El párroco de San Jacinto recuerda que las medidas del juez sobre el ficus son «provisionales»

El juzgado Contencioso número 9 de Sevilla ha acordado mantener la suspensión cautelar que se adoptó en agosto, subrayando que, en este momento procesal, no entra a valorar ningún aspecto más de la cuestión de fondo, como por ejemplo si está justificada o no la tala por razones de seguridad como argumenta la parroquia y el Consistorio. Mientras tanto, la comunidad parroquial destacó en un comunicado el pasado 17 de agosto sus motivos para el apeo del ejemplar, destacando que «la parroquia ya llevaba más de 200 años aquí, cuando un desconocedor de la materia se le ocurrió sembrar el ficus en el atrio del edificio».

Además, señalaron que «hay daños estructurales a la iglesia, al muro de contención, e incluso a la calle y bloques colindantes» y otro punto que comentaron fue que «la peor decisión fue sembrar este tipo de árbol en este lugar, lógicamente ignorando que este espécimen tendría la evolución que hoy conocemos y que a todas luces se ha convertido en un cáncer (que igualmente es una entidad viva) que crece de forma desmesurada en el lugar menos adecuado», aunque «algunos sigan pensando que es como un bonsái que podemos manejar a nuestro antojo con el cuidado necesario».

Asimismo, comentaron que «nadie más que los miembros de esta comunidad parroquial sentirán la desaparición de este árbol que nos ha acompañado gran parte de nuestra existencia» desde hace más de un siglo y que han conocido varias generaciones de trianeros en el cruce de las calles San Jacinto y Pagés del Corro.

Por otro lado, un informe del templo alertaba de que la fachada de la iglesia «está adquiriendo un desplome en un desplazamiento horizontal de máximo a la altura de la bóveda principal» de casi 13 centímetros y el mismo «ya ha ocasionado una rotura de la bóveda principal manifestándose en la apertura de unas grieta sobre el coro», las cuales se pueden observar perfectamente si cualquier persona se coloca delante del altar mayor de la parroquia. Este hecho supondrá que, en un futuro, el templo tenga que afrontar la restauración de estas grietas, dentro de un complejo proceso de mantenimiento del patrimonio de esta iglesia.

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Antes de plantar este árbol, a su lado, estaba erigida la parroquia de San Jacinto, un edificio del siglo XVIII, inaugurado en 1775 y donde trabajó Matías José de Figueroa, miembro de una saga que diseño la parroquia de la Magdalena, la iglesia de San Luis de los Franceses o la capilla sacramental del templo de Santa Catalina. Es un Bien de Interés Cultural y existe un informe de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, enviado al Consistorio insistiendo en la afectación de las raíces del árbol en el templo de los dominicos.

A pesar de haber desaparecido las ramas del ficus y la peligrosidad de caídas de las mismas sobre los viandantes, las raíces continúan afectando al templo y a los edificios adyacentes al mismo. Tras el auto del juez, el Ayuntamiento de Sevilla, la Gerencia de Urbanismo y los dominicos de la parroquia de San Jacinto tienen un plazo de 15 días para plantear un recurso ante el mismo juzgado.