El bar de Sevilla que busca camareros de más de 45 años contrata a dos tras su mediático anuncio
Mariano, de la cafetería Donald, ha recibido un aluvión de currículums y de llamadas de medios de comunicación de toda España tras su petición en redes de la que se hizo eco ABC
Una camarera es despedida de un restaurante de lujo por grabar a un cliente mientras cenaba con una muñeca hinchable
Un histórico bar de Sevilla busca camareros mayores de 45 años: «Nos hemos cansado de los jóvenes informales»
Mariano García Romero, de Cafetería Donald: «Las tapas de nuestras vitrinas son idénticas a las de hace 40 años»
Mariano García, propietario del bar Donald de Sevilla
El bar Donald de Sevilla tendrá a partir del próximo lunes dos nuevos camareros. En pruebas, eso sí. Hace unos días, este periódico se hizo eco del curioso anuncio de Mariano García, el propietario del histórico establecimiento de Canalejas, que buscaba profesionales de más ... de 45 años harto de malas situaciones con otros empleados mucho más jóvenes. La llamativa oferta no tenía nada que ver con un programa de Empleo para un segmento de población a la que es más difícil encontrar trabajo ni nada parecido, salía del convencimiento de Mariano de que, en hostelería, la experiencia es un grado.
La propuesta de este restaurante cafetería famoso por su ensaladilla ha tenido un rápido efecto mediático y, con él, un aluvión de respuestas en forma de historiales laborales. El mismo día que se publicó la noticia Mariano se marchó a Ceuta y a su vuelta, en la noche del jueves, se encontró con una chorrera de llamadas de medios de comunicación y por lo menos «15 o 16 currículums», responde justo antes de participar en el programa de Sonsoles Ónega en Antena 3. «He estado también en el de Risto Mejide y en un montón más, ni he almorzado hoy», dice, agradecido porque la exposición en medios le ha facilitado el trabajo de selección.
Mariano García ha adelantado que de esos candidatos ha elegido a dos, aunque uno de ellos no alcance la edad que requería en su oferta de trabajo: 41 años. El otro tiene 59, pero lo que más le interesa al hostelero es la formalidad y el compromiso de sus empleados. «Yo lo que primero miro es que hayan trabajado en un sitio mucho años. Si han estado seis o siete años, me fío, pero si ponen que han estado tres meses, no», argumenta el empresario al que, entre entrevista y entrevista, este fin de semana le queda todo el papeleo para formalizar los contratos de manera que el mismo lunes los nuevos camareros ya estén detrás de la barra. «Yo normalmente hago contratos de 3 meses con una cláusula de prueba de 15 días. La mayoría se van», lamenta por lo que «cuesta dar da alta» a un trabajador para que luego le dejen plantado.
«Los jóvenes sólo quieren echar sus siete horas y salir corriendo. Ni les gusta la profesión ni quieren aprender. Aquí nos hemos cansado de la informalidad de algunos jóvenes: unos desaparecen y a otros te cuesta el finiquito como si trabajaran un mes más», comentaba a este periódico hace unos días.
Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras