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Misterios en Sevilla

Una noche con el mal en el Monasterio del Diablo en Carmona: «Algo vive aquí y no es humano»

Vecinos de la localidad sevillana han visto esferas de luz sobrevolando el lugar

En su interior se han encontrado restos de prácticas religiosas sincréticas relacionadas con invocaciones espirituales

El Monasterio del Diablo en Carmona ABC

José Manuel García Bautista

Una bruma espesa comenzó a extenderse sobre los campos solitarios de Carmona al caer la noche cuando se realizaba una investigación paranormal en un conocido lugar del municipio. Desde la carretera, apenas visible entre la neblina, se levanta una silueta que helaba la sangre: el conocido y temido Monasterio del Diablo, otrora convento de frailes, hoy un lugar marcado por el miedo y lo paranormal.

Una nueva investigación se iba a desarrollar en su interior y ha vuelto a encender las alarmas sobre lo que ocurre en este rincón maldito de Andalucía.

El grupo de investigación estaba conformado por el investigador Javier Aradilla así como por José Luis García, Rafael de Alba y Rosa Sánchez.

En la segunda planta del edificio, entre muros derruidos y vestigios del pasado subió José Luis García, en busca de las llamadas «esferas de luz», unas manifestaciones que varios vecinos de Carmona y otros testigos han asegurado ver sobrevolando la zona en noches sin luna.

«Todo el pueblo sabe lo que ocurre aquí, pero nadie quiere hablar. Muchos han venido y han jurado no regresar jamás», declaró una de las vecinas entrevistadas. «Aquí se hacen ritos, se ha invocado al Diablo, se han visto sombras, luces, y sobre todo… se siente una presencia. Algo vive aquí, y no es humano».

La inquietud se hizo palpable cuando Rosa Sánchez pronunció una frase premonitoria al inicio de la investigación: «Hoy no deberíamos haber venido. Lo que hay aquí no quiere que estemos. Si no nos vamos, algo va a pasar». Nadie la tomó en serio.

El recorrido comenzó por las habitaciones derruidas de la planta inferior. En una de ellas, Rafael de Alba sintió una presión inexplicable en el pecho y una sensación de hostilidad imposible de ignorar. «Era como si nos observaran, como si algo invisible nos dijera que estábamos cruzando una línea prohibida».

El momento más perturbador ocurrió en la cripta, donde Javier Aradilla, al frente del grupo, descubrió un círculo ritual rodeado de restos de animales muertos —un cordero, gallinas, huesos de ovejas—, junto a botellas de ron y objetos típicos de prácticas afrocubanas. Según el experto consultado por el equipo, esto sería un altar utilizado en rituales sincréticos con claros fines de invocación espiritual.

«Era una escena sacada de una película de horror. Todo estaba dispuesto con intención. Aquí se hace algo más que jugar con lo oculto», indicó visiblemente afectado.

La aparición: un encuentro con lo imposible

Mientras el equipo recogía testimonios, grabaciones incluidas, un fenómeno inexplicable se desató. Desde el fondo del pasillo se escucharon pasos arrastrados, lentos, como si algo caminara pesadamente sin mostrar su forma. La temperatura bajó drásticamente. Uno de los dispositivos marcó –15 °C, una cifra incompatible con la meteorología local en mayo.

En el Monasterio del Diablo se han vivido, en el pasado, otros hechos estremecedores, como la visión de una especie de monje que recorría un pasillo o cómo el periodista e investigador Luis Mariano Fernández, al cruzar una sala derruida, sintió una punzada aguda en su pie: un cristal largo y afilado había atravesado su bota. El equipo temió lo peor, pero tras ser atendido en el ambulatorio de Carmona, se confirmó que la herida, aunque dolorosa, no era grave.

«No es la primera vez que alguien sale herido de ese lugar», comentó uno de los sanitarios al periodista. «Ese sitio está maldito. De verdad, no deberían volver».

A pesar de ello, insistía en regresar. «Lo que vimos allí es una puerta. No sé a qué, pero lo es».

El investigador Carlos Adrianssen también vivió hechos extraños en este mismo sitio cuando vio una especie de silueta extraña en el edificio sin que hubiera nada o nadie cercano a su posición. Una sombra de las que, habitualmente, se ven en este punto.

Las leyendas locales sostienen que el Monasterio fue clausurado hace siglos tras una serie de desapariciones de frailes y rumores de prácticas heréticas. Se hablaba de un «Libro Negro» o de la aparición de un demonio –hecho que es incierto y sólo es una adulteración de la Historia del edificio en pro del morbo-. Pero lo cierto es que nadie ha logrado permanecer más de unas horas en su interior sin experimentar fenómenos extraños.

¿Se trata de una leyenda alimentada por el miedo o estamos ante un foco real de actividad paranormal?

A mitad de 2025, aún existen lugares en España que parecen escapar a toda lógica. El Monasterio del Diablo, en Carmona, es uno de ellos. Allí, donde las sombras parecen tener voluntad y el aire pesa como plomo, queda la advertencia para los osados: no todos los secretos deben ser revelados.

Y si decide ir... no lo haga solo.

*Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a contacto@josemanuelgarciabautista.net

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