. Con la mascarilla, evidentemente, ocultaba su comunicación con el exterior.

Al parecer cuando fue reprendido por los profesores no quiso colaborar. Uno de los docentes quiso requisarle las gafas pero el individuo se las arrebató inmediatamente y huyó del aula gritando en tono desafiante. En cualquier caso los docentes pudieron hacer fotos del material con el que pretendía cometer el fraude y esas imágenes se incorporarán al expediente que se le abrirá al alumno.

Lo ocurrido, que ha corrido como la pólvora entre los chats de estudiantes, fue presenciado por el resto de alumnos que estaba realizando esa misma prueba y que, según fuentes de la citada facultad, se quedaron mudo. Además las mismas fuentes aseguran que no era la primera vez que ese universitario había usado esas gafas en un examen. Aunque hasta ahora no le habían «pillado» cometiendo fraude, se desconoce si alguna de las buenas notas que tenía en otras asignaturas (incluida alguna matrícula de honor) la había logrado por el mismo método.

Tras lo ocurrido los profesores han remitido un informe al decanato que ha traslado el expediente a la inspección del rectorado de la Universidad de Sevilla que tendrá que determinar la posible sanción. Antes de ello, se abrirá un procedimiento que incluya toma de declaración al estudiante y profesorado y es posible que también a los alumnos que fueron testigos de lo ocurrido.

«Estamos vendidos», dicen algunos profesores de esa facultad en referencia a esos comportamientos que se producen frecuentemente y para los que las sanciones que se contemplan son, a su juicio, demasiado leves.

El proyecto de reglamento de régimen disciplinario de los estudiantes de la Universidad de Sevilla considera falta grave cometer fraude académico, algo que puede ser sancionado con la expulsión de hasta un mes de la Universidad de Sevilla o la pérdida del derecho a la convocatoria ordinaria en el semestre académico en el que se comete la falta y respecto de la asignatura en la que se hubiera cometido.