Fernando Llano: «No deseo entrar en batallas, aunque mi proyecto para la Facultad de Derecho es independiente»

-¿Con qué intenciones llega?

He trabajado durante nueve años con Alfonso Castro y ha sido una colaboración muy fructífera para los dos. Hemos trabajado a destajo. Pero ahora inicio un ciclo nuevo y no puedo ni deseo entrar en batallas. Yo tengo mi proyecto que es independiente. La independencia de criterios me lleva a pensar que necesito aportar lo mejor a la facultad. He entrado con vocación de servicio a la facultad y soy consciente de la responsabilidad que eso supone. Lo que deseo es llevar adelante una idea constructiva, integradora y de talante universitario con todas las instituciones.

-¿Entonces se va a llevar bien con el rectorado?

La independencia de criterio no está reñida con la lealtad institucional ni con el sentido de la responsabilidad ni con los buenos usos universitarios. Soy una persona de consenso más que de controversia. Hay que llegar con mentalidad constructiva sin renunciar a la independencia.

-¿Cuáles son sus objetivos como decano?

Mis objetivos están en el programa. Lo primero es la proyección de la facultad de Derecho a la sociedad sevillana, también al mundo de la empresa, de la cultura. Que la facultad tenga una visibilidad acorde a estos nuevos tiempos.

-¿Es que no se conoce?

En estos nuevos tiempos de la LOSU y de la disrupción tecnológica suponen un reto pero también oportunidades y queremos estar a esa altura. Acabamos de recibir de la UE el centro de transparencia algorítmica. Me gustaría que la facultad de Derecho fuera una facultad de referencia en todo lo que tiene que ver con la inteligencia artificial y vamos a trabajar por ello. Y estar a la altura de los nuevos retos. No podemos vivir solo de lo hecho y de la historia. Hay que mantenerlo. Estamos en un ámbito competitivo también con las privadas

-¿La facultad de Derecho de la US tiene que competir también con la privada?

Totalmente. Tenemos que competir y sacar lo mejor de nosotros. Estamos orgullosos de nuestros logros pero no somos conformistas y queremos seguir creciendo y siendo competitivos. Ante esos nuevos retos que vienen por la LOSU que nos va a exigir ajustes y cambios. Vamos a ir necesariamente a una ampliación de la oferta de estudios. Y esta ampliación pasará por dobles grados y dobles master. Para que eso enriquezca el currículum de los alumnos y que los haga más competitivos.

-¿Cuáles son las asignaturas pendientes de Derecho? ¿las titulaciones en inglés?

No tenemos titulaciones en inglés. Las necesitamos. Y eso lo tiene la privada y la UPO. Tenemos que ir hacia la internacionalización de las titulaciones y la ampliación de la oferta de estudios, sobre todo de máster. Podemos ser referencia en eso. Por ejemplo un master en familia, sucesiones y abogacía y otro en inteligencia artificial, transparencia algorítmica y administración digital. Buscamos la novedad. Y también una presencia y un fortalecimiento de la facultad de Derecho con otros centros de excelencia internacionales como el de Oxford.

-¿Quiere decir que se vayan los estudiantes de Erasmus a Oxford?

Primero tenemos que ver como ha quedado la política de Erasmus con las inglesas. Pero hay algunas de referencia como Manchester y reforzar con centros de excelencia como Oxford, Módena, Nápoles. Habría que hacer acuerdos internacionales. Además no renunciamos a nuestro legado humanista. Por eso también vamos a defender el entronque del Derecho con las Humanidades. Esta también es una universidad literaria. Nos sentimos muy orgullosos del entronque del Derecho con las Humanidades. Es muy importante formar juristas integrales.

-¿Qué va a hacer la facultad de Derecho para competir con las privadas?

Sobre todo que la oferta de las materias que enseñamos sea una oferta que tenga una empleabilidad en el ámbito profesional. Que sea una docencia que no de espaldas a la realidad profesional del mundo de la abogacía, la judicatura, la notaría.

-¿Habría que hacerla más práctica?

Las prácticas externas que tenemos están muy bien pero vamos a introducir figuras como los juicios simulados que les da a los alumnos y los estimula. Incluso vamos a dar premios al que sea mejor defensor. Vamos a fomentar las prácticas que lleven a desarrollar la oratoria. Creo que merece apostar por ello.

-¿Qué le falta a la Universidad de Sevilla para despuntar en los rankings?

Yo relativizaría un poco la importancia de los rankings. Lo que marca la calidad de una facultad es ver la formación y preparación que sacan de el la sus alumnos y la empleabilidad posterior y el éxito profesional.

-¿Cuál es la empleabilidad de los egresados de Derecho?

Está en torno a un 60 por ciento. No es una excepción respecto a otras facultades. Habría que combinar la especialización con una sólida formación. Como dice Richard Susskind, ninguna profesión que conocemos va a quedar viva en unos años, pero hay cosas que las máquinas no van a hacer.

-¿Qué titulaciones faltan y cuáles sobran?

Hay dos master, de Derecho Público y de Derecho Privado, que son muy generalistas y que estaban pensados para cuando entró el plan Bolonia.

-¿Derecho debería ser una carrera de cinco años?

Creo que deberíamos volver a ese espíritu de la licenciatura. Hay algunos master que podrían ser sustituidos por otros más atractivos como el de inteligencia artificial que vamos a poner en marcha. De ese hay un proyecto ya en marcha. Hay otro como el de familia, sucesiones y acceso a la abogacía.

-¿Qué es un buen profesor para usted?

Un buen profesor es aquel que no pierde ni el interés ni la ilusión cotidiana por transmitir su saber y recibir las impresiones de los alumnos. Si eres un buen profesor y has trabajado tus clases te puedes permitir exigir. Hay que ganárselos todos los años porque ellos siguen siendo los mismos pero tu vas envejeciendo.

-¿Los alumnos que llegan a la universidad vienen mejor o peor preparados?

Vienen mejor preparados en destrezas digitales y nuevas tecnologías pero se echa de menos las enseñanzas clásicas y humanista y que sepan escribir una buena redacción. Hay que hacer un trabajo mayor con ellos.

-¿Cómo debe ser la Selectividad a su juicio?

No debería ser solamente de calificaciones. También debería cotejarse que los alumnos tienen un grado de madurez.

-¿Qué opina de la LOSU que está a punto de ser aprobada?

Me hubiera gustado que se consensuara. No se hubiera perdido nada hablando con los sectores implicados, rectores, decanos, alumnos y todos los agentes que están implicados. De un buen consenso nace una buena Ley.

-¿En cuanto se apruebe la US tendrá que adoptar el sufragio universal?

Eso está dentro de la normativa. De la LOSU lo que nos preocupa es cómo quedan los profesores que tienen una situación más precaria. Esto ha generado incertidumbres. Por eso la Ley debería haberse dialogado más. La LOSU va a afectar a muchas cosas. También a las titulaciones.