El Adriano de hoy es un grito, un dardo a la conciencia de los jóvenes a los que la droga ronda con todos sus tentáculos en una sociedad enferma:
«Amenaza la osamenta de la sociedad, de nuestro sistema, de la existencia. Sin descanso atrae ... a las ratas para que se pongan a roer mientras los flautistas que se forran a su costa pregonan un mundo irreal buscando frustraciones, harturas, decepciones, depresiones; inocentes, incautos, despistadas, pusilánimes; jóvenes sin esperanzas, sin cautelas...
Si caes, mañana sólo te quedará una rata de cabecera royendo sin parar los últimos huesos de tu pecho, el mono, el vómito, la desesperación… la soledad del yonki al que sólo espera ansiosa la muerte. Cuando la droga te llame, sal corriendo lo más lejos posible para que no te eche mano de la cartera, la libertad y la vida».
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