La Giralda necesitó más de 1.700.000 ladrillos para ser construida

Arranca el Simposio Internacional Tvrris Fortissima, que congrega en Sevilla a los mayores expertos de arte almohade que desnudarán los secretos de la torre de torres

'Tvrris Fortissima': las cuatro caras restauradas de la Giralda en un simposio

La Giralda de Sevilla Juan Flores

Este miércoles a primera hora de la tarde ha tenido lugar la inauguración del Simposio Internacional Tvrris Fortissima en la Iglesia del Hospital de los Venerables de Sevilla, y en dicho arranque de unas jornadas que se celebrarán hasta el viernes se ... han dado a conocer novedades interesantes acerca de la Giralda, entre ellas fascinantes aproximaciones sobre la cantidad de total de sus ladrillos (unos 1.700.000) y los andamios que la han salvaguardado durante estos años, entre otros muchos asuntos que atañen a su fisonomía y su modelo de preservación.

Este acto ha sido el primero en celebrarse en este lugar tras la cesión al Cabildo de su gestión por parte de la Archidiócesis de Sevilla. En un libro facilitado a ABC, el Cabildo expone tres pilares fundamentales a la hora de abordar la restauración de las cuatro caras de la Giralda de 2015a 2025: la documentación y el contexto almohade, con documentación completa del alminar, foco de estudio a través de distintas ciudades de referencia por su similitud. Uno de los aspectos más interesantes tiene que ver con los ladrillos almohades de la Giralda. Tal y como se evidencia en el estudio Tvrris Fortissima, los investigadores arrojan dos medidas distintas para los ladrillos del antiguo alminar.

Destaca el arquitecto de la Giralda, Eduardo Martínez, antes del inicio del simposio la gran capacidad constructora de los maestros alarifes almohades de la torre, que según establece el especialista en el amplio volumen sobre la obra fueron capaces de entender y manipular los «extraordinarios» paños de sebka, sus «increíbles entrelazados» en profundidad que permiten ofrecer imágenes con un relieve preponderante, especialmente cuando la luz muestra sus sombras sobre la 'piel' de la capital.

Jonathan Bloom, en el centro de la imagen, acompañado de distintos representantes del Cabildo de la Catedral, como Francisco Román como Delegado de Patrimonio o Marcelino Manzano; y Eduardo Martínez, a la derecha, arquitecto de la Giralda Juan Flores

225 ladrillos por cada metro cúbico

Las fortalezas y también las vulnerabilidades de la Giralda salen a relucir en este trabajo de investigación que se ha alargado una década. El ladrillo fue el elemento escogido por la «seguridad» que ofrecía como material de construcción. Martínez se cuestiona en su texto cuántos ladrillos puede haber en su totalidad la Giralda, pero sabe que ésa es una cuenta compleja. «Si contamos los ladrillos que hay en un metro cuadrado de alzado, obtendremos que unos 46», relata.

De ahí que se busque proyectar esta cantidad a un metro cúbico de fábrica de ladrillo, alcanzando unos 225 ladrillos por cada metro cúbico de fábrica del muro. Es por ello por lo que el arquitecto refleja cómo del volumen total macizo del ladrillo de la Giralda, sumando la caña exterior, la caña interior y el remate almohade, se obtienen 7.500 metros cúbicos y de ahí se extrae cómo el alminar necesitó más de 1.700.000 ladrillos para ser construido en Isbylia, tiempos de una Sevilla musulmana.

En el acto de apertura participaron Francisco Román como Delegado de Administración y Patrimonio del Cabildo de la Catedral de Sevilla; el propio Eduardo Martínez como arquitecto responsable de la Giralda y Jonathan Bloom, considerado el historiador del arte almohade más reconocido del mundo en estos momentos y autor de la primera ponencia en solitario de Tvrris Fortissima. Bloom ofreció durante una hora su exposición bajo el título 'The Historical and Artistic Background of the Giralda'. «Es un honor venir aquí, la ciudad es aún más bonita con el paso de los años», expuso el experto para abrir el telón de Tvrris Fortissima. El Hospital de los Venerables se encontraba lleno para la ocasión.

El afamado profesor preparó un viaje sobre el arte islámico en general, enfatizando la importancia de los minaretes de muchos de los lugares, particularmente Marruecos, que se precian de tener semejanzas con la propia Giralda. Citó la sentencia que el arquitecto inglés del siglo XX Banister Fletcher hizo sobre la torre que custodia al Giraldillo, y que pasó a manos cristianas desde la reconquista: «Es la Giralda una de las torres más conocidas en todo el mundo».

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