José Polo Gómez, un estudiante sevillano en el podio de la excelencia

Alumno desde cuarto de ESO del IES Martínez Montañés , donde también ha cursado el Bachillerato Internacional , José ha formado parte de la representación española en este certamen, siendo el único andaluz de los cinco que viajaron a la India.

Competir con los mejores estudiantes de Bachillerato en la materia ha sido para él una experiencia «muy satisfactoria» a tenor de los resultados alcanzados, ya que, según comenta, «hay países como China, Corea o Rusia, que se toman muy en serio este tipo de convocatorias y llevan a alumnos muy preparados». Confiesa, no obstante, que en los diez días que estuvo en Bombay echó de menos haber podido conocer mejor la ciudad, así como la posibilidad de mantener un mayor contacto con otros jóvenes de su edad. Aunque ésta ha sido su primera participación internacional en un certamen de estas características, José Polo lleva cosechando éxitos desde 2013 , cuando logró un accésit en la fase local de la Olimpiada Matemática.

Su «medallero» particular comenzó a engrosarse en 2014 con medallas de bronce en la fase local y, posteriormente, nacional de la Olimpiada de Física. Este año, además de la medalla de oro que le dio el pase a Bombay, tiene en su haber otras medallas de plata en la fase nacional de la Olimpiada Matemática y en la fase local de Química.

Lo suyo, desde luego, son las Ciencias y a finales de septiembre iniciará en la Complutense de Madrid el doble grado en Física y Matemáticas , para el que no ha tenido problema en obtener plaza con los 13,8 puntos sobre 14 que ha obtenido en Selectividad . Su deseo es orientar su futuro profesional hacia la investigación , pero no se ve haciéndola en España; de hecho, ya tiene pensado salir al extranjero cuando llegue el momento de realizar su postgrado. «Me gustaría —dice— ir a Alemania, porque en Física Teórica es uno de los mejores lugares de Europa».

José no se tiene por un bicho raro al reconocer que antepone la obligación al ocio y concede un valor decisivo al esfuerzo y el trabajo. Como a cualquier chico de su edad, le gusta salir y divertirse con sus amigos, si bien afirma que durante gran parte del curso, «cuando no estoy en el Conservatorio, por las tardes, en clase de violín, estoy trabajando. Sarna con gusto no pica», bromea.

Este joven, que fue premiado por el Ayuntamiento por su trayectoria académica y personal en 2013 , agradece a sus padres los valores que desde siempre le han inculcado, al tiempo que considera «incuestionable» la labor y la influencia que en él han ejercido todos los profesores que ha tenido desde pequeño. «Es una pena que el trabajo de los docentes esté tan menospreciado, cuando son una pieza clave de la sociedad y la mayor parte de ellos realiza una labor excelente», concluye.