Confer: aliento para los religiosos de la Archidiócesis de Sevilla

Es un empeño colosal, que todavía sigue arrastrando el impacto del Covid en una población envejecida para la que no hay relevo generacional. «Se trata de ayudar a las comunidades aisladas» de religiosos que viven en Sevilla y su provincia. En total, suman 130 comunidades de religiosos de vida activa en las que se encuadran unas seiscientas personas consagradas (que han profesado votos o se han ordenado), incluyendo a los que ya no pueden valerse por ellos mismos.

Los religiosos de vida activa incluyen el clero regular (sometido a las reglas de una congregación, desde jesuitas a Legionarios de Cristo, por ejemplo) y hermanos y monjas que han hecho votos (temporales o perpetuos) de consagrar su vida a Dios. Atienden centros educativos y sanitarios a su cargo, se encargan de animar pastorales concretas o trabajan con población gravemente excluida.

Es una realidad, por desgracia, muy menguante. Así como en los años 80 del pasado siglo se vivió un florecimiento de la actividad de religiosos en los barrios desfavorecidos de Sevilla, la progresiva reducción del tamaño de las comunidades ha obligado a un repliegue imparable o, en algún caso, como las Siervas de Jesús de la Caridad, en el abandono y cierre de su misión en la archidiócesis. Muchas comunidades religiosas se mantienen hoy con sólo un puñado de integrantes, la mayoría de avanzada edad. Las vocaciones desaparecieron y no han vuelto a recuperarse más que en contadísimas excepciones.

El cierre de comunidades establecidas en la archidiócesis en los últimos lustros ha sido un movimiento en silencio, del que sólo trasciende la renuncia a seguir atendiendo parroquias encomendadas: este mismo año se ha anunciado la retirada de los Padres Blancos de la parroquia de San Marcos y de los trinitarios del Polígono de San Pablo.

El hermano Fulgencio, presidente de Confer Sevilla, insiste en la necesidad de establecer lazos y «conocerse unas instituciones a otras» para avanzar en una palabra que empieza a sonar con fuerza entre los institutos religiosos de vida consagrada: intercongregacionalidad. Esto es, vivir fraternalmente bajo un mismo techo aun perteneciendo a institutos religiosos diferentes con distinto carisma.

Maristas y lasalianos, ambos dedicados a la educación siguiendo a sus fundadores respectivos, San Marcelino Champagnat y San Juan Bautista de La Salle, mantienen una experiencia conjunta en Bonanza (Sanlúcar de Barrameda) y Melilla, pero no se descarta que se replique en otras zonas o entre otros institutos al objeto de enriquecer la declinante vida comunitaria.

El retiro de Adviento del sábado 30, en el convento dominico de la calle San Vicente arrancará a las diez de la mañana y culminará a las 13 horas con una eucaristía. Está abierto para todos aquellos, religiosos y laicos, que se sientan movidos a trabajar con las realidades sociales de la exclusión y los migrantes, en las que el franciscano monseñor Agrelo es una reputada autoridad. «Es una llamada a trabajar con los más vulnerables, con los más pobres, pretende animar a descubrir que se pueden hacer muchas cosas aunque se tengan muchos años», sostiene el hermano Fulgencio.

No es el único momento de encontrarse que tienen los religiosos que trabajan en la archidiócesis. Además de la asamblea anual con la que da comienzo el curso pastoral, tienen previsto un encuentro en enero con el cardenal de Rabat, Cristóbal López SDB; el retiro de Cuaresma que dirigirá la carmelita descalza hermana Maica; una celebración comunitaria de la reconciliación en el Santo Ángel; y una excursión a la peña de Alájar, Aracena y la casa marista de Villa Onuba en Fuenteheridos. Todo con el objetivo de aunar esfuerzos, derribar prejuicios y ahondar en el conocimiento recíproco: «La gente tiene necesidad de encontrarse aunque sean carismas diferentes», reflexiona el presidente de Confer.

Los religiosos sevillanos están muy agradecidos a la Iglesia diocesana de Sevilla: «El arzobispo y sus auxiliares nos miman, están con cualquier cosa que les pedimos, el año pasado don Teodoro Muñoz nos dirigió el retiro de Adviento, por ejemplo».

En la actualidad, la junta directiva de la Confer diocesana la integran el marista Fulgencio Martínez como presidente; la nazarena Lourdes del Pozo de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret (MEN) como vicepresidenta; la hija de la Caridad Mercedes Marrero en calidad de tesorera; y el dominico Javier Aguilera, la hermana de la Caridad de Santa Ana Margarita Sagarra, el claretiano Juan Antonio Lamarca, la dominica María del Mar, la hermana Verónica Wasinger de la MEN, y el hermano de San Juan de Dios José María Montserrat como vocales.