Asenjo agradece a los sacerdotes sus oraciones durante su convalencencia
El arzobispo de Sevilla les aconseja ejercicios espirituales como «medios importantes y muy recomendados por la Iglesia, que mucho favorecen nuestra fidelidad»
Asenjo agradece a los sacerdotes sus oraciones durante su convalencencia
El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo , ha dirigido una carta a los sacerdotes y diáconos de la Archidiócesis sevillana, en la que les recomienda los ejercicios espirituales y retiros y la dirección espiritual, como «medios importantes y muy recomendados por ... la Iglesia , que mucho favorecen nuestra fidelidad», al tiempo que subraya la importancia de cuidar la vida interior, «que es lo que confiere autenticidad y verdad a nuestro ministerio y da alas a nuestra caridad pastoral », añade.
Comienza la carta, según la Achidiócesis, agradeciéndoles el interés, llamadas y mensajes «y, sobre todo, vuestras oraciones» , con ocasión de su reciente hospitalización y convalecencia. Posteriormente, les recuerda que los ejercicios y los retiros son «una verdadera necesidad en nuestra vida personal como cristianos y una verdadera urgencia como pastores , pues nos ayudan a mantener la tensión espiritual y el celo apostólico». Recuerda las recomendaciones que han hecho los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco en este sentido y aconseja a los sacerdotes y diáconos que encuentren la oportunidad de practicar «unos buenos ejercicios espirituales, práctica ascética que no ha perdido actualidad y que tanto bien nos hace».
« Todos, sacerdotes y diáconos, necesitamos retirarnos , como nos pide el Señor en el Evangelio, a un lugar tranquilo y apartado para estar a solas con Él y para repensar los grandes temas de nuestra vida sacerdotal, para relanzar nuestra fidelidad al Señor y seguirle sólo a Él», reitera.
En cuanto a la dirección Espiritual, Asenjo Pelegrina señala que «en la vida espiritual no podemos fiarnos de nosotros mismos», y recomienda «pedir consejo a quien con sabiduría y prudencia puede guiar nuestra alma , indicarnos los peligros, sugerirnos los remedios oportunos, y en las dificultades indicarnos los caminos para perseverar». El arzobispo termina su carta deseando «una vivencia fiel de nuestro sacerdocio y mucha fecundidad pastoral y apostólica en el curso que estamos iniciando».
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